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La novia de un superviviente: “Doy gracias que esté vivo, pero lo siento por los demás”

Familiares de los marineros viven con pesar y angustia la desgracia que llega desde el otro lado del Atlántico

Pontevedra. A las puertas del Grupo Nores, la casa armadora del “Villa de Pitanxo”, el goteo de amigos y familiares de la tripulación del pesquero gallego ha sido incesante.

Todos ellos buscaban información sobre el paradero de sus allegados pero, por el momento, la información oficial está siendo muy escasa o, al menos, no lo suficientemente clarificadora para las familias de las víctimas del naufragio.

“Por ahora solo nos dicen que hubo un naufragio y que están a la espera”, confesó a Efe Elisabeth Gutiérrez, tía de uno de los marineros, a quien una amiga le alertó de lo que había sucedido. Su sobrino, de 39 años, “lleva casi toda su vida dedicándose a la pesca”, remarcó asimismo, comentando que en tierra había dejado mujer y dos hijos.

La sobrina de otro de los marineros, uno de los cinco peruanos que faenaban en el “Villa de Pitanxo”, lamentó que “hasta dentro de dos o tres días”, según la compañía armadora, no darán mucha más información “porque ellos están igual”.

“Están esperando que les den información de Canadá”, indicó, relatando que su tío, que como el resto de la familia vive en Vigo, lleva 25 años trabajando para la casa armadora dueña del barco naufragado.

Hasta la sede de la empresa también se desplazaron varios amigos de los tres marineros de Ghana que, conforme a la documentación oficial, iban en el “Villa de Pitanxo”.

Uno de ellos explicó que sus amigos residen entre Pontevedra y Marín, tienen en torno a los 40 años y que para alguno era la “primera marea” que cogía, mientras que para los demás “era ya la tercera”.

momentos de mucha angustia y tensión ”. Con angustia, pero con la tranquilidad de saber que sus allegados están vivos, viven los familiares de los supervivientes del ‘Villa de Pitanxo’, que aún así admiten que todo está siendo doloroso.

A la puerta de una casa rural en la parroquia de Donón, en Cangas del Morrazo (Pontevedra) Gloria y Sara esperan una llamada de Juan Padín, capitán del ‘Villa de Pitanxo’, el barco, y de Eduardo Rial, su sobrino y otro de los tripulantes.

Eduardo es el novio de Sara y también el hijo de Gloria, la cual es, a su vez, hermana de Juan; y tanto Juan como Eduardo son dos de las tres personas rescatadas con vida de una tripulación de 24 miembros.

“Muy doloroso, muy doloroso”, indicó Gloria, que a primera hora de la mañana pensó que se había quedado sin hermano y sin hijo. “La primera impresión fue muy dolorosa. Me llamó mi sobrino diciéndome que había naufragado el barco donde iba mi hijo. Yo le dije que no podía ser porque, era un dolor muy grande, muy grande”, relató a Efe.

Tras esa primera noticia, Gloria y Ana comenzaron a hacer llamadas, primero a la oficina, luego al armador, pero no fue sino hasta que recibieron una llamada de otro hermano de Gloria y Juan Padín, también marinero, que supieron que había tres supervivientes y que dos de ellos eran Juan y Eduardo.

“No supimos nada más. Sólo que un helicóptero los llevó al hospital. Y no sabemos ni en qué hospital. Sabemos que están ingresados, y están con una hipotermia muy grande. Que están bien, o bien de aquella manera, porque aquellas aguas de Canadá son un congelador, y el aire también, y no sabemos el tiempo que estuvieron en la balsa”, manifestó al respecto Gloria.

“Estamos esperando buenas noticias, nada más. Pero no podemos dejar de pensar en cómo estarán los demás. Estoy muy triste y muy dolorida. Sólo quiero que vuelvan para casa, que es lo más importante”, aseguró del mismo modo.

A su lado, Sara señaló que se comunicó con el hijo de Gloria, su novio Eduardo, a las 4:30 de la madrugada: “Me escribió que iba a trabajar y que hacía muy mal tiempo, y ya por la mañana nos enteramos de esto”. “Doy gracias que están vivos, pero lo siento por el resto de las familias, lo deben de estar pasando muy mal, como lo pasé por la mañana pensando que él no volvía a casa. Por lo menos nosotros ahora tenemos la certeza de que van a volver”, añadió, recordando que habla con Eduardo a menudo y siempre que puede por WhatsApp, pero que ahora espera “una llamada para al menos oírlos y que nos digan algo”.

Durante la conversación, Sara no dejó de pensar en las familias y allegados de los fallecidos o desaparecidos, pero también en lo mal que lo han de estar pasando los supervivientes. “Ver morir a sus amigos, a sus compañeros, son cinco años los que llevaban trabajando juntos y quieras o no, como decía Edu: mis amigos son mis compañeros de trabajo, mi familia”. A. Espiño/R. Martínez

desde canadá
Se mantuvo el operativo toda la noche

··· Un barco del Servicio de Guardacostas canadiense, el CCGS Cygnus equipado con un helipuerto, viajaba a la hora del cierre de esta información hacia la zona del hundimiento. Esta embarcación, que opera en el Gran Banco de Terranova para monitorear las flotas pesqueras que trabajan allí, tenía previsto llegar a la zona del naufragio sobre las tres de la madrugada de este miércoles, ya que Canadá decidió mantener el operativo de rescate durante toda la noche en apoyo de los pesqueros que están en la zona. “Vamos a seguir las labores de búsqueda y rescate. Nuestro pensamientos y oraciones están con las familias de los tripulantes”, declaró el teniente comandante Brian Owens.

16 feb 2022 / 01:00
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