Mascarilla en exterior solo si no hay metro y medio de distancia

El fin de la mascarilla está cada vez más cerca. Apenas dos días faltan para que podamos volver a respirar aire fresco. Según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace ya una semana, desde el próximo 26 de junio concluirá la obligación de llevar tapabocas en espacios exteriores. En este sentido, tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud celebrado este miércoles, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló que solo deberán usarse cuando no se respete la distancia de seguridad de 1,5 metros entre no convivientes o si son precisas en dichas zonas.

La medida, que se integrará en el Real Decreto Ley de flexibilización de la mascarilla que hoy previsiblemente aprobará el Consejo de Ministros, celebrado de forma extraordinaria, se hará efectiva desde el sábado. De igual modo , la misma, que tal y como indicó la ministra es “nacional” y, por ende, se tiene que aplicar en todos los territorios de España, se ha basado en el informe creado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta.

Aun cuando esté vigente, el elemento de protección que todos conocemos desde marzo del pasado 2020 continuará siendo obligatorio en eventos multitudinarios que se celebren de pie al aire libre, en espacios cerrados de uso público, así como en los medios de transporte público.

Por lo contrario, no la tendrán que llevar los ancianos en cuyas residencias el 80 por ciento tenga la pauta completa de vacunación, si bien los trabajadores que les atienden sí deberán llevarla, así como las personas que les visiten.

Tampoco tendrán que portarla las personas con alguna enfermedad que les impida a utilizarla, ni los pasajeros de barcos o buques en sus camarotes o cuando estén en la cubierta y se pueda mantener la distancia de 1,5 metros.

“Todos los indicadores nos dicen que vamos en el camino adecuado y, con las altísimas tasas de vacunación es aconsejable que se empiece a introducir una flexibilización respecto al uso obligatorio de las mascarillas”, manifestó al respecto Darias.

Asimismo, destacando que todas ellas “son medidas progresivas, graduales y prudentes”, evidenció que la retirada del tapabocas “vendrá bien” porque la ciudadanía lo estaba demandando, aunque esta tenga que “ser prudente”.

HABRÁ QUE LLEVAR UNA. Precisamente por prudencia, las mascarillas sí dejarán de ser obligatorias en zonas exteriores dentro de dos jornadas, pero ojo, pues los habitantes deberán llevar un tapabocas siempre consigo para aquellos casos en los que no pueda garantizar la distancia de seguridad. Así lo exigirá la nueva norma que, en caso de aprobarse, derogará el apartado de la ley 2/2021 de 29 de marzo que establecía la obligatoriedad de dicha “prenda COVID” en exteriores aunque hubiese distancia.

Así, y con todo, habrá que llevar una mascarilla consigo, una medida que precisamente recoge la propuesta que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avanzó también este miércoles y que elimina su uso forzado excepto cuando no pueda mantenerse la ya mencionada separación de seguridad.

POR OTRO LADO: llegó LA PROpuesta gallega. Como bien indicó el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, el concepto de ‘exterior’ es muy amplio, y era necesario concretar en qué situaciones se podrá ir sin mascarilla y en cuáles todavía no pese a estar al aire libre. Por ello, Feijóo, lanzó la comentada iniciativa de la comunidad gallega de cara a la retirada de esta medida.

¿Será la definitiva? Lo cierto es que todavía no se sabe, porque, tal y como explicó, “si en el Consejo de Ministros –que tendrá lugar este jueves– se aprueba un real decreto-ley” con un protocolo presentado de forma unitaria por el Gobierno, “no quedará más que presentar alegaciones o modificaciones”.

Sea como fuere, la propuesta gallega lleva sobre la mesa “semanas”, según indicó Feijóo, ya que, “nuestros expertos llevan tiempo abogando por no obligar al uso de las mascarillas al aire libre, en base a la actual situación de la pandemia en la comunidad y al porcentaje de inmunidad”.

Y es que, tal y como precisó, “estamos en niveles de incidencia similares a agosto de 2020, con la ventaja de que ahora estamos vacunados, con un 43 % con doble dosis y un 62 % con una”. Por eso, la situación es “muchísimo mejor que la del agosto pasado, porque tenemos salvaguardada a gran parte de la población contra posibles rebrotes o nuevas ondas”, destacó.

Así pues, es el momento de quitarse la mascarilla en exteriores. “Lo planteamos, en un principio, con el horizonte de julio o agosto, en función del porcentaje de vacunas que fuesen llegando, y esa propuesta fue criticada por el Gobierno central”, recordó el titular autonómico.

“Hoy ratificamos nuestra propuesta, siguiendo las pautas clínicas y médicas, proponiendo una retirada pautada y de forma ordenada en exteriores, en las zonas de esparcimiento de la comunidad”, dijo, añadiendo que, por ello, “no deja de sorprender que el Gobierno criticase en aquel momento la decisión de Galicia y ahora opte por hacerlo antes de julio, sin conocerse siquiera el protocolo”. Y es que aseguró que, aún a día de ayer, poco sabían desde la Xunta y desde Sanidade de la decisión del Ejecutivo nacional, “de cuándo dejará de ser obligatoria, de dónde y de en qué condiciones”.

EN INTERIOR MÁSCARA Y DISTANCIA, EN EXTERIOR MÁSCARA O DISTANCIA. Aún así, para Feijóo la obligatoriedad de retirar los tapabocas en exteriores es “lógica, responsable y proporcional y entra dentro de los protocolos de países de nuestro entorno”. Apuesta porque no se trate de una decisión generalizada para el conjunto del Estado, sino de que pueda ir adaptándose en función de la situación epidemiológica y la incidencia de cada comunidad, así como de la vacunación en cada territorio.

Desde Galicia, la propuesta es “clara, sencilla y prudente”: “eliminar las mascarilla en exterior salvo cuando no sea posible mantener la distancia de metro y medio entre personas”, dijo el presidente gallego, que indicó que esto quiere decir que “se puede estar fuera sin máscara a metro y medio”. Sin embargo, en interior sigue siendo obligatorio su uso, con o sin distancia.

“En interior, máscara y distancia; en exterior, máscara o distancia”, resumió Feijóo. Pero eso sigue presentando dudas como qué sucederá en los eventos de concentración masiva de personas, como es el caso de los conciertos o de las actividades deportivas y asistencia a las mismas.

Dichos matices se trasladarán en los próximos días en la orden definitiva, pero seguirán estando regidas las normativas por las individuales de cada evento.

A LA ESPERA. A estas alturas, esta norma sería generalizada para el conjunto de la comunidad, ya que los concellos gallegos están en riesgo bajo y solo hay cinco en el medio. Sin embargo, si en un futuro alguno subiese al riesgo extremo –más de 500 casos por cada cien mil habitantes a catorce días–, entonces dejaría de aplicarse esta medida y volvería a ser obligatoria la mascarilla en exteriores.