Muros, un lugar para ser “profundamente feliz”

“Muros es un buen lugar para ser profundamente feliz”. Así concluye la declaración institucional aprobada por el Concello de Muros, donde se ubica la parroquia de Torea, a la que la jueza de Marbella María Belén Ureña se refirió en un fallo sobre la custodia de un menor como “pequeñísima población en la Galicia profunda, lejos de todo”, un lugar en el que, a su juicio, están limitadas las posibilidades de felicidad y desarrollo de quien reside allí.

“La afirmación no puede ser más desafortunada ni estar más lejos de la realidad”, proclama el concello muradano, que lamenta la “visión despectiva y peyorativa” del rural gallego, “evidenciando la existencia de prejuicios que nada tienen que ver con nuestra realidad”.

El Concello presenta la declaración institucional como una acto de “dignidad colectiva” para mostrar así su “firme rechazo” a la expresión ‘Galicia profunda’ “para cualquiera de sus “aldeas, parroquias o villa”. El documento finaliza asegurando que “Galicia, la ría de Muros y el concello, y cada una de sus parroquias, son lugares que ofrecen una calidad de vida acorde con la sociedad en la que vivimos y perfectamente apta para el desarrollo completo y feliz de una niña o niño”.

Esa es la conclusión. Antes, la corporación justifica por qué consideran que el calificativo utilizado por la polémica jueza implica una “valoración peyorativa e injustificadamente negativa”. “La realidad es que nuestro concello cuenta con los servicios e infraestructuras necesarias para desarrollar una vida en plenitud en un entorno natural, rural costero gallego, no masificado, con guarderías públicas y privadas, centro de salud, colegios e institutos, juzgado de primera instancia, con un índice de delincuencia y violencia en las calles muy bajo, con una oferta de actividades suficiente para desarrollar toda la potencialidad de las personas, con la capital de Galicia y todos los servicios sanitarios, educativos, culturales y de otra índole que esta ofrece, a sesenta kilómetros de distancia y unas vías de comunicación más que aceptables, aunque siempre mejorables”, se dice en la declaración institucional.

Y no solo eso. La corporación municipal de Muros proclama que, al contrario de lo dicho por la jueza que tanto ha dado que hablar estos días, el entorno “natural y social” de este municipio es “muy favorable para la crianza de nuestro hijos” que, prosigue, “disfrutan aquí de una naturaleza de mnte y playa, con lugares de interés comunitario y la tranquilidad que ofrece la vida en un lugar seguro, cercano, saludable y que cuenta con una red de apoyo social y comunitario que constituye uno de las señales de identidad de nuestro territorio”.