Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Milmillonario colchón de Abanca para afrontar la iniciada oleada de fusiones

La absorción de Bankia por Caixabank reabre las concentraciones // Ganan las dos entidades, según economistas del Grupo Colmeiro // Reclaman vigilar el ámbito laboral y la afección al consumidor

Año 2008. Está a punto de reventar la mayor crisis financiera y económica que se recuerde desde la Gran Recesión de 1927 hasta la fecha... con permiso del actual desastre pandémico por el coronavirus, llamado a superar todos los registros negativos. Por aquel entonces, en España operaban seis decenas de grandes marcas bancarias diferentes... y ahora sobran los dedos de una mano para contabilizarlas. De las cerca de 46.000 sucursales que por aquel entonces tenían sobreviven por ahora la mitad, unas 23.500, pues el ajuste está lejos de haber acabado.

En Galicia, si hace doce años había más de 2.500, no llegan hoy a unas 1.350 las oficinas. Si había veinte mil empleados, hoy rondan también la mitad que entonces.

Tras dos grandes oleadas de bancarizaciones, rescates e integraciones bancarias, al dictado de los negativos tipos de interés, que hacen cada vez menos rentable la actividad bancaria, la competencia de las finanzas digitales y el ahora durísimo golpe en materia de morosidad por el impacto de la covid-19, la orden desde el Banco Central Europeo (BCE), bien atendida por el Banco de España, fue claro: toca concentrar la actividad en entidades mayores que ahorren cada vez más costes.

Con la absorción de Bankia por CaixaBank, que crea el banco líder por activos en España con sus 664.000 millones de euros totales, y con la mayor base de clientes con más de 20 millones –unos 465.000 gallegos–, se abre la que los expertos consideran la oleada definitiva de la concentración bancaria en España, un proceso que hasta la fecha se ha realizado de forma interna, con un solo protagonista internacional: Banesco, que tras hacerse con el betanceiro Banco Etcheverría lo utilizó de puente para adjudicarse la bancarizada suma de la malograda fusión de las caixas (Caixa Galicia y Caixanova, después Novacaixagalicia y luego NCG Banco), en lo que hoy es Abanca.

¿Qué ocurrirá con la única entidad autóctona, con permiso de la Caixa Rural Galega, en medio de este definitivo proceso de integraciones, llamado a no dejar más de media docena de entidades de mayor tamaño que las actuales? Le Consultamos directamente a la misma y señalan que no hay novedades.

Retrocedemos a la presentación de resultados del primer semestre de Abanca, donde su presidente, Juan Carlos Escotet, anunciaba la firma para mediados de este mes del acuerdo definitivo de compra con Crédit Agricole de Bankoa. Tras descartar nuevos intentos de hacerse con Liberbank y con la portuguesa Eurobic, reiteró que siguen “muy atentos a cualquier oportunidad que pueda surgir”. No en vano, la entidad dispone de elevados niveles de solvencia que le aportan un colchón, un exceso de capital sobre los requerimientos oficiales de 1.110 millones de euros que podría utilizar en nuevas operaciones, además de una envidiable posición de liquidez en base a depósitos de sus clientes y, a mayores, 9.654 millones en activos que podría convertir a corto plazo en cash.

Con Bankoa la entidad gallega aumentará en 4.374 millones el volumen de negocio, hasta situarlo por encima de los 93.000, y se consolidará en el nuevo mapa como la sexta entidad española por activos, con más de 65.000 millones. Tras el éxito Banesco-Etcheverría que gestó Abanca, la entidad ya realizó con éxito compras e integraciones como las dentegración exitosa de Deutsche Bank PCB Portugal y la red y negocio de Banco Caixa Geral en España.

Ahora cuenta con la libertad de estar controlada por Banesco y fuera de los parqués bursátiles. Con su valor por activos de 65.678 millones cuando cierre la adquisición de Bankoa, con gran presencia en Euskadi, se acercará a un lejano Bankinter, con 93.000 millones, pero adelantará en valor a Kutxabank (64.215) y se alejará de Unicaja (63.000), Ibercaja (58.100), Cajamar (53.000) o Liberbank (46.000), opciones para fusiones entre más o menos iguales, mientras que el Sabadell, que suena en todas las quinielas, es ya un pez muy gordo, con 235.000 millones en activos; o los 754.000 en todo el mundo del BBVA, otro gran protagonista.

Caramés: Recuperar ayudas públicas

Consultamos a Luis Caramés, presidente del Grupo Colmeiro, quien sostiene que el camino iniciado por CaixaBank y Bankia es una senda marcada por la “corriente profunda del capitalismo financiero que seguirán, antes o después, otras entidades medianas”, como la gallega. “El Banco de España estará, seguramente, animando en este sentido”, argumenta. “Algunos hablan de tambores de fusión lejano rumor que irá acercándose, y no digo más”.

Sobre la absorción de Bankia por CaixaBank, el catedrático de Hacienda Pública recuerda que el BCE “estimula la ganacia de tamaño”, y que “el nuevo campeón ibérico resultante de la fusión sigue la senda de Sanpaolo y UBI Bank al transformarse en la entidad más grande de España por activos”.

Pone el foco este maestro de economistas en que Bankia tiene participación pública, por lo que en la operación “no debía tratarse tan sólo el generar valor, sino también optimizar la recuperación de las ayudas públicas”, pese a que ahora mismo el entorno no sea el más propicio. “En mi opinión, ganan las dos entidades”, apunta Caramés.

Bastida: Atención a plantilla y clientes

Por su parte, María Bastida, profesora de Organización de Empresas de la USC y también parte del Colmeiro, sostiene que además de ser probablemente inevitable, la integración deberá respetarlas normas “en el marco de la competencia y los intereses y derechos de los consumidores”.

Positiva para inversores, accionistas y contribuyentes, muestra dudas sobre cómo afectará a los clientes y plantilla.

“Para los primeros, cabe esperar que se respete los derechos adquiridos –intereses y comisiones, ejemplifica Bastida–, pero difícilmente escaparán de los efectos del cierre de oficinas”. Esto afectará a los trabajadores, “que deben ser el foco prioritario de atención en procesos de consolidación de este tipo”.

Apunta la economista que “a medio plazo, podría esperarse una homogeneización de comisiones y condiciones de operación y gestión, como ciertas disfunciones derivadas de la concentración de la oferta”. Confía, sin embargo, en que “las cosas se hagan suficientemente bien para que la hipercompetitividad del sector y los resultados de un proceso bien planificado y gestionado den frutos, compensando otras fuentes de ingreso y rentabilidad que tendrían efectos negativos para los usuarios últimos del banco”.

60

cabeceras bancarias en España en 2008 que la crisis y reconversión redujo a una docena y ahora podrían bajar a cinco o seis. Abajo, top 6 por activos, en miles de millones de euros

Santander 1.573

BBVA 754

CaixaBank/Bankia 664

Sabadell 235

Bankinter 93

Abanca/Bankoa 65

-27 %

Caida en lo que va de año del valor bursátil de CaixaBank, a 12.000 millones, recuerda Luis Caramés, del 19 % en Bankia, a 4.200. La fusión es defensiva.

20 sep 2020 / 00:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.