Las rebajas fiscales serán el centro de la política de Rueda

Arropado por Feijóo y en medio de la expectación de todos los miembros del Parlamento gallego, el hasta ahora vicepresident de la Xunta, Alfonso Ruda, expuso este martes su propuesta política para “seguir mejorando Galicia”, tratando de convencer –aunque sin mucho éxito a tenor de sus expresiones– a los líderes de la oposición para que lo votasen como sexto presidente de la comunidad. BNG y PSdeG ya anunciaron que votarán en contra.

En lo que fue un breve discurso, de poco más de hora y media, más breve de a lo que estábamos acostumbrados con Feijóo, Rueda concentró sus esfuerzos en hacer entender que “yo solo soy un caminante más” dentro de la Xunta, con el objetivo de “afrontar el futuro de Galicia para que nuestros hijos hereden una tierra más próxima”.

Con ese propósito, centró gran parte de sus propuestas en las rebajas fiscales, algo que a nadie pilló por sorpresa, pues van en la línea con lo ya demandado hace apenas tres semanas por el actual líder del PP nacional al presidente Sánchez: reducción del IRPF, del IVA y del Impuesto de Sociedades, para poder ayudar a las familias, sobre todo a las más desfavorecidas, a sobrellevar la disparada inflación de precios.

Para Rueda, gracias a las políticas económicas emprendidas en el año 2009, “hoy Galicia es un lugar mejor para vivir que hace trece años”, pues la “criticada racionalización de las cuentas públicas por parte de la oposición” dió sus frutos y, en lugar “de seguir gastando y ampliando las facturas sin pagar en el cajón”, se logró “una Galicia libre de cargas” que no necesitó en ningún momento la intervención ni el rescate del Gobierno central, como otras CC AA.

Y, precisamente, aseguró que es ese “saneamiento” el que permite a Galicia tener más capacidad de invertir el excedente de 400 millones de euros ahorrados en deuda desde 2009. Esa inversión, tal y como comprometió Rueda, irá directamente “a las economías de las familias” a través de múltiples ayudas y subvenciones.

PALIAR CON MEDIDAS LA DISPARADA SUBIDA DE LOS PRECIOS. Por un lado, recordó que en esta nueva campaña de la renta, “cada gallego ahorra una media de 400 euros gracias a las rebajas aprobadas por la Xunta”. Además, en el ámbito rural, “también pagan menos e incluso nada en el impuesto de patrimonio y sucesiones”. Lo mismo para las rentas más bajas. Y, con el objetivo de seguir en la misma línea, Rueda se comprometió a lograr una serie de ambiciosos objetivos.

“En 2023 reduciremos el primer tramo del IRPF del 9,4 % al 9 %, situándonos como la segunda comunidad autónoma de España con menos impuestos para las rentas más bajas”, aseveró, añadiendo que, “las personas que no superen los 12.450 euros anuales pagarán un 4,3 % menos, y los que no superen los 20.200, un 2,4 % menos”. Traducido a valor contable, supone que uno de cada cuatro euros de los que pagaban en el año 2009 serán ahorrados.

Tras esta nueva rebaja fiscal, calculó que “los impuestos de los hogares serán más de un 25 % más bajos que en el 2009”, algo que consideró fundamental para “estar al lado de las familias que más lo necesitan ante la subida de los precios de los productos esenciales por la inflación”. Consciente de que las familias vulnerables no solo son aquellas que tienen muchos hijos, apostó porque “las familias con dos hijos menores de 25 años contarán con los mismos beneficios fiscales –a efectos del IRPF– que las familias numerosas”. Y, a partir del tercer hijo, 250 euros extra por cada uno.

FEIJÓO COMO REFERENTE. Apoyándose de forma reiterada en “la confianza que han depositado en nosotros (el PPdeG) los gallegos durante todos estos años”, después de las cuatro mayorías absolutas de Feijóo, se refirió a la “normalidad excepcional” de Galicia, pues “nuestra tierra goza de inigualada estabilidad”, lo que le lleva a “marcar el rumbo del resto de España”. Y, para el, con casi total seguridad, futuro presidente de la Xunta, mantener esa constante será la prioridad.

“Con Feijóo aprendí el verdadero significado del servicio público”, aseguró Rueda, al que también le quedó tiempo (pese a la brevedad de la intervención) para alabar el paso del actual líder del PP por el Gobierno gallego, al que consideró un “gallego ejemplar” y al que dió “las gracias, gracias, gracias” por “situar los intereses de todos por encima de los suyos propios”.

SEGUIRÁ APELANDO AL ‘SENTIDIÑO’. De hecho, y al más puro estilo Feijóo, volvió a optar por la manida palabra ‘sentidiño’ para definir la forma en la que gobernará Galicia, poniendo “el bienestar de las personas” por encima de los intereses propios o de las diferencias de cada formación política. “Lo moderado es mejor que lo extremo”, proclamó, afirmando que “así es el pueblo gallego, moderado, humilde, trabajador, entregado y familiar, orgulloso, pero nunca soberbio”.

Con todo, aseguró que “yo no quiero ser presidente de la Xunta para fotocopiar las últimas páginas de la historia de Galicia, aunque sean memorables, sino para escribir algunas de las mejores líneas de nuestro futuro”. Trabajo, familia y futuro, los tres ejes fundamentales de su política, marcarán dentro de, si todo marcha según lo previsto, apenas una semana, el devenir de la comunidad durante los próximos 2 años.