Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Los autónomos, en caída libre y sin perspectivas de relevo generacional

La sangría continuará en los próximos meses, avisa Feaga // En tres años se jubilarán 500.000 en España y sus negocios están en el aire // “En estas condiciones ni es atractivo ni es viable”, admiten

“Ahora mismo el autoempleo está en declive. Todo va en contra”. Son las desesperadas palabras de Francisco Javier Pérez Bello, presidente de la Federación de Autónomos de Galicia (Feaga), quien alerta de que, aunque los miembros del citado colectivo eligieron este modo de vida y son “emprendedores por vocación”, en el actual escenario crear un negocio por cuenta propia “ni resulta atractivo ni es viable”.

En una línea similar, el delegado en Santiago de la Federación Galega de Comercio (FGC), José Antonio Seijas, constata que cada vez se están cerrando más pequeñas tiendas: “No hay más que ir por la calle y ver la cantidad de locales que hay con el cartel de ‘Se vende’ o ‘Se alquila’”. Y gran parte de los que siguen levantando la persiana cada mañana, indica, “están deseando jubilarse”, porque la situación es límite. Un retiro que implicará a la vez la desaparición del negocio, pues no hay nadie detrás que recoja el testigo.

Antes, prosigue Seijas, “los comercios pasaban de padres a hijos e incluso a nietos. Hoy no”. La caída en picado de la facturación por causa de la pandemia, la inflación por las nubes y la irrupción de las ventas on line, sumado a los elevados impuestos o a las jornadas interminables detrás del mostrador para obtener un rendimiento que “en muchísimos casos no llega a los mil euros” al mes, cuantifica, está claro que no son el mejor anzuelo para enganchar a las nuevas generaciones.

Una fotografía que respaldan los últimos datos del Gobierno central, en los que se refleja que Galicia cerró el mes de julio –un período tradicionalmente bueno para la creación de empleo– con 208.020 autónomos, lo que supone una pérdida neta de 789 profesionales desde el principio del año. O, dicho de otro modo, cada mes se dieron de baja más de un centenar de estos trabajadores. “Y lo peor está por venir”, avanza Pérez Bello desde Feaga. Del total de autónomos que se cuentan en Galicia, 84.756 están en la provincia de A Coruña; le sigue Pontevedra, con 67.875; Lugo alcanza los 32.397; y cierra Ourense, que, por primera vez, baja de la barrera de los 23.000 y finaliza julio con 22.992 autónomos. “Un drama”, zanja.

Por si fuera poco, añade Pérez Bello, la situación, “lejos de mejorar, empeora cada día”. España, explica, es la única economía de la Unión Europea que no recuperó el PIB pre-covid; la morosidad (deuda comercial) aumentó un 42 % en el primer trimestre del año; el periodo medio de pago de las facturas ha aumentado unos 83,9 días de media desde el inicio de la pandemia; el final de la moratoria concursal disparó los concursos de acreedores en un 58 %, mientras la creación de empresas en Galicia se desploma en un 33 %, el doble que en España; y la deuda pública bate su récord histórico y supera ya los 1,47 billones de euros.

De cara al balance del mes de agosto, un mes en el que siempre se destruye empleo y sube el paro al terminar la temporada estival y, con ella, los contratos vinculados al turismo, el propio ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, estima que el descenso de trabajadores se situará en 187.000 personas de media, aunque sostiene que será algo menos de lo habitual en años previos de crecimiento económico. Pérez Bello tampoco ve el final del pozo en septiembre, octubre o noviembre. “La sangría no cesa”, sostiene.

Con estas cartas sobre la mesa, el responsable de Feaga advierte, en sintonía con Seijas, sobre el negro panorama que pinta para el futuro de los autónomos si no se mejoran las condiciones actuales. Del total de 3,3 millones que hay en España, en los próximos tres ejercicios calcula que se jubilarán unos 500.000, cuyos negocios no tienen garantía de continuidad ante la falta de relevo generacional. “Muchos de ellos superan ahora los 60 años y sólo están aguantando para poder jubilarse”, coincide.

Hacerse rico, desde luego, no es un incentivo para aquellos jóvenes que piensen en continuar con el establecimiento familiar. Los números indican que los ingresos mensuales de 1.200.000 autónomos no llegan a 1.200 euros, mientras que un millón trescientos mil no superan los 1.700. Sólo 753.000 ganan más de esa cifra.

Ante esta situación, en palabras para EL CORREO GALLEGO, el presidente de la Federación de Autónomos de Galicia reclama un “cambio radical en las políticas públicas”, sobre todo en las tocantes a la energía, la economía y la fiscalidad. Es importante, apuntan, “que se refuerce la producción propia de todas las fuentes de energía disponibles”, una “profunda reforma fiscal con rebajas impositivas”, una “reducción drástica del gasto público” y “una moratoria en la aplicación del sistema de cotización por ingresos de los autónomos”. A su entender, la clave está en una fiscalidad y un sistema de cotización “más justo y menos agresivo”, resume.

