Moncloa se queda sola: Alcoa, Xunta y trabajadores confían la solución a que compre SEPI
Todas las partes involucradas insisten a Industria que la visita a EE.UU. no puede quedar en nada // La plantilla vuelve a luchar
Lo deja claro Alcoa, por activa, por pasiva, en conexión telemática o en vivo y en directo a la ministra de Industria en Pittsburgh, Pensilvania: la única fórmula para desbloquear la venta de la fábrica de aluminio primario en San Cibrao, A Mariña lucense, pasa por colocársela inicialmente a la sociedad estatal de participaciones industriales, a la SEPI. Por mucho que pueda haber terceros compradores directos, la compañía descarta esta posibilidad. Esta vía es también apoyada por el comité de empresa que representa a los trabajadores y también por la Xunta de Galicia.
Pero el Gobierno la veta y no aclara por qué. ¿Se lo prohibe la UE? ¿No se fía de Alcoa? ¿Hay algo detrás de la aluminera y su planta lucense que lo desaconseje?
El presidente del comité de empresa de Alcoa, José Antonio Zan, insistía. La plantilla tiene “claro” que el Gobierno central debe “comprar” la planta de Cervo a través de la SEPI y “luego venderla a un tercero”. Clamó por un “marco regulador” para la venta de la factoría, tras la visita de la ministra de Reyes Maroto y su encuentro con Roy Harvey, presidente y CEO mundial de la aluminera.
“Ese marco regulador funcionaba con la SEPI –recoge Europa Press–, que sería la que nos daría garantía a nosotros los trabajadores, al comprador y al vendedor, en este caso Alcoa, y a todos nos valía ese marco que lo puso en su momento el Gobierno”.
“Ahora dijo –la ministra– que había que vender a un tercero y de hecho la empresa lo desmintió”, subrayó, tal y como recogió este periódico. Dicho esto, apelado a que “lo importante es, si el Gobierno propone eso –venta directa– en qué marco lo va a meter, qué garantía da a los trabajadores de que aquí no va a pasar lo de A Coruña y Avilés”. Porque, como añadió, “no tiene sentido decirle a Alcoa que haga lo mismo y dejar a los trabajadores a los pies de los caballos”.
El comité de empresa de Alcoa acompañó este martes una protesta de una auxiliar en San Cibrao, “los compañeros de Dominio, a los que se niega el acuerdo en la negociación del convenio. Piden que toda la plantilla cobre igual y no que los que entren nuevos cobren menos”.
Los trabajadores de la planta mariñana continuarán con las movilizaciones toda vez que el Ejecutivo “habla de fechas pero no concreta para qué”, cuando “el juicio a la vuelta de la esquina”. Se refiere Zan a que están pendientes del recurso que presentó la empresa ante el Supremo después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anulase el ERE que pretendía la multinacional.
“Lo que tenemos claro es que el Gobierno tiene la oportunidad de comprar la empresa y lo que tiene que hacer es comprarla a través de la SEPI y luego venderla a un tercero, que es lo que ha dicho el Parlamento (de Galicia) y el Congreso de los Diputados”, reivindicó el líder de la plantilla de Cervo.
Desde el Gobierno, bajamos a la subdelegada en Lugo, Isabel Rodríguez, para hallar valoración de la reunión de Maroto y Harvey. Y ésta aseguraba que “es un paso más, que puede resultar decisivo, en un proceso muy complicado”. Desde su punto de vista es evidente el compromiso “firme” para “salvar la actividad industrial y el empleo en San Cibrao” del Ejecutivo socialista, como prueba que “el Ministerio de Industria fue capaz de poner encima de la mesa varias ofertas de empresas interesadas en dar continuidad a la planta.
“Gracias al papel del Gobierno y a la lucha de los trabajadores, la fábrica sigue abierta”, alegaba Rodríguez.
Agradeció a Maroto “su liderazgo y su compromiso, demostrado con hechos, en la búsqueda de un futuro para la fábrica de San Cibrao”.
Por su parte, el diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, reclamaba a Gobierno central y Xunta “que salgan de su posición inmovilista” y apostó por la intervención pública “como única medida realmente eficaz” para su futuro industrial.
El vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, consideró que Industria, y en concreto la SEPI, “tienen que ser parte activa” en el proceso de venta de la planta de aluminio de Cervo, al tiempo que insta a Alcoa a abandonar “el inmovilismo” en las negociaciones.
En dos semanas, Roy Harvey dará una respuesta, según comunicó Maroto, si bien el foco de las discrepancias sigue estando en la intervención de la SEPI que exige Alcoa y la venta directa a terceros por la que apuesta el Ejecutivo. “La clave del bloqueo son las garantías que está pidiendo Alcoa, a las que el resto de empresas tendrán que dar una solución. Lo que trasladamos al Gobierno es que no hay que descartar ningún tipo de vía para poder llegar a un acuerdo”, indicó.
Apostó Conde por “identificar con Alcoa cuál es el mecanismo para desbloquear” el proceso y poder “llegar a un acuerdo”, pues “el inmovilismo no puede ser la solución”.
··· Si hay que ir a Pittsburgh se va, pero si no se defiende en ningún futuro, si queda fuera de la charla entre la ministra Maroto y el líder de Alcoa, Roy Harvey, lo que están sufriendo los trabajadores de las antiguas plantas de la empresa aluminera en A Coruña y Avilés... pues para todos ellos es tontería. El caso es que los trabajadores de las dos plantas, reconvertidas en Alu Ibérica tras la judicializada venta de las factorías primero a Parter, y luego al Grupo Riesgo, no salen todavía de su asombro de que su situación no saliese a colación en el diálogo de la representante del Gobierno con el CEO de la aluminera, máxime cuando la sentencia de la AUdiencia Nacional pone en tela de juicio toda la extraña operación de cambio de manos, lo que podría volver a colocarles en la órbita de Alla aluminera: “La muerte a nuestras plantas vino de la mano de Alcoa, el Ministerio de Industria, Parter y grupo Riesgo”.