Llamamiento unánime a la prudencia el fin de semana

Llega un fin de semana que, tradicionalmente, es de muchas fiestas en gran parte de Galicia. Un fin de semana en el que el tiempo va a acompañar, invitando a la celebración. Y aunque no será como en los veranos de la vieja normalidad, sí que están previstos programas festivos en muchas localidades.

Este panorama genera cierta inquietud en las autoridades sanitarias gallegas. Temor a que, ahora que se ha conseguido contener y se empieza a doblar la quinta ola de la pandemia, se pueda dar un falso que haga descarrilar la mejoría de la situación epidemiológica. Por eso, mandan un mensaje apelando a la prudencia ciudadana.

En todo caso, habrá un refuerzo del control por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se trata de vigilar el cumplimiento de la normativa sanitaria y evitar las grandes aglomeraciones

Es el acuerdo al que se llegó en la reunión de coordinación presidida por el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, y en la que participaron, entre otros, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña y la directora xeral de Saúde, Carmen Durán, así como mandos de las policías locales de las principales ciudades y responsables de la Guardia Civil, la Policía Nacional y Autonómica.

Los agentes van a vigilar, de forma especial, los lugares de ocio nocturno y la celebración de fiestas privadas y botellones que, tal y como recuerdan, “están prohibidos”.

En el encuentro también se habló de los escenarios que se pueden dar durante este fin de semana, a la espera de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia tome una decisión sobre la posibilidad de exigir el certificado COVID.

Alfonso Rueda, apeló a la responsabilidad y recordó que, mientras la totalidad de la población no esté vacunada, las normas siguen siendo de obligado cumplimiento. Por eso, los agentes van a vigilar, sobre todo, que se respeten las limitaciones en este fin de semana festivo. Las multas por participar en botellones oscilan entre los 200 y los 300 euros para cada uno.

El vicepresidente volvió a pedir “sentidiño” y se dirigió, una vez más, a los jóvenes invitó a comportarse de forma prudente y recordó que “independentemente de que estean ou non vacinados, as normas son para todos”.

También recordó que los contagios se producen, sobre todo, en los encuentros familiares, y mostró su agradecimiento a los cuerpos y fuerzas de seguridad por su labor de vigilancia.

Julio García Comesaña, por su parte, puso encima de la mesa que se van a juntar varios factores de “perigosidade”. Se refería al buen tiempo, a las vacaciones y a la celebración de fiestas populares, a las que hay que sumar la sensación de “euforia” de los vacunados, con la falsa sensación de seguridad.

Por eso, y pese a que más del 70% de la población está vacunada, señaló que el “virus segue circulando e pode facer aínda moito dano”y volvió a reclamar mantener altas las precauciones.

Abel Caballero apela a la sensatez. Ya a nivel municipal, elcalde de Vigo, Abel Caballero, advirtió de que se reforzará la vigilancia policial para evitar “botellones indebidos e indeseados, fiestas ilegales y reuniones mal hechas”, y llamó no cometer "insensateces" porque los contagios no solo repercuten en la salud, sino también en la economía. El regidor constató que, a la luz de la evolución de la pandemia, la ciudad va “por buena senda”, reduciendo progresivamente la incidencia acumulada, pero incidió en que esa tendencia debe mantenerse y recordó que un botellón este fin de semana significará nuevos contagios en próximos días.