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Dos aviones a punto de colisionar en vuelo y otro que se desploma en Kiev

El paso de los restos del cohete chino activó las alarmas en las terminales gallegas// Lavacolla, Alvedro y Peinador viven a menudo momentos de tensión // Desde el año 2000 en Galicia se investigaron 35 accidente aéreos que ocasionaron quince muertos, cinco de ellos en Santiago

A las 8:38 (hola española, 7:38 GMT) del viernes los aeropuertos gallegos de Santiago, Rosalía de Castro-Lavacolla, A Coruña, Alvedro, y Vigo, Peinador, recibían un mensaje, tanto de Aena, la empresa que gestiona las terminales de interés general; como de Enaire, el gestor de navegación aérea de España, advirtiendo de que se cerraba al tráfico aéreo una franja del tamaño de Cataluña que comprendía esta comunidad autónoma, Aragón y Navarra junto a la isla de Ibiza y que pasaba por la zona norte de Portuygal, justo la que linda con la frontera gallega.

En aquellos momentos se activaron todos los sistemas de alarma en los tres aeródromos de nuestra comunidad que pasaron a controlar directamente el itinerario de los vuelos que circulaban por el espacio aéreo del Noroeste y aquellos que venían hacia él con especial incidencia a una frecuencia entre Barcelona y Santiago que había despegado desde la Ciudad Condal momentos antes del anuncio, a pesar de que a las 4:00 horas de la madrugada (hora española) “existía la posibilidad de que el objeto cayera en territorio español” y, por eso, se la decisión de restringir el tráfico aéreo en algunos aeropuertos españoles, según explicó a EFE el jefe del departamento de Espacio del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, Jorge Lomba.

Todo ello era debido a que los restos del cohete que transportaba el laboratorio Mengtian de la estación espacial china estaban a punto de caer sobre un punto indeterminado. Desde que China lo lanzó, el pasado 31 de octubre, los sistemas de vigilancia estadounidense (USSPACECOM) y europeo (EUSST) estuvieron observando con radares y sensores la reentrada en la atmósfera de CZ-5B, la parte central del cohete, una pieza de basura espacial de 23 toneladas y 30 metros de largo. El objeto, uno de los mayores que cruzó la atmósfera terrestre en los últimos tiempos, estuvo orbitando la Tierra y en su trayectoria sobrevoló la Península Ibérica en varias ocasiones aunque finalmente caían a la Tierra sin control, pero sin provocar daños, en el océano Pacífico a las 10:01 UTC (11:01 hora española), según desveló el Departamento de Defensa Estadounidense.

Pero antes no hubo descanso en los tres aeropuertos gallegos, pendientes de la emisión de algún May Day (ayuda) por parte de los aviones que sobrevolaban el noroeste: durante casi tres horas fueron más de un centenar, la mayor parte de ellos cubrían rutas entre las Isdlas Canarias, Azores, Madeira o Portugal con aeropuertos de las Islas Británicas o del norte de Europa, junto a algunos que cruzaban desde Madrid hacia EE UU o Canadá.

Pese a que oficialmente no consta ninguna incidencia conviene recordar que el cierre del espacio aéreo provocó algunos retrasos en los aeropuertos gallegos, aunque no se registró ninguna cancelación. Fueron ocho los vuelos con salida desde alguna de las terminales gallegas que sufrieron retrasos de entre 30 minutos y una hora y media. En concreto, tres vuelos que partían de A Coruña hacia Madrid (2) y Barcelona (1), así como otros tres aviones que iban de Vigo también a Madrid (2) y Barcelona (1). A ellos hay que sumarle dos vuelos con destino Madrid y Málaga que salían de Santiago.

No obstante los servicios de las tres terminales de nuestra comunidad estuvieron en alerta activa durante tres largas horas, incluidos los equipos de emergencia, por si tenían que actuar una vez que se constató que el principal peligro de la reentrada del satélite chino no era que pudiera caen en tierra en la península. La decisión de cerrar el espacio aéreo en varios puntos se tomó “no porque vaya a caer un residuo grande, ni solo por el riesgo de que le caiga encima a un avión, sino por lo que podría pasar si ese avión perdiera el control como consecuencia del impacto”, según confirmó el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño de la Universitat Politècnica de València Luis Miguel García Cuevas.

