La misión de la Brilat en Malí se podría reorientar a otros países del G5 Sahel

El Gobierno de Malí avanzó este lunes que se retira del G5 Sahel –coalición de la que formaba parte hasta ahora junto a Burkina Faso, Chad, Mauritania y Níger– así como de su fuerza conjunta, dirigida a combatir el yihadismo en la región, después de que el citado organismo se negase a garantizar su presidencia por la tensa situación política que se vive en el país, derivada de los dos golpes de Estado que se han sucedido desde 2020.

La radical decisión maliense, que se suma a la creciente presencia del grupo paramilitar ruso Wagner en su territorio, complica el operativo de la Brigada Galicia VII en dicha nación, donde actualmente el contingente EUTM Malí XX se encuentra relevando al EUTM Malí XIX. En este sentido, fuentes de la Brilat comentan a EL CORREO GALLEGO que de momento, pese al nuevo anuncio, todas sus maniobras prosiguen con normalidad mientras aguardan una respuesta, ya sea española o europea, sobre cómo proceder. Así las cosas, conforme contempla el quinto mandato de la European Union Training Mission Mali, hay la posibilidad de que esta misión se “reoriente” a alguno de los otros cuatro países africanos.

A falta de saber si este traslado se efectuará, desde la Base General Morillo (Pontevedra) remarcan que la unidad gallega continúa colaborando con los cuerpos de seguridad malienses, su personal sanitario o los centros de formación y enseñanza en el seno de unas acciones de apoyo que “también se están dirigiendo a los demás países que forman parte del G5 Sahel”. Esto no es “nada nuevo”, precisan, aunque sí lo sería el posible cambio de rumbo: “Ya se están haciendo cosas poco a poco con Burkina Faso y con los otros países” y puede ser que por ahí se “reoriente” la misión “si se ve que la situación en Malí no es políticamente la que la Unión Europea considera más adecuada para llevar a cabo la operación”.

“De momento eso está a un nivel muy alto para nosotros”, agregan fuentes de la Brilat en relación a ese futuro dictamen, que “dependerá de cómo vaya evolucionando la situación” y seguramente será consensuado entre los Veintisiete. En esta línea, creen que España “no tomará una decisión unilateral ni se mantendrá al margen de lo que decidan el resto de países”. “Hemos comenzado en Malí y la idea es continuar en Malí, pero si deciden que la situación en Malí es complicada pues a lo mejor nos volcamos más en Burkina Faso o en los otros tres países que forman parte del grupo”, subrayan, poniendo el foco en el quinto mandato de la European Union Training Mission Mali –prorrogado en 2020 hasta el 18 de mayo de 2024– y apuntando que esa respuesta podría llegar en la próxima reunión sobre Malí que celebrarán los Estados miembros “a finales de mayo”.

Su fecha coincidiría más o menos con la conclusión del despliegue gallego en el país africano, que previsiblemente acabará esta segunda quincena, “entre el 30 de mayo y el 1 de junio”. “Salió la primera rotación y está previsto que salgan dos más”, dicen sobre los 150 militares que partieron el pasado domingo del aeropuerto vigués de Peinador a fin de contribuir a mejorar la capacidad operativa de las fuerzas malienses y contrarrestar la amenaza yihadista.

Al respecto, desde la Brigada Galicia VII consideran que el compromiso de nuestro país con la coalición G5 Sahel es “pleno e importante” y, según su parecer, “España seguirá apostando por estar allí”. “El propio presidente del Gobierno (Pedro Sánchez) hizo unas declaraciones hace unos meses diciendo que la situación en esa zona de África es importante (...) Condiciona nuestra seguridad, condiciona el tema de la emigración, condiciona muchas cosas”, añaden.

INDIRECTAS A FRANCIA E INJERENCIA DE RUSIA en una situación muy “seria” y “preocupante”. El anuncio maliense vinculado a la salida del G5 Sahel y de su fuerza conjunta tiene como “razón oficial” la demora en el traspaso de la presidencia de turno a Malí –que tenía que haber empezado el pasado 15 de febrero en una reunión que nunca se llegó a celebrar como consecuencia de la inestabilidad del país africano por los dos golpes de Estado que ha vivido en poco más de dos años– pero parece ser más consecuencia de los encontronazos que sigue manteniendo con Francia, con quien rompió el tratado de cooperación en defensa que firmó en 2014.

Para el Gobierno galo, que está retirando sus fuerzas del país africano, tuvo indirectas en su comunicado de este lunes, destacando en alusión al Ejecutivo de Emmanuel Macron que la oposición evidenciada por ciertas naciones del G5 Sahel a la presidencia maliense está “ligada a las maniobras de un Estado extrarregional que busca desesperadamente aislar a Malí”.

A esta situación se suma la injerencia en tierras africanas por parte de Rusia, que sigue aprovechando el distanciamiento entre París y Bamako para expandir su presencia por Malí gracias a los mercenarios de Wagner, próximos al Kremlin. Sobre ellos se pronunció también este lunes la representante especial de la Unión Europea para el Sahel, la italiana Emanuela del Re, indicando que la presencia de estos paramilitares en varios países de la región africana es “algo muy serio” y “muy preocupante”.

“Esta situación es preocupante y hay señales de fuertes violaciones: Wagner usa estrategias que no están en línea con los cuerpos militares normales, y tampoco tienen reglas de enfrentamiento”, dijo la diplomática, agregando asimismo que “es una cuestión muy seria”. “Estamos ante una presencia retorcida que puede golpearnos de forma grave y mezquina y tenemos que contrastar”, advirtió.

Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dejó claro en una declaración que Bruselas “toma nota” del paso que ayer dieron las autoridades malienses, pero sin dar más pistas. “Aunque la decisión de seguir o no siendo miembro del G5 Sahel corresponde a cada uno de los Estados soberanos que lo componen, no podemos sino lamentar esta decisión”, señaló.