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La comunidad, novena potencia forestal en toda Europa, que en 2021 y a pesar de nuevo de la pandemia, fue capaz de rozar los diez millones de metros cúbicos de materia prima cortada y 2.500 millones de € de volumen de negocio, pero ese es solo el comienzo: su potencial a pie de obra es inmenso TEXTO Santi Riveiro

Más madera, la clave para la construcción sostenible en Galicia

Casas, miradores, rascacielos o edificios públicos con alma forestal. Los expertos coinciden en señalar “el siglo XXI como el siglo de la madera”, destacando especialmente sus propiedades ambientales, al ser renovable, biodegradable y neutra en emisiones de gases de efecto invernadero. Acudimos al Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia (CMD) para medir el impacto quepondría tener un incremento en su utilización para la economía autonómica, que consideran muy importante, destacando desde su importancia en la creación de puestos de trabajo en las zonas rurales a la gestión de los bosques para la reducción del riesgo de incendios.

“Sus posibles aplicaciones son múltiples, se trata del material más versátil del planeta”, argumentan. Los campos más prometedores para la madera como material son el sector de la construcción, la industria textil y la petroquímica. “La tecnología para todos esos usos ya está disponible y es viable”, pues las industrias del sector han estado “los últimos 20 años trabajando en gran cantidad de innovaciones que esperan materializarse ahora”.

Gracias a la madera contralaminada, señalan desde el Clúster, el de la construcción es uno de los campos más avanzados en ese resurgir de la madera. Existe una enorme oportunidad de la madera para edificación para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2 en el sector de la construcción, uno de los ámbitos económicos con mayor impacto ambiental.

“Por cada tonelada de madera que sustituye al cemento, evitamos emitir dos toneladas de CO2, según diferentes estudios”, detallan sus expertos. Se espera que el mercado de la madera laminada cruzada (CLT) crezca anualmente un 15 % y se expanda hasta 2.300 millones de dólares –algo más de 2.027 millones de euros al cambio actual– para 2025.

“Además, hay algo que va más allá”, señala el colectivo que preside José Manuel Iglesias y que cuenta en la gerencia con Ricardo González, apuntando que “la madera la asociamos con artesanía, tradición, con el medio rural. Nos transmite confort, calidez, tiene textura”, destacan, alegando que “conecta con las necesidades de las personas”.

“El futuro del sector de la madera se antoja ilusionante”, apuntan desde el CMD. “Nos encontramos en una situación favorable por todas las características sostenibles del material que hace que esté llamada a desempeñar un importante papel en el futuro sostenible al que se debe caminar”. Es, sin duda, una de las áreas que debe mimar la estrategia de los fondos Next Generation UE.

Destacan desde el Clúster que así lo ven también los principales inversores. ¿La prueba? El informe Retos y Perspectivas de Inversión en Galicia 2022, elaborado por BDO Spain a partir de la opinión de empresas del tejido productivo gallego y de firmas de inversión de capital privado, se sitúa a la industria forestal-madera como uno de los cinco sectores más atractivos para la inversión en Galicia. “Por primera vez, la industria forestal se coloca entre los cinco sectores más atractivos de la economía gallega para atraer inversiones, vinculado con el desarrollo de la sostenibilidad y el uso de materiales naturales como la madera”, alegan.

Uno de los grandes ejes de la unión de construcción y madera es la Unidad Mixta de Investigación (UMI) de Finsa y la USC a través de la Plataforma de Ingeniería de la Madera Estructural (Pemade).

Estrategia fabril y forestal gallega. Recientemente el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presentó la renovada Axenda de Impulso da Industria Forestal e da Madeira, que de la mano de la Axencia Galega da Industria Forestal (XERA), inyectará 58 millones de apoyo público para movilizar inversiones totales por 140 millones con 700 empresas beneficiarias.

En esa cita se habló sobre las tensiones en el mercado global de la madera, donde la demanda supera ampliamente a la oferta y seguirá incrementando los precios de esta materia prima, además de aportar datos que certifican que, a pesar de la pandemia, Galicia es la gran reserva arbórea de España, manteniendo mucho más de la mitad de las cortas totales. Si atendemos a las previsiones planteadas en la puesta de largo de la Axenda de la industria forestal, hablamos de un récord histórico de casi diez millones de metros cúbicos de madera cortada (9,98) y de un volumen de negocio que supera los 2.500 millones, mejorando la plusmarca que se mantenía desde hace tres lustros, en el año 2017.

Más allá de las burbujas de precios que para especies como las coníferas advierten expertos como Juan Picos, director de la Escola de Enxeñería Forestal de Pontevedra, que insta a articular un mercado interno fuerte «Si desarrollamos nuestro mercado interior con el mayor valor añadido posible, evitaremos que vengan y una industria que evite que vengan a quitarnos la materia prima gallega –algo que ya está ocurriendo, debido a la alta demanda de mercados como el chino–, o del riesgo que supone el apagado de la celulosa de Ence en Pontevedra, la esperanza está en proyectos que prevén asentarse en Galicia.

Ahí está el proyecto de planta de fibras textiles de madera de Altri para Galicia, una megainversión de 800 millones que estudia hasta medio centenar de ubicaciones en la comunidad para instalarse.