PETICIONES DE AYUDA DE TODO TIPO. Acgtivar las alertas no es una novedad. En la página web estadounidense http://avherald.com/ (que se puede traducir como El heraldo de la aviación) se contabilizan las incidencias en vuelo (los avisos de may day) más importantes de los principales líneas aéreas, comerciales o de mercancías. En lo que se refieren a Lavacolla figuran treinta alertas desde el año 2009; de Peinador constan 22 y de Alvedro otras 12; se trata de avisos que se produjeron no solo en estos aeródromos sino que se incluyen aquellos acaecidos en vuelos que tenían origen o destino las tres ciudades gallegas.

Hay todo tipo de incidencias. Desde aviones que pretendían aterrizar sin apenas combustible a otros que deben hacerlo al sufrir uno de los pilotos una enfermedad grave como un infarto o un ictus. Por el medio hay alertas por pérdidas de comunicación, detectarse alguna puerta abierta en vuelo, todo tipo de problemas mecánicos o descubrir que un pasajero llevaba un cuclillo en su equipaje como ocurrió en Airbus A320-200 de Vueling que realizaba el vuelo VY-8374 desde A Coruña a Ámsterdam cuando los pilotos detuvo el ascenso tras descubrir uno de los miembros de la tripulación alertó a los pilotos que un cuchillo se había caído de la mochila de un pasajero. Tuvieron que regresar a Alvedro aunque todo fue una falsa alarma, cuando Policía y Guardia Civil ya habían tomado posiciones.

El may day más grave se produjo el 10 de abril de 2016. Ese día un Airbus de la TAP lusa que realizaba el vuelo de Funchal a Oporto, con 75 pasajeros y 6 tripulantes, se encontró con la terminal Sa Carneiro cerrada por baja visibilidad. Tras dar varias vueltas a la espera de poder realizar la maniobra decidió volar a Vigo, aeropuerto que tenía como alternativa en su hoja de ruta, pero se encontró con que en Peinador no había capacidad para un nuevo vuelo e imposibilidad para hacerle sitio. Mientras esperaba en el aire se le iba agotando el combustible por lo que los pilotos pidieron autorización para desplazarse hacia Lavacolla.

Una vez recibido el OK cruzó Galicia de Sur hacia el centro con los depósitos bajo mínimos y activando el protocolo de may day una vez comprobado que tenía menos de la reserva mínima requerida de combustible para aterrizar en Santiago. Fue una situación límite aunque el Airbus de la TAP pudo aterrizar sin problemas.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil realizó un informe con una dura advertencia a la TAP y la recomendación a las autoridades aéreas para que le impusieran una sanción dado el grave peligro que hubiera podido ocasionar en su deambular sobre nuestra comunidad.

Otra situación de máximo riesgo se produjo a bordo de un avión de Air Lingus que se trasladaba desde Fuerteventura a Dublín y se encontraba en ruta a unas 60 millas náuticas al sur de Santiago de Compostela. Ene se momento el copiloto sufrió una indisposición grave por lo que cundió el nerviosismo entre el resto de la tripulación. El comandante emitió un may day y tomó la decisión de dirigirse a Lavacolla advirtiendo de la extrema situación. No obstante el aterrizaje fue perfecto pero la ansiedad de los tripulantes obligó a que la compañía tuviera que enviar un remplazo completo debiendo pasar el pasaje más de 14 horas en Santiago.

Buen susto llevaron también los pasajeros que venían el 18 de diciembre de 2021 a pasar las Navidades a la capital gallega en un vuelo que hacía la ruta entre Zürich y Santiago cuando comprobaron que el avión sufría un violento impacto con unas aves lo que provocó que el comandante tuviera que girar en rondo y regresar a la terminal de la ciudad suiza. Todo quedó en eso: un susto.

INCIDENTES GRAVES. ¿Es normal activar las alertas en los aeropuertos gallegos? Según datos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) en lo que llevamos de siglo se realizaron en nuestra comunidad 35 investigaciones por incidentes aéreos que arrojan una cifra total de quince personas fallecidas, de las cuales cinco lo fueron en dos siniestros en Santiago de Compostela.

Uno fue un globo aerostático y se produjo el 3 de abril de 2004. Según el informe oficial “el vuelo se realizaba a muy baja altura, la barquilla del globo chocó contra la caperuza metálica de la chimenea de un edificio. En el impacto, el pico de una esquina de la caperuza perforó una de las botellas de propano, produciéndose un escape masivo de gas que se incendió con los quemadores o con alguna chispa producida en el impacto” provocando la muerte de tres personas, el piloto y dos pasajeros.