A todo ello se unen otros obstáculos como la inflación, que ahoga al pequeño comercio entre las subida de la factura de la luz, de los combustibles o el elevado coste de la materia prima. Y todo ello en un momento en el que las ventas por Internet, “a las que los negocios de proximidad no hemos sabido o no hemos podido adaptarnos”, reconoce Seijas, están poniendo entre las cuerdas a las pequeños tiendas, que tienen que hacer frente a los gigantes digitales.

Hay muchos comercios que se quedan por el camino: se ven abocados al cierre. y, como llaman la atención los dos profesionales consultados por esta casa, cuando uno de estos establecimientos baja la persiana para siempre, no solo se queda en paro el dueño, sino también sus empleados. Sufren sus familias y también otros negocios, ya que desciende el consumo.

“Suben precios a ambos lados del mostrador”

Ribeira. Nardo Mariño Fernández, autónomo, lleva tres décacas al frente del establecimiento Congelados Marina en la plaza de abastos de Ribeira. Dice que, a lo largo de todo este tiempo, ha conocido muy de cerca otras crisis económicas en las que le tocó lidiar “con subidas de precios de uno y otro lado del mostrador”. “De momento estamos en el verano; las consecuencias de esta escalada de precios en suministros que nos son claves, como la electricidad o los combustibles, las veremos a final de año. Y es que, por ahora, estamos teniendo buenas ventas. Cuando lleguen septiembre y octure probablemente ya contestaré de otra forma”, comenta.

Y es que Nardo Mariño tiene claro que “cuando los turistas regresen a sus lugares de origen, el consumo será sólo local, y se reducirá”.

“En mi negocio, yo dependo totalmente de la electricidad, y actualmente estoy pagando por ese concepto aproximadamente un treinta por ciento más que el año pasado”, comenta. Las consecuencias para el consumidor son claras: “Los precios los tuvimos que incrementar en todos los productos, evidentemente, en un porcentaje de entre un cinco y un diez por ciento”, explica Mariño. Y es que, en su caso, “los productos ya nos llegan encarecidos”.

Nardo dice ver el futuro “complicado”, pero, con todo, se muestra optimista y prefiere “mirar el presente”. “Trabajando como hemos venido haciendo toda la vida, las crisis se superan. Siempre hubo altos y bajos en el camino. Pero comer hay que comer; vivir hay que vivir. Y, al final, si no vas a comprar a un lado, vas a comprar a otro”, señala.

Respecto a las medidas que cree conveniente adoptar para adaptarse a las actuales circunstancias, explica que “yo no carezco de productos a la venta por el hecho de que los precios suban”, pero no se plantea hacer ajustes en su negocio.

En su opinión, “siempre hay situaciones económicamente delicadas, en mayor o menor medida. Sales de las Navidades y enfilas la cuesta de enero. Y cada cierto tiempo, hay una crisis gorda. Pero, de momento, ninguna lo fue como la que generó la explosión de la burbuja inmobiliaria. Aquella sí que fue preocupante, porque mucha gente se quedó sin trabajo. Pero, habiendo empleo, hay dinero para intentar salir adelante”, señala Mariño Fernández.

Pero, a pesar de su moderado optimismo, este comerciante ribeirense le pide al Gobierno central que adopte una medida que considera urgente: “Sobre todo, que controle los precios de la electricidad y de los combustibles, porque son el motor de la economía y la base del encarecimiento de todos los productos y servicios”, dice. suso souto

“Cada vez se destina menos presuposto a ocio”

Melide. Desde Asetem-CCA, la Asociación de Empresarios y Empresarias da Terra de Melide denuncian que la subida de la luz “supón un forte encarecemento dos gastos ao final de cada mes. Isto provoca que para poder obter os mesmos beneficios que hai un ano haxa que vender ou producir o dobre”, apuntan.

Por otro lado, indican que el combustible también está incrementando los gastos de manera doble: “por unha banda para as empresas dedicadas ao transporte de mercancías para as cales encher o depósito para facer o seu traballo implica pagar o dobre ou máis de combustible, mentres que os prezos dos servizos se incrementan en menor medida, unha situación que os autónomos e autónomas do sector cualifican de insostible. Pola outra banda, os comercios e establecementos vense afectados por esta suba dado que os transportistas teñen que subir os prezos do transporte dos materiais para poder facer fronte ao pago do combustible. É certo que nestes intres o Goberno do Estado ten vixente unha bonificación para que o combustible saia un pouco máis barato pero non é nin de lonxe suficiente”, explican los miembros de la asociación.