Obras de Referencia
Las doce grandes actuaciones para el Clúster del sector

• UNO. El Mirador da Cova en O Saviñao es obra de Arrokabe Arquitectos, que en la memoria del proyecto apuntan que se planteó la edificación como una estructura abierta que se apoya en el muro que salva el desnivel entre la pista y el primer bancal. El Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia lo distinguió porque reconoce la clara sensibilidad y el compromiso de los autores con la madera en esta obra, así como su conocimiento del material sabiéndolo adaptar a la perfección a los diferentes elementos, integrándola perfectamente con su entorno.

• DOS. La escuela infantil del Campus de Ourense de Abalo Alonso Arquitectos se planteó en una sola planta por razones de uso y accesibilidad, con un puente levadizo fijo. Además de lucir la madera exterior sus cerramientos flexibles entre las aulas permiten diferentes posiciones, desde la total independencia entre ellas a la posibilidad de una sala conjunta. Los quiebros en planta, añadidos a los reflejos de algunos espejos y vidrios, y la utilización de materiales similares en el interior y exterior favorecen la sensación de amplitud, a pesar del ajustado tamaño del inmueble.

• TRES. Las cabañas de Outes forman parte de las Cabañitas del Bosque y se encuentran en una finca de una hectárea en la orilla izquierda del Rio Tins, en la aldea de O Areal, a un kilómetro de A Serra de Outes . Los arquitectos Salgado e Liñares apostaron por la conservación y un profundo respeto por el entorno, materializado a través de cuatro volúmenes independientes y elevados sobre el suelo. Contaron con la colaboración de Addomo para elaborar un sistema constructivo de madera que lograse optimizar costes y tiempo de montaje. Para potenciar más la integración con el entorno, se plantaron árboles autóctonos de grandes dimensiones que acabarán fundiendo las cabañas con la propia naturaleza.

• CUATRO. La vivienda Entremedianeras en Santiago, de los arquitectos Ansede Quintáns, resucitó una construcción enterrada por su parte posterior, de dos plantas, con fachada a la calle y una larga parcela en pendiente. Conservando los muros de piedra, el resto se construyó con madera de castaño maciza: las vigas, suelos, carpintería (castaño laminado) e incluso mobiliario. En el patio se empleó en la fachada madera termotratada de pino trasventilada.

• CINCO. El Edificio Impulso Verde de Lugo, que firman los arquitectos Antonio José Lara Bocanegra y Susana Penedo Souto es una apuesta clara y decidida por la construcción en madera gallega y una muestra de su desarrollo tecnológico para edificaciones en altura. Se trata de un inmueble de cuatro plantas, y que busca ser un acicate económico para el forestal de la comunidad gallega. En cinco niveles acoge varios servicios municipales, un coworking para empresas vinculadas con el medio ambiente y/o cambio climático, una zona expositiva y un aula de formación. Además producirá energía a partir de renovables para su autoconsumo.

• SEIS. La Casa Chao, en Corcubión, es una espectacular edificación en madera que firman los arquitectos Creus e Carrasco. Recuerda la construcción marinera, utilizando tabla pintada de blanco, color insistente en galerías y entrepaños de las casas de la villa. El clúster destaca esta obra por su integración perfecta con el entorno en el que se sitúa y por su apuesta decidida por la madera, donde resalta por la perfecta ejecución por parte de los carpinteros encargados. Para los expertos es el claro ejemplo de cómo se debe perder el miedo a usar las madera tanto en interiores como exteriores, recuperando su buena fama como material constructivo.

• SIETE. El Museo del Agua de Lanjarón, de Juan Domingo Santos, salta al ruedo del resto de España. El ingreso al edificio se produce desde un nuevo pabellón de madera, que ocupa el patio del antiguo matadero y evoca la cubrición del Manantial de la Capuchina, del siglo XVIII, que albergaba en su interior el primer nacimiento de agua en Lanjarón, en plena Sierra Nevada granadina.

• OCHO. El Edificio Cirerers de Barcelona se proyectó como la construcción más alta fabricada con madera en España, estructura de ocho plantas(bajo y siete más) utilizando componentes prefabricados de CLT. Suma 32 apartamentos y 2700 m2 construidos.

• NUEVE. Casa en Muros de Nalón, Asturias, obra de la arquitecta Amaya Salinas de León. Se reviste con madera de alerce siberiano continuo en fachada y cubierta. Integran la eficiencia energética del estándar Passivhaus y la arquitectura bioclimática que garantizan un edificio de consumo de energía casi nulo.

• DIEZ, ONCE y DOCE. Rascacielos Mjøstårnet, el más alto del mundo construido en madera, en Brumunddal, Noruega, a 150 kilómetros de Oslo, que alcanza los 85,4 metros en sus 18 pisos y evidencia que es posible construir a lo alto con materiales sostenibles. Dalston Lane, en Londres, obra de Waugh Thistleton, es el edificio de madera laminada cruzada más grande del mundo, con 33,8 metros de altura y 121 unidades residenciales. Puente U-Bein, en Birmania, va a lo largo: se construyó con madera de teca en el año 1851 y mide 1,2 kilómetros.

14 feb 2022 / 01:00
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