Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Miguel Ángel Escotet: “La universidad no cambia por establecer leyes y decretos”

El principal impulsor de la academia privada de Abanca defiende la innovación y el avance

Miguel Ángel Escotet, presidente de Afundación y principal impulsor de la universidad privada gallega de Abanca con orientación empresarial, aseguró ayer que la universidad “no cambia, necesariamente, por el establecimiento de leyes y decretos”.

En este sentido, defendió en un escrito difundido a través de su blog personal la importancia del cambio y de la innovación en el seno de la universidad, al tiempo que reivindicó la necesidad de colocar a las personas en el centro de este proceso, más allá de la reglamentación.

Todo ello tres días después de que el Ministerio de Universidades emitiese un informe favorable para la creación de la primera universidad privada de Galicia, fundada por Abanca, sobre la que solo resta la autorización final para que pueda empezar a impartir docencia y títulos propios.

LOS CAMBIOS SON DIFÍCILES. El propio Escotet comenzaba su escrito mostrándose consciente de que “los cambios son difíciles de producir si no existen los recursos financieros y tecnológicos, pero se adhieren a ellos, cuando no existe la voluntad cuando el pesimismo se adelanta a la acción, o cuando se producen cambios que responden más al capricho o la intuición que a una valoración objetiva de logros y necesdidades”.

Como apoyo a su propuesta, indicaba que “la experiencia” demostró en países ricos que “la abundacia de medios no garantiza la transformación permanente de la univerdad”. Porque, para él, esa garantía reside “en las personas (en el mal denominado ‘capital humano’), y en su “compromiso de cambio”.

LAS LEYES FRENAN EL CAMBIO. Del mismo modo, destacaba que la universidad “no cambia necesariamente por el establecimiento de leyes y decretos”, sino que, más bien, “casi siempre esas leyes son el auténtico freno al cambio, a la innovación y a la investigación”.

Así, Miguel Ángel Escotet lamentaba en su escrito como “muchas veces” se ha “separado el cambio en sí mismo” de las personas que “forman parte indivisible” de él, priorizando antes del factor humano cuestiones como “la organización, las estructuras, los costes o los diseños curriculares”.

A LA VANGUARDIA. “Evaluar y reformar no son actos coyunturales ni actividades intermitentes, son procesos continuos sin final”, aseguraba el presidente de Afundación, para quien el cambio “debería estar en la vanguardia”.

Y, apuntaba que, si uno quiere estar siempre en el mismo lugar, debe moverse, no cesar el movimiento, porque, en caso contrario, habría otros que le superarían y uno se quedaría atrás.

Esto es aplicable también a las universidades, que, estando siempre en continuo cambio para reformar sus modelos, año a año cambian de puesto en el ficticio ránquin del liderazgo.

Para Escotet, una universidad “con visión de largo alcance, incubadora de innovaciones e instigadora de la creatividad [...], no necesitaría detener su marcha para reformarse, pues evaluación, reforma e innovación, serían procesos naturales en su misma esencia”. Y finaliza recordando que el cambio “no es únicamente lo que se mueve” y se transforma, sino también “lo que permanece”, que, a veces, es más difícil.

29 nov 2020 / 00:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.