Con respecto a la subida de la inflación, consideran que lo que consigue es que la gente pierda poder adquisitivo y reduzca todo consumo que no sea básico. “Un exemplo que amosa esta situación é o feito de que parte da poboación cada vez destina menos presuposto a ocio, roupa ou calzado e na alimentación apostan por mercar marcas brancas ou de prezo inferior. Con estas circunstancias, os comercios obteñen un menor beneficio, dado que venden menos, polo que os propios responsables das tendas non poden gastar tampouco ao mesmo tempo como lles gustaría”, advierten.

“Neste contexto da suba dos prezos son moitos os comerciantes que deciden paliar o incremento dos prezos á clientela asumindo esa menor porcentaxe de marxe de beneficio, xa que os produtos soben os prezos e eles non o trasladan á clientela. Isto supón, nalgúns casos, que os responsables dos establecementos teñan que despedir aos empregados para poder recortar gastos e non subir os prezos ao cliente final”, indican desde la entidad.

La Asociación de Empresarios y Empresarias da Terra de Melide tiene como finalidad principal apoyar y ayudar al sector empresarial de la comarca y, para conseguirlo, se necesitan recursos tanto económicos como personales. “No referente aos recursos humanos sería moi beneficioso que a Administración recuperara os contratos de cooperación cos que mozos e mozas sen experiencia laboral previa se podían contratar, con fondos do Estado, para que obtiveran un primeiro contacto co mundo laboral. Un sistema que beneficiaba tanto a empresas como á mocidade”, señalan.

“No caso da nosa asociación tivemos varias persoas contratadas por este sistema e isto permitía ofrecer máis e mellores servizos aos nosos asociados. Nesta liña cremos que as axudas á dixitalización que se están dando dende diferentes administracións, coas que estamos dacordo porque o comercio local tense que adaptar aos novos tempos, tamén deberían estar enfocadas a contratar persoal para que os comerciantes poidan manter actualizadas as páxinas web ou redes sociais”, considera la entidad. c. eSTÉVEZ

“Prefiro non ir ó mar que traballar para o aire”

Ribeira. Para el mariscador ribeirense José Manuel Francisco Dios, “case non vale a pena saír faenar: é moi complicado traballar nestas condicións”, porque “mentres que os prezos dos produtos e servizos dos que dependemos para traballar non deixan de subir, a nós págannos o mesmo”. Al respecto añade que “os peixes e mariscos cotízanse nas lonxas máis ou menos sempre ós mesmos prezos, salvo en épocas moi puntuais, como o verán ou o Nadal, pero non sucede así coa electricidade ou cos combustibles”.

Con todo, añade que “alguén gaña moito: os intermediarios. Porque non pode ser que un comerciante merque unha lubina na lonxa a vinte euros o quilo e logo a coloque no mercado a corenta euros”.

“Moitos días prefiro non ir traballar que estar perdendo cartos. Gaño menos, pero tamén pago menos impostos”, indica en este sentido.

En lo tocante al encarecimiento de la corriente eléctrica, explica que “pasei de pagar setenta euros cada dous meses a unha media de cento dez euros cada mes. Logo, se as gañancias son cada vez menos e a electricidade está cada día máis cara, dificilmente se pode sacar adiante unha actividade profesional”.

En una jornada de marisqueo a flote, este ribeirense gastaba hace un año treinta euros en combustible para su embarcación; en la actualidad, según asegura, “teño que gastar uns cincuenta euros”.

José Manuel reconoce que “eu, en certo modo, teño sorte, porque tamén traballa a miña muller, e non temos fillos que manter. Pero póñome na pel de quenes teñen unha hipoteca, ou algún membro da súa familia no paro, ou que teñen fillos, ou un familiar enfermo”, comenta.

Respecto a la dificultad para afrontar las obligaciones tributarias en el momento actual, explica que “non nos queda outro remedio, pero, como gaño menos, a final de ano o Estado devólveme cartos. Prefiro traballar menos e que me devolvan cartos”. En este sentido, indica que hasta hace unos meses también tenía una lancha destinada a rutas de turismo náutico por la ría de Arousa, pero que la tuvo que vender porque “gañaba máis cartos, pero ó mesmo tempo pagaba moito máis. A triste conclusión é que non me cubre gañar máis cartos”.

Pero este mariscador de Aguiño, autónomo, pone sobre la balanza otro factor que juega en contra de su actividad profesional: “Cada vez hai menos recursos no mar; menos percebes, menos ameixas...”.

Finalmente, José Manuel Francisco Dios concluye señalando que “algúns días eu prefiro non ir faenar ó mar e quedarme quieto na miña casa, antes que ter que ir traballar para o aire”. suso souto

04 sep 2022 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.