“La renta mínima es necesaria para lograr la recuperación del consumo”

Estamos viendo, al parecer, pequeños brotes verdes en materia laboral, con avances en las afiliaciones y descensos del paro en mayo tras la debacle de marzo y abril. ¿Cómo será el ritmo de esa recuperación?

Va a depender de muchas variables hoy en día inciertas, pero en las condiciones actuales, desde un punto de vista económico, creo que la recuperación va a estar lastrada por las actuaciones y decisiones del Gobierno, ya que las que ha adoptado hasta ahora han sido muy poco afortunadas.

¿Cómo ve a Galicia en medio de esta crisis por el coronavirus frente al resto de España?

En Galicia los efectos de la pandemia desde el punto de vista sanitario, han sido menores que en otras partes del estado español, pero desde el punto de vista económico, los efectos han sido demoledores. Partíamos a nivel industrial, de una posición más débil que en el resto del territorio español y el industrial es un sector que se está resintiendo de forma notable, con caídas de demanda muy relevantes y también con problemas en la internacionalización. Otros sectores como el del turismo o el comercial están también en una posición muy debilitada. Galicia necesita una apuesta clara por el sector industrial, es importante incrementar su peso en el PIB. También el sector del turismo, sería importante aprovechar la oportunidad que puede suponer para nosotros el año Santo 2021.

¿Qué sectores son y serán más vulnerables?

Creo que los servicios, con carácter general, y el sector industrial.

¿Y qué actividades saldrán más deprisa de esta crisis?

Las empresas ligadas a la alimentación, que han tenido un importante crecimiento en estos meses, los servicios sanitarios, inteligencia artificial, comercio electrónico, sector farmacéutico y tecnológico.

¿Qué diferencias aprecia en esta recesión frente a la de 2008?

La crisis de 2008 fue una crisis de liquidez, colapso de las hipotecas subprime, que generó un shock tremendo de efectivo y en el mercado no había dinero suficiente para poder salir de la situación. La crisis actual ha sido provocada por la aparición de un virus a nivel global que ha colapsado los servicios sanitarios, y los gobiernos para contener la propagación, han adoptado medidas extraordinarias que han llevado a una paralización económica sin precedentes.

¿Hasta dónde puede caer la ocupación y elevarse el paro?

Con los datos del primer trimestre, el paro se situó en un 14,4 % de la población activa, lo que supuso un incremento de 6 décimas en comparación con el cierre de 2019, aunque este dato tan solo arroja el impacto de la pandemia en la economía durante las dos últimas semanas de marzo, cuando se estableció el estado de alarma. Hasta el segundo trimestre del año no veremos la dureza de la pérdida de empleo que hemos sufrido. ¿Hasta dónde podemos llegar?, va a depender mucho de cómo se produzca la desescalada y de las actuaciones y declaraciones del gobierno.

¿Considera una solución acertada el paraguas de las regulaciones temporales de empleo?

Creo que los ERTE han resultado ser un instrumento positivo para las empresas en este momento, ya que les permite mantener los puestos de trabajo, suspendiendo temporalmente los contratos con sus trabajadores y a estos les permite mantener también su puesto. Otra cosa distinta es la su gestión, que ha sido muy deficiente.

¿Y esos ceses bonificados a los autónomos, que nunca habíamos visto por estos lares?

En cuanto a los ceses bonificados los considero positivos, si bien es un derecho que tienen los autónomos, pero una vez más el procedimiento para poder beneficiarse del mismo, complica mucho su consecución. Por ejemplo, tener que solicitar un ERTE es algo que el empresario no entiende. Y es muy importante, fundamental, apoyar a la empresa, ya que es la espina dorsal de nuestro Estado de bienestar.

¿Y qué me cuenta de la renta mínima que se acaba de aprobar?

La renta mínima es importante que se establezca para recuperar el consumo, que es lo que necesitamos en estos momentos. Estoy a favor, pero por tiempo determinado.

¿Hasta dónde puede o debe llegar el papel del Estado?

Hemos visto como el Estado español no ha sido capaz de responder con eficacia y rapidez a los retos que ha tenido delante. Podemos constatar como aquellos países que abordaron en los últimos años una reforma profunda de las administraciones públicas, como Singapur, Corea del Sur, Dinamarca, o Alemania, entre otros ejemplos, han respondido con más éxito a la hora de afrontar esta crisis.

¿Y en cuánto al déficit?

En cuanto al déficit, algunos analistas prevén un déficit de hasta el 10% del PIB, en torno a los 120.000 millones de euros, además de un desplome económico del 9,7%. Es sin duda uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos.

¿Qué papel debe jugar la UE?

La UE ha fracasado en su papel de aportar soluciones a la emergencia económica provocada por la crisis del coronavirus. No ha sido capaz de reaccionar con premura, ambición y unidad. Es verdad que se han tomado una serie de medidas en el ámbito de la Comisión Europea, del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo, pero no han sido del calado que necesita la UE en estos momentos. Tan solo el Banco Central Europeo ha estado a la altura de lo que se requería.

¿Entiende las reticencias de los países nórdicos? ¿Habrá acuerdo?

El acuerdo es muy difícil. Más allá de posturas ideológicas y visiones de cada gobierno sobre cuales son las mejores soluciones para una crisis de esta naturaleza, chocan también posiciones en la opinión pública de cada país que limita la capacidad de acción. Además la percepción de los países del norte es que en los del sur aún hay mucha economía sumergida, corrupción y nepotismo. Pretenden que se aplique el modelo de austeridad de los Estados del norte de Europa.