La próxima semana comienza el juicio contra el cura de los Salesianos de Vigo acusado de abusos sexuales

La vista contra el sacerdote, profesor de religión del Colegio Salesianos de Vigo acusado de delitos de abusos sexuales a menores ya tiene fecha y hora. Empezará el próximo martes, y está previsto que dure tres días, en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Se ha solicitado que se celebre a puerta cerrada, pero la sala decidirá al comienzo de la sesión después de oír a las partes.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Cambados se había encargado de investigar los presuntos casos de absusos por parte de Segundo C.V., un sacerdote que ejercía como profesor en el centro olívico. La magistrada apreció “bastantes indicios de criminalidad” en la actuación del cura al que se acusa de una docena de delitos sobre seis menores en un campamento de verano que tuvo lugar en Cambados, y que había organizado el propio colegio a través de la asociación juvenil Abertal, en 2019.

En el auto, la jueza había apreciado indicios de que el hombre pretendía “satisfacer su apetito sexual y de vulnerar la libertad e indemnidad sexuales de personas menores de 16 años que tenía a su cargo”, lo que le llevó a realizar tocamientos genitales a los menores.

Para hacerlo, se habría valido de su “superioridad jerárquica, derivada de ser sacerdote, profesor y director del campamento”. Además de este caso de abusos, la jueza abrió la posibilidad de que contase con antecedentes por casos similares, con dos menores en una peregrinación a Santiago en abril de ese mismo año, y a otro joven del que abusó en la propia asociación el día de la final de la Champions.

El sacerdote fue detenido en julio, tras las denuncias interpuestas por varios menores, y fue apartado de sus funciones en el colegio. El pasado año, en primavera, fue puesto en libertad después de una serie de apelaciones por parte de su defensa. La Audiencia Provincial decretó en marzo de 2020 su puesta en libertad bajo fianza de 12.000 euros, además de la retirada del pasaporte y la prohibición de acercarse a las víctimas.

La Fiscalía pide 67 años y medio de prisión. Por su parte, la acusación particular que ejerce la Fundación Amigos de Galicia solicita 30. Los familiares de tres menores, que ejercen acusación particular, reclaman 54 años de cárcel. Hay otras dos acusaciones particulares, que representan a otros dos menores, y cada una pide cinco años de pena.