Las Fuerzas Armadas, si son necesarias, ya están preparadas para vacunar

En plena reorganización del Ejército de Tierra, implementada en el inicio del presente año, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, si es necesario, colaborarán en la campaña de vacunación contra la COVID. Son los dos mensajes relevantes que señaló en su discurso el general de división, Juan Francisco Arrazola Martínez, jefe del nuevo Mando de Apoyo a la Maniobra, y máxima autoridad militar en el noroeste peninsular. Lo hizo durante la celebración de la Pascua Militar en el Palacio de Capitanía de A Coruña, sede de su cuartel general.

“Las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil continuaremos proporcionando seguridad a la ciudadanía en el marco de la operación Misión Baluarte, estando previsto apoyar también, si es necesario, en la campaña de vacunación contra el virus”, expresó el general Arrazola en relación a la misión de apoyo actual que el estamento militar está realizando con los rastreadores, entre otras funciones.

MISION BALUARTE. Recordó que previamente, a lo largo de la primera proclamación del estado de alarma, durante 98 días se puso en marcha la Operación Balmis. En ésta se realizaron “más de 20.000 intervenciones en todo el territorio nacional”, un esfuerzo que ahora sigue con la Misión Baluarte. Todo ello “sin descuidar el resto de sus cometidos”, puntualizó el general. Hay que señalar que precisamente el ámbito sanitario de todo el Ejército se encuentra bajo el nuevo Mando de Apoyo a la Maniobra, heredado de la ya desaparecida Fuerza Logística Operativa.

Este año, la Pascua Militar se celebró de forma restringida, a causa de la normativa sanitaria en vigor, dentro del Palacio de Capitanía, inmueble de mediados del siglo XVIII. Fue con un sencillo acto castrense en su Patio de Armas, y posteriormente en el Salón del Trono, en la primera planta, se procedió a la imposición de condecoraciones civiles y militares, entre ellas la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco al doctor José Carro Otero, presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, por su dilatada trayectoria de colaboración con la Sanidad Militar de las Fuerzas Armadas.

El acto concluyó con el discurso del general Arrazola, quien en su balance del año 2020 lamentó que estuviera “tristemente marcado por la gran tragedia que ha supuesto y sigue suponiendo la COVID, una pandemia que ha provocado irreparables pérdidas humanas y materiales”.

“En esta situación de calamidad, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil hemos estado al lado de la sociedad de la que procedemos y a la que servimos incondicionalmente para contribuir a la protección de los ciudadanos y aliviar las penalidades”, dijo, y recordó: “Además de seguir realizando las desinfecciones cuando es requerido, se está apoyando a las comunidades autónomas en el rastreo y la vigilancia epidemiológica”.

MAYOR MANIOBRABILIDAD. En cuanto a la reorganización del Ejército de Tierra, destacó la versatilidad que adquiere con su nueva estructura, al ganar en eficacia y simplificar la toma de decisiones para afrontar cualquier tipo de apoyo a las misiones, tanto internacionales como nacionales, en los despliegues que las fuerzas terrestres tengan que efectuar.

Pero también, con vistas al año que comienza, el general Arrazola, expresó que en lo concerniente a la Guardia Civil, además de marcarse el objeto de seguir con la reducción de los índices de delincuencia en todos los terrenos –aunque puso énfasis en la ciberdelincuencia que se está produciendo en los últimos tiempos–, también puso en valor la importancia que tiene garantizar la seguridad ciudadana durante el largo Xacobeo que durará dos años.

En el acto, entre otras autoridades, estuvieron presentes el delegado del Gobierno, Javier Losada; en representación de la Xunta, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, y además las representaciones del Concello de A Coruña, la Audiencia Provincial, la UDC, y los principales mandos de los ejércitos de Tierra y Aire, y de la Armada.