El otro ocurrió en las inmediaciones de Lavacolla en la madrugada del 2 de agosto de 2012 cuando un Cessna 500, fletado por la organización nacional de trasplantes para traer unos órganos a Santiago cayó a tierra antes de tomar pista debido, según el informe oficial, a que “la tripulación realizó una aproximación ILS no estabilizada sin seguimiento de senda al aeropuerto de Santiago utilizando referencias de distancias al VOR en lugar de a la pista. Las condiciones meteorológicas en las inmediaciones del aeropuerto presentaban nieblas locales, lo que pudo afectar repentinamente a la visualización del terreno por la tripulación”. Murieron los dos tripulantes.

La mayor parte del resto de víctimas eran tripulantes de aeronaves que luchaban contra los incendios forestales aunque hay que consignar otros dos muertos que viajaban en una avioneta privada y se estrellaron en la costa de Rinlo, en Lugo, el 8 de agosto de 2003.

Un avión comercial de Ryanair que viajaba de Santiago a Palma de Mallorca y otro de mercancías que lo hacía entre Peinador y Kiev fueron protagonistas de dos de los incidentes muy graves, aunque con distinto signo, que tuvieron lugar en los últimos tiempos relacionados con Galicia.

. En el primero de ellos, ocurrido el dos de octubre de 2018, no hubo que lamentar víctimas pero las vidas de tripulantes y pasajeros de sendos Boeing 737 de Ryanair estuvieron en grave peligro al estar a punto de colisionar cuando sobrevolaban Navarra. Uno hacia el trayecto desde Sevilla a Toulouse y se encontraba en ruta aunas 12 millas náuticas al sur de Pamplona acercándose al punto de notificación denominado Gosvi para iniciar el acercamiento a la localidad francesa.

El otro aparato de la compañía irlandesa realizaba el vuelo desde Santiago de Compostela Palma Mallorca, y se encontraba a a unas 3 millas al sur de Pamplona llegando al punto de encuentro del anterior al mismo tiempo y por idéntica trayectoria.

Según el informe oficial un despiste de uno de los controladores había provocado que se le diera el mismo pasillo a ambos al coincidir ese mismo en una zona en la que dependía de tres centros de control distintos. Al final pudo subsanarse el error en el último minuto no sin sufrir los pasajeros de ambas naves una amenaza real.

Más trágica fue la situación del otro suceso que ocurrió casi una año después del anterior. Fue el 4 de octubre de 2019 cuando un avión de mercancías modelo Antonov de Ukranian Airllines salía del aeropuerto de Peinador cargado con toneladas de piezas de automoción. Tras el viaje y cuando y cuando estaba llegando a su destino en Kiev se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Leópolis (Lviv, en ucraniano). A consecuencia del violento impacto cinco personas perdieron la vida y otras tres resultaron gravemente heridas.

Las causas oficiales del siniestro, competencia del gobierno ucraniano, señalan que la fatiga de los pilotos junto al exceso de carga fueron las causas del trágico siniestro, aunque algunas fuentes apuntan a la posibilidad de falta de combustible o de un corrimiento de la carga: algunos tripulantes estaban aplastados por las piezas cargadas en Vigo.

pasajeros que caen por la escalerilla

··· Una de las incidencias más curiosas ocurrió en el aeropuerto Rosalía de Castro el viernes 10 de diciembre de 2021, cuando un Boeing 737 de Ryanair procedente de Valencia aterrizó y comenzaron a desembarcar los viajeros por las escaleras delanteras de la aeronave. Uno de ellos, que transportaba una maleta en una mano y un abrigo en la otra, cayó desde los últimos tres escalones de las mismas. El pasajero quedó boca abajo, la mitad inferior de su cuerpo reposaba en las escaleras y la mitad superior en la plataforma. Sufrió diversas abrasiones en las palmas de las dos manos, la rodilla derecha y la nariz además de cortes en la nariz y en los labios, por lo que tuvo que ser trasladado al CHUS. La incidencia leve se convirtió en grave cuando se cotejó que en aviones de esa compañía en el espacio de menos de un año se había producido cinco caídas similares por lo que las autoridades aéreas españolas obligaron a Ryanair a revisar sus protocolos para que los pasajeros no bajen sin poder agarrase al pasamanos.

07 nov 2022 / 01:00
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