La marcha por Alu Ibérica reclama un futuro industrial para toda la comarca coruñesa

Varios miles de personas se movilizaron este sábado en A Coruña tanto para “defender el empleo” en Alu Ibérica y “contra la represión sindical” en la fábrica coruñesa, como para demandar un futuro industrial para toda la comarca. La protesta contó con la presencia de los secretarios xerais de estas centrales, así como de sus responsables nacionales.

En su arranque ante la sede de la Delegación del Gobierno, los máximos dirigentes de CCOO y UGT en Galicia, Ramón Sarmiento y José Antonio Gómez, respectivamente, junto al secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, realizaron unas declaraciones a los medios antes de partir hacia la Praza de María Pita, donde concluyó con las intervenciones de representantes sindicales. Posteriormente, la alcaldesa, Inés Rey, recibió al comité de empresa y a los líderes de los sindicatos.

A la protesta, a la que han trasladado ya su apoyo instituciones como la Diputación de A Coruña a través de una declaración aprobada en pleno, acudieron los secretarios nacionales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente.

La movilización tuvo lugar tras la convocatoria de una huelga y las concentraciones que celebran los trabajadores ante la fábrica desde que se produjo el despido de una trabajadora y, con posterioridad, de cuatro representantes sindicales, entre ellos el presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho.

Los sindicatos exigen la intervención pública de la fábrica, mientras han reprochado la “inacción” de Gobierno central y Xunta por la situación que se vive en la planta y que han calificado de “violencia empresarial” y con “vulneración de derechos fundamentales”, expusieron en la presentación de esta manifestación los máximos dirigentes de CIG y de UGT y CCOO de Galicia.

Hasta la manifestación se desplazaron representantes del PSdeG, como el diputado autonómico Pablo Arangüena, el portavoz local del BNG, Francisco Jorquera y miembros del Partido Comunista y Marea Atlántica, así como alcaldes de la comarca, el exregidor de la ciudad Xulio Ferreiro y la subdelegada del Gobierno en A Coruña, Pilar López-Rioboo.

Coreando cánticos como ‘Si no hay solución, Gobierno dimisión’, cientos de personas han recorrido las calles de la ciudad en una marcha convocada bajo los lemas ‘Contra la represión sindical’ y ‘Por un futuro industrial’ y acompañada de petardos y bengalas. Así, se han podido leer pancartas con mensajes como ‘Por la defensa de los puestos de trabajo en la comarca’.

Ramón Sarmiento hizo un llamamiento a la ciudadanía para “arropar” a estas personas que “injustamente están siendo despedidas por rebelarse contra una empresa que tiene las prácticas más indeseables”. Así las cosas, advertía de que los sindicatos “van a pasar lista” de las instituciones y partidos que apoyaron la marcha “porque de otro modo estarían al lado de presuntos delincuentes”, según señaló en alusión al registro de las plantas de A Coruña y Avilés por agentes de la Unidad de Delitos Fiscales.

Aunque se mostró convencido de que los responsables de esta situación serán “condenados”, el líder de CCOO en Galicia alertó de que “el proceso judicial no solucionará el (mantenimiento del) empleo”, por lo que ha demandado “un compromiso real” y “efectivo” de las administraciones “para consolidar un proyecto industrial” y las ha acusado de “abandonar” a los trabajadores. También ha afirmado que “la condena no salvará un acuerdo al que le quedan cuatro meses de vida”, un plazo que ha incidido en que no debe expirar sin alcanzarse un proyecto de futuro para la planta.

Asimismo, el secretario xeral de UGT, José Antonio Gómez, instó a buscar una solución “entre todos”, que ha augurado que no se alcanzará con el grupo Riesgo, propietario de Alu Ibérica en A Coruña, o el fondo Parter, al que se la compró. Porque tiene claro que están ante la estafa de una compañía que busca desmantelar la fábrica.

En la misma línea, el líder de la CIG, Paulo Carril, advertía de que continuidad de la actividad pasa por “acciones decididas” del Gobierno y la Xunta, a los que ha responsabilizado de la situación por su “dejadez”. Así, remarcó que “la única solución seria” es “la intervención”, que la primera de estas administraciones “tiene que llevar adelante sin demoras”. “Solo faltaría que esto acabase en un concurso de acreedores o que la empresa utilizase la reforma laboral, que hace falta derogar”, alertó.

También resaltó que este “capítulo” y el de la factoría de San Cibrao deben cerrarse “con éxito”. Además, Carril defendió la necesidad de que “la cuenta atrás” iniciada con esta movilización no termine “con el desmantelamiento (de la planta coruñesa) o un reguero de delitos”.

Represión a los representantes de la plantilla

Así las cosas, Pepe Álvarez reclamó que “se acabe con la represión sindical” en un escenario que ha augurado que “acabará con toda seguridad como el de Sargadelos pero después de pasar por los tribunales”. En este sentido, recalcó que el “origen” del conflicto que ha motivado esta movilización se encuentra en la venta de las factorías de A Coruña y Avilés parte de Alcoa, lo que, en su opinión, representó “una estafa clara” y que consideró necesario que “se revierta”.

De este modo, insistió en que “hay que garantizar la actividad”, un objetivo respecto al que las administraciones “no pueden estar al margen”, y avanzó la continuación de movilizaciones a nivel nacional con reivindicaciones cuyo “punto de anclaje” se encontrará en la industria y las comunidades de Galicia y Asturias.

Adicionalmente, Unai Sordo denunció la “represión sindical” llevada a cabo por la empresa y ha mostrado su “solidaridad” con las personas despedidas, lo que representó “una actitud intolerable de la empresa”. Ante esta situación, urgió “la implicación de las administraciones”. “Estamos en un momento en el que el Gobierno y la Xunta tienen que poner toda la carne en el asador para facilitar que continúen inversiones que garanticen el futuro industrial en las plantas de Alcoa”, zanjó.

Por su parte, tras reunirse con la regidora, el presidente del comité de empresa agradeció “el apoyo y las muestras de cariño” de las organizaciones sindicales.