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enseñanza Las asociaciones de padres y madres de la comunidad creen que se ha tratado de modificar el currículum educativo demasiado rápido, lo que causa gran incertidumbre y confusión a las familias de cara al próximo curso TEXTO Á. Precedo

“La nota numérica incluso puede ser contraproducente para el niño”

Los padres y madres de alumnos gallegos consideran que el nuevo currículum educativo ha llegado de forma demasiado “apresurada” y sin haber sido “consensuado con la comunidad educativa”, ni con colegios, ni con docentes o familias. Así las cosas, dicen encontrarse en una situación de “incertidumbre” a estas alturas del año, en las que hay niños que están a un paso de terminar Primaria y quieren acceder a Bachillerato y ni siquiera saben entre qué opciones pueden elegir. Y es que, sin duda, la gran problemática parte de las notas numéricas o no numéricas (el eterno debate). Mientras el Gobierno central implantó las no numéricas, la Xunta apostó por mantener la calificación ordinaria al lado.

“No hay nada, ningún estudio pedagógico que avale eso de poner notas numéricas”, asegura a EL CORREO Fernando Lacaci, presidente de la Confederación de Anpas Galegas, que considera que la decisión de la Xunta de mantener el número al lado de la calificación nominal es solo “una forma más de ir contra el Gobierno central”. “Y creemos que es muy lamentable que las decisiones educativas se tomen en clave partidista, porque aquí los que tienen que hablar son los expertos, que dicen que las notas numéricas en la enseñanza obligatoria son absolutamente irrelevantes y, además, contraproducentes, en muchos casos”.

¿Por qué contraproducentes? Lacaci lo tiene claro: “Entregan al alumno a una competición absolutamente malsana; un alumno de Primaria no necesita saber si tiene un 8, un 7,5 o, en el peor de los casos, un 4”. De hecho, asegura que en la Confederación “incluso nos parece una excesiva parcelación la que hace el Ministerio entre ‘sobresaliente’, ‘notable’, ‘bien’ o, con mayor razón, ‘insuficiente’”. Y es que “los niños en la enseñanza obligatoria están para aprender a vivir, no a competir con el de al lado ni consigo mismos, lo que se busca es otra cosa”.

En la misma línea se pronuncia el secretario de la Federación de Anpas de Lugo, Luis Alfonso Trigo, que afirma a este periódico que “el cambio de una calificación numérica a una nominal debería haber sido estructurado y consensuado por todas las partes”. Y es que “la calificación numérica resulta mucho más visual: si te ponen un nueve sabes que lo hiciste muy bien, y si te ponen un tres, que tienes que hacerlo mejor”. Quizá esta es la razón por la que la Xunta ha decidido mantener este sistema al menos un tiempo más, combinado con el aprobado por el Gobierno central.

Al igual que para Lacaci, para Trigo, “hay un problema de fondo”, y es que “hay dos armas fundamentales que son las que siempre tocan los políticos para ganar votos: la Educación y la Sanidad, que son precisamente las dos cuestiones que nunca deberían tocarse, garantizando una estabilidad a la población”. “Si 35 millones de familias tienen un hijo en edad escolar no debería estarse cambiando cada cuatro años o cada menos la ley de educación, porque esto es un verdadero caos”, dice.

“SI UN NIÑO REPITE CURSO, SE DEBERÍA REPETIR A LA ADMINISTRACIÓN, QUE NO LE HA AYUDADO”. Vinculada a esta cuestión de las notas numéricas se encuentra otra: la de repetir un único curso académico. Para el presidente de la Confederación de Anpas Galegas esto es una buena opción, incluso mejorable, teniendo en cuenta que, “cuando un pequeño empieza a ir mal, antes de llevarlo a repetir, hay que ponerle todos los refuerzos correspondientes”. “Si un pequeño suspende a final de curso, a quien hay que suspender es a la Administración, que no le puso los recursos suficientes a su disposición, porque ninguno va a repetir curso de ser así, ya que conseguir una repetición con un cero es muy difícil, el cero absoluto nunca se da, en nada”, afirma.

De tal manera que, a su modo de ver, el seguir apostando por la repetición “es simplemente no avanzar”, algo que “es, precisamente, el gran problema de la enseñanza en Galicia”, el hecho de “seguir manteniendo las mismas ideas atrasadas de hace décadas”. “Cómo si la problemática del suspenso dependiese del alumno en sí”, plantea Lacaci.

Él cree que hay alumnos que por mucho que se esfuercen no tienen la capacidad de llegar a más. “Lo que nos viene a decir esta monumental estupidez de la cultura del esfuerzo es que tú puedes conseguir lo que quieras si te esfuerzas mucho, y eso es mentira, porque tú podrás conseguir lo que puedas conseguir, pero no más, ni lo que quieras, por mucho que te esfuerces, aunque mucho más, desde luego, si tienes los apoyos suficientes”, expone. Y ejemplifica que, “si yo mido un metro setenta, por mucho que me esfuerce, nunca podré tocar el techo, siempre necesitaré de escaleras”.

A estas alturas, en la Federación de Anpas de Lugo reciben continuamente llamadas de padres cuyos hijos promocionarán a Bachillerato el curso que viene y les demandan información sobre a qué modalidades pueden optar. “La Xunta, por lo menos, con el decreto que ha sacado, ha puntualizado muchas cosas, como las cuatro modalidades para Bachillerato, pero, aún así, la visión por parte de profesores y padres aún no está muy clara, por lo que habría sido más prudente esperar un curso más para implantar semejante cambio”, concluye Trigo.

01 may 2022 / 01:00
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