y el pazo en marzo
Creada una comisión de expertos para decidir sobre el relato y los futuros usos del inmueble
El sábado 30 de enero es el día en el que se reabrirán los jardines del Pazo de Meirás, y se espera que las visitas al interior se permitan en la segunda quincena de marzo, si terminan los arreglos de los desperfectos y la instalación eléctrica. Todo está condicionado a si habrá o no restricciones impuestas por la pandemia. De ello informó ayer el Gobierno, tras celebrarse de forma telemática el segundo encuentro de la comisión técnica interadministraciones.
En la reunión, en la que participaron representantes de Gobierno central, Xunta, Diputación y concellos de Sada y A Coruña, se decidió la creación de un grupo de expertos que reflexionen sobre el relato y futuros usos de Meirás. Además, la realización de una exposición sobre la historia de las Torres de Meirás y la articulación de un convenio de colaboración de las instituciones gallegas con el Estado para el futuro mantenimiento del inmueble.
Los expertos son Xosé Manuel Núñez Xeixas, Juan Manuel Rodríguez Blanco y Manuel Regueiro López (Estado); Ramón Villares e Isabel Burdiel (Xunta); Carlos Babío y Emilio Grandío (Diputación); Manuel Pérez Lorenzo (Concello de Sada); José Alfeirán Rodríguez (Concello de A Coruña); Marilar Aleixandre (Real Academia Galega) y Rebeca Blanco Rotea (Consello da Cultura Galega).
Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria Democrática, consideró que el relato de la historia de Meirás debe ser explicado desde el universo de Pardo Bazán y como sede estival de la jefatura del Estado franquista.
El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, satisfecho con lo acordado, instó a abrir dos espacios singulares del BIC: la capilla, donde están las estatuas del Mestre Mateo, y la biblioteca de Pardo Bazán.
Al respecto el PP anunció que presentará en el Parlamento una proposición no de ley sobre los usos de Meirás, algo que criticó el PSdeG.
El Concello de A Coruña está ultimando la elaboración de su demanda para recuperar
la Casa Cornide. En un comunicado explica que tras haber recibido y analizado los informes histórico-artísticos que había solicitado, en los mismos se pone de manifiesto que la familia Franco se hizo con esta propiedad pública de una forma bastante irregular.
También recuerda que ha instado a la Xunta a declarar ese edificio de la Cidade Vella, que en el siglo XIX fue sede del Consistorio, como Bien de Interés Cultural (BIC).
Se entiende desde el Gobierno municipal herculino que la Casa Cornide cuenta con características tanto históricas como artísticas que la definen como arquitectura singular, y que por lo tanto debe formar parte del patrimonio gallego con todas las máximas protecciones.
La declaración BIC es el documento que completará la preparación de la demanda para reclamar en el juzgado su devolución al patrimonio público de la ciudad. El inmueble pasó al Estado en el año 1949, con la intención de transformarlo en el Conservatorio de Música. Ello no se llevó a cabo y en junio de 1962 volvió al Concello.
Poco después, en un pleno extraordinario, se aprobó que habría una subasta pública. La puja la ganó un conocido banquero coruñés de la época el 2 de agosto de 1962 por 305.000 pesetas. Y tres días más tarde, el adjudicatario se la vendió por solo 25.000 pesetas a Carmen Polo, la esposa de Francisco Franco.