La ola de calor supone un duro golpe para el vino y se adelanta la vendimia

Los anuncios en búsqueda personal para vendimiar ya están inundando los portales de empleo, y es que la ola de calor que estamos viviendo este verano afecta especialmente a la uva, acelerando su proceso de maduración y obligando a los viticultores a prepararse para la época de cosecha antes de tiempo.

Este año, la vendimia está comenzando en la península entre 10 y 15 días antes de la fecha habitual, que acostumbra a ser más cerca del final del verano, algo que va en línea con una tendencia que comienza a situar al mes de agosto como el punto de partida para la recogida de uva debido al cambio climático y las olas de calor.

Denominaciones de origen como la riojana ya han anunciado el inicio de la época de cosecha, y Galicia va por el mismo camino, aunque por ahora está lleno de incertidumbre. A falta de recibir los informes de los consejos reguladores de las Denominaciones de Origen de nuestra comunidad (Valdeorras, Monterrei, Ribeira Sacra, Ribeiro y Rías Baixas), sí que se espera de manera generalizada que se adelante la cosecha o bien a principios de septiembre o incluso a finales de este.

Y es que muchas bodegas gallegas ya se están preparando para la cosecha, y de hecho desde la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Deputación de Pontevedra, avisaron el pasado 5 de agosto del inicio del pintado de la uva “y por lo tanto de la cuenta atrás para la vendimia”, debido a las condiciones climatológicas que hemos tenido a lo largo del mes. Tal y como lo exponen, son estas condiciones de sol y tiempo seco en general desde el mes de julio, las que “dispararon los comentarios de un previsible adelanto en la fecha de la vendimia”.

Un clima que ha hecho que la recogida de la uva haya comenzado ya de forma generalizada en la práctica totalidad del territorio español en las variedades más tempranas. De hecho, en el marco de Jerez la vendimia se adelantó al mes de julio, algo que nunca antes había ocurrido y que César Saldaña, presidente del Consejo Regulador de las D.O. Jerez, Xérès, Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, achaca al cambio climático.

Cambio climático. El calor es uno de los factores que más repercuten en el ciclo de cosecha, ya que acelera la maduración de la uva, un fenómeno que comienza a ser cada vez más habitual a causa del cambio climático, según han explicado expertos a Efe.

Tanto es así que “la excepción es ya empezar en septiembre”, según ha indicado el presidente del consejo sectorial vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias, Fernando Ezquerro, que apunta que, aunque el adelanto se ha dado en las variedades más tempranas, puede ampliarse en los próximos días a todo tipo de uva.

José Luis Benítez, de la Federación Española del Vino, explica que en las últimas décadas sí que se puede percibir ese adelanto generalizado del inicio de la vendimia. Ahora bien, hace dos años sucedió justo lo contrario y la época de cosecha fue tardía y estuvo marcada por la lluvia. Esto se debe al cambio climático, que si bien ha generado que la media de fechas de recolección se adelanten, también ha provocado “más variabilidad”, de modo que se dan “años muy tempranos y otros retrasados”, según el responsable del sector vitivinícola de la organización agraria COAG, Joaquín Vizcaíno.

“Se está normalizando el comenzar a partir de mediados de agosto y primeros de septiembre” ha señalado el responsable de vino de la organización agraria UPA, Alejandro García-Gascó Alcalde, “cuando lo habitual era a mediados de septiembre”.

Efectos en la producción. Por supuesto, las consecuencias del calor no solo tienen impacto en el momento de recogida del fruto. Según ha explicado a Efe el responsable técnico del sector del vino de la organización agraria Asaja José Ugarrio, con las altas temperaturas, la planta cumple su ciclo vegetativo más rápido pero la uva no se desarrolla tanto, y como consecuencia, los racimos son más pequeños.

En consecuencia, Ugarrio augura una merma en la producción, algo en lo que coinciden todos los especialistas consultados. “Estos calores hacen que los azúcares se vayan haciendo antes, la uva no desarrolla y sale en un calibre más pequeño, lo que supone un menor rendimiento en kilos”, ha expresado.

Por contra, la calidad que esperan los expertos es buena, entre otras cosas porque la falta de humedad evita todo tipo de enfermedad fúngica en la vid, como el mildiu o el oidio. Para Ugarrio, este adelanto confirma los primeros pronósticos para la campaña de este año, que será inferior a la media de los últimos 6 años de 42 millones de hectolitros pero también entre un 10 % y un 15 % menor a los 39,9 millones de hectolitros del año pasado.

Según Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, principal zona productora de uva de España, la cosecha a nivel nacional quedaría en unos 36,5 millones de hectolitros, un 10 % menos que en 2021.

En el caso Galicia, por ejemplo, este año el Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas auguraba en Julio en su Informe de Estimación de Cosecha 2022 que, en caso de ser las condiciones meteorológicas las “propicias”, en esta próxima vendimia podrían recogerse unos 41 millones de uvas. Ahora bien, contemplaban en el mismo que el caluroso mes de julio con abundante viento del nordeste y la ausencia de precipitaciones podía llegar a minorar la recogida de uva de esta campaña de vendimia, que aún no tiene fijada la fecha.

Sobre esto, la previsión del informe la situaba entre los 10 primeros días de septiembre, dentro de lo normal pero adelantado con respecto a la campaña anterior, aunque ahora pueda variar.