Los ‘geos’ de la Armada eligen las frías aguas gallegas para adiestrar

Mucho gente recuerda en Galicia cuando los piratas somalíes abordaron el Alakrana (2009) o el rescate de la francesa Evelyne Colombo en aguas del Océano Índico (2011). Fueron dos operaciones en las que participaron efectivos de la Fuerza de Guerra Naval de la Armada española, los geos o, más bien, un equivalente a los Seals norteamericanos. En la recuperación del atunero español, a pesar de haberse pagado ya el rescate, fue clave la presencia de los efectivos de este grupo de elite español cuyos paracaidistas estaban preparados para abordar la embarcación. Solo la decisión pacifista del Gobierno de Rodríguez Zapatero paralizó un operativo que había sido diseñado al milímetro.

Distinto fue el caso del secuestro de Evelyne, que viajaba a bordo del catamarán Tribal Kat junto a su marido. En un esquife pirata se llevaron a la mujer para pedir un rescate. El buque Galicia, con uno de los grupos de estas fuerzas especiales de elite a bordo, se encontraban en las inmediaciones. Fueron alertados por otro barco de guerra alemán. No dudaron en salir al encuentro de los desalmados. En dos lanchas neumáticas se embarcaron el entonces capitán López de Anca y una docena de su hombres; en un helicóptero otros cuatro hombres, tiradores de elite, con la tripulación.

Fueron momentos muy intensos en los que incluso tuvieron que regresar al Galicia ya que no recibían autorización para actuar. Por fin Nicolás Sarkozy había convencido a Zapatero para que intervinieran los Seals españoles. Y vaya si lo hicieron: salvaron a la mujer de las garras de unos criminales que horas antes habían acabado con la vida de su marido en el catamarán.

El abordaje que realizaron al esquife es una de las maniobras que hoy en día se estudia en todas las academias militares del mundo por el despliegue táctico en lanchas y helicóptero, la puntería del tirador, la limpieza de la operativo, por la audacia desplegada y por el arrojo mostrado por los militares que forman parte de este grupo de Infantería de Marina: uno de ellos nada más saltar al esquife pirata lo primero que hizo fue cubrir con su cuerpo al de la mujer francesa para que no le ocurriera nada en el tiroteo.

Lo más granado de la Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada, lo más destacado de este grupo de fuerzas especiales que actúan por distintos puntos del globo, aterrizó este último fin de semana en Galicia para realizar unas maniobras de ejercicios y adiestramientos en aguas y clima frío atlántico. Estos días “la unidad realizará diversos adiestramientos y ejercicios propios de una unidad de su índole, como son saltos paracaidistas al agua, buceo de combate o colaboración con diferentes plataformas nava- les para adiestramiento en operaciones de interdicción marítima”, según fuentes de la Armada.

Durante su despliegue en Galicia, que se prolongará hasta el día 23, instalarán su base de operaciones en la Escuela Naval Militar en Marin, realizando ejercicios en diferentes localizaciones de Pontevedra y desplazándose así mismo a Ferrol para realizar pruebas y colaboraciones con los alumnos de las escuelas de la Armada de esta localidad”.

La Fuerza de Guerra Naval Española, además de participar en la operación Atalanta en el Índico de apoyo a los barcos españoles (muchos de ellos gallegos) que faenan en caladeros de atún, se desplegó en Líbano, Senegal o Haití; llevó a cabo misiones de seguridad cooperativa en Cabo Verde y acudió a Bagdad para prestar asistencia militar a las fuerzas especiales iraquíes en la lucha contra el terrorismo del Daesh.