La única iglesia románica de mármol de España es San Pedro Fiz, en O Incio

El románico en Galicia depara muchas sorpresas. Una de ellas es la iglesia de San Pedro Fiz, en la parroquia de Hospital, concello lucense de O Incio. Construida entre las montañas, rodeada de bosques autóctonos. La principal rareza de este templo es que para su construcción se dejó de lado el tradicional granito y se optó por el mármol del país. Extraído allí mismo, en O Incio, que también viajó hasta Lugo para suministrar material para la ciudad romana.

Este mármol, poroso y calizo, por lo que el aspecto no es el más reconocible, da a esta iglesia un brillo azulado cuando le da el sol y, según los visitantes, la tarde es el mejor momento para disfrutarlo, sobre todo en su fachada de poniente, adornada con una espectacular puerta con cuatro arquivoltas adornadas.

Esta es, pues, la única iglesia románica de España elaborada en su totalidad en mármol, y la sabiduría popular dice que desde esta hasta San Pedro del Vaticano no hay más que se les asemejen. Este es uno de los escasos templos así edificados del sur de Europa.

Tal y como explicó Henrique Alvarellos en 2004, en su obra Galicia en cen prodixios, en esos lugares fue donde el escritor Ánxel Fole se inspiró para escribir partes notables de su obra. En su obra Terra brava asegura: “Este paisaje es unas veces suave y amorosa; otras, recia, severa y grandiosa. Mejor dicho, los dos tipos de paisaje se dan la mano”.

La iglesia de San Pedro Fiz de Hospital es un templo románico de finales del siglo XII. Fue mandado construir por la Orden Militar de San Juan de Jerusalén o de Malta, con la idea de servir de centro de atención a las personas necesitadas y a los peregrinos. No se encuentra exactamente en el Camino de Santiago, sino en un desvío, pero en su momento era muy visitada por los romeros hacia Compostela.

La nave es de planta rectangular, mide 18 m de largo y 7´70 m de ancho, y por la estructura que tiene y su forma todo hace pensar que nunca llegó a estar totalmente concluida en su forma original, explica el blog galiciapuebloapueblo.

Cuenta con tres portadas. La principal, la de poniente, tiene en su puerta cuatro arquivoltas adornadas que acaban en cuatro columnas también trabajadas con motivos florales o geométricos. Además, como rareza, toda ella está rodeada de una greca en zigzag. En Galicia tan solo se repite en San Pedro de Bembibre, en Taboada (Lugo), según asegura arquivoltas.com en su página web. En lo alto, una cruz de Malta añadida a posteriori.

En otra portada solo hay dos arquivoltas, siendo menos espectacular que la primera, aunque destaca la cruz de Malta que decora su tímpano, original en este caso.

El interior del templo vuelve a sorprender por el mármol de su construcción. Es sobrio, pero la luz natural y la artificial hacen que se vean los tonos blanco-azulados de sus paredes y columnas.

Destaca el Cristo. Colgado por cadenas en el centro, está clavado por cuatro clavos y no tres como es lo habitual. Realizado en madera, su cara parece estar riendo.

También se puede ver la tumba de fray Álvaro de Quiroga, comendador del Priorato Sanjuanista de Portomarín y probablemente también del de O Incio (S. XV). Hay una leyenda según la cual si se abre su sepultura, se derrumbará la iglesia sobre el que lo haga, explica arquivoltas.com.

Cerca de la iglesia se encontraron restos de fortificaciones y enterramientos abiertos en losas que se catalogaron como romanos. El conjunto también cuenta con una torre reconvertida en campanario, que tenía función defensiva para los Caballeros de la Orden de Malta.