Militares de la Brilat partirán hoy hacia Mali en su misión más difícil

“Evidentemente hay incertidumbre porque las noticias que aparecen en prensa hacen indicar que puede haber un cambio en el concepto o en el diseño de la operación, pero de momento a nuestro nivel no sabemos nada”, comentaban fuentes de la Brilat en declaraciones a EL CORREO, el pasado 14 de abril, ante el anuncio realizado por el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, de que el lunes adelantaba la suspensión del grueso de la European Union Training Mission Mali.

“Los acontecimientos nos fuerzan a ello, desgraciadamente. No podemos estar colaborando con algo que podemos lamentar mucho. Lo que pasó en Moura, no podemos estar entrenando a militares que pueden estar formando parte de este tipo de cosas”, aseguró Borrell que pidió retirar las fuerzas europeas.

Transcurrido este mes desde la Brigada Galicia VII --que cuenta con 350 militares en ese contingente desplegado se siguió trabajando con total normalidad, aunque se intensificaron las maniobras de campo ante posibles ataques al destacamento instalado en aquel país, y a primeras horas de este domingo saldrá desde el aeropuerto de Peinador la primera de las rotaciones que se llevarán a cabo con ocasión del despliegue de fuerzas en Mali. Serán 150 militares , la mayor parte de ellos gallegos, que reemplazarán a sus compañeros que llevan allí desde el pasado mes de noviembre donde, además de adiestrar a las fuerzas malienses de instrucción al personal de la policía, protección civil y bomberos, entre otros.

¿Qué puede ocurrir? Con la reserva propia del estamento militar las fuentes citadas reconocían a este periódico que “tanto el Ministerio de Defensa como el Ejército de Tierra y la Armada, que también pone personal, estarán valorando posibles alternativas”. Lo cierto es que los miembros de la Brilat estan perfectamente preparados para realizar todas las labores que se le encomienden en un escenario muy complicado.

De Mali ya se retiraron la mayoría de las fuerzas armadas de Francia, el país que tenía el mayor número de efectivos militares en la zona del Sahel, junto a militares de otros países occidentales ante la injerencia de mercenarios del grupo ruso Wagner, procedentes de Siria, en este país: uno de los territorios vinculados a la organización G5 Sahel (que reúne también a Níger, Burkina Faso, Chad y Mauritania) y que alberga a 600 españoles que están prestando su apoyo contra el terrorismo yihadista.

Un escenario complicado y buena prueba de ello es que a finales del pasado marzo, milicianos islamistas y atacantes rusos asesinaron a 300 civiles en Moura, según Human Rights Watch (HRW), mientras el Ejecutivo de Mali comunicaba haber “eliminado” a 203 yihadistas en el ataque. Fue la peor masacre del Sahel en los diez largos años de guerra.

Estos militares, que parten este domingo desde Peinador, se desplegarán principalmente en las localidades de Koulikoro y Bamako, donde está el Koulikoro Training Centre (KTC), con la parte principal de las unidades, y el Cuartel General de la operación. De igual forma, también estarán en instalaciones localizadas en la región de Mopti-Sevaré, que se encuentra a unos 600 kilómetros de la capital maliense.

Para hacer frente a posibles ataques de los yihadistas, los 350 efectivos de la Brilat que parten hacia Mali en dos rotaciones (la segunda lo hará antes de que finalice este mes de mayo) realizaron en los últimos días distintas maniobras con el objetivo de “evaluar a todo el personal como requisito previo a su despliegue e incorporación a la estructura de la operación, verificando el adiestramiento de la unidad”.

Durante este ejercicio, en el que también participaron unos 80 vehículos en sus diferentes versiones y plataformas (tipo LMV-Lince, RG-31, Vamtac y automóviles logísticos), el personal del contingente fue sometido a una serie de incidencias materializadas sobre el terreno, en las que se comprobó la correcta aplicación de las tácticas, técnicas y procedimientos operativos específicos precisos para solventar los imprevistos que surjan en el despliegue”, según contaban responsables militares a EL CORREO desde el campo de tiro de Renedo-Cabezón, en Valladolid.

Los militares de la Brilar demostraron su capacidad de respuesta en los peores escenarios posibles.