Nace el centro de investigaciones matemáticas para la vida cotidiana y para la industria

Las matemáticas son la base de nuestra vida diaria. Están presentes en todos los ámbitos, incluso en aquellos que menos nos imaginamos. Desde los tubos que distribuyen el gas en nuestras casas hasta los algoritmos que personalizan el contenido de las redes sociales según nuestros gustos, pasando por los tratamientos farmacológicos que usamos para tratar enfermedades y por la economía. Todo son matemáticas y, por eso, es tan necesario que el desarrollo de esta Ciencia continúe fortaleciéndose.

Y, para ello, surge el CITMAga, el Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia, un consorcio de las tres universidades públicas gallegas que “aspira a convertirse en un centro de referencia en investigación y transferencia de conocimiento matemática a otras áreas y a la sociedad en general”. Así lo explica su directora, la investigadora Rosa Crujeiras, que asegura que este centro viene a consolidar la “fuerte tradición matemática con la que cuenta Galicia”.

Comenzando por los inicios, Crujeiras cuenta a EL CORREO que fue en los años 80 cuando se fundó el Instituto de Matemáticas en la Universidade de Santiago (USC), “que fue el primer instituto universitario de matemáticas”, con la idea “de aglutinar la investigación que teníamos”. Después, cuando aparecieron las otras dos universidades, siguió fomentándose la colaboración entre ellas, “centrada en proyectos como Consolider Ingenio-matemática”. Después “se obtuvo para Galicia la sede del Instituto Español de Matemáticas –del que fue coordinador de la sede en Galicia el catedrático de Análisis Matemático José Nieto–, pese a que finalmente no fructificó, pero que también promovía la colaboración entre las tres universidades y el Centro de Supercomputación de Galicia”. “Ahí también uno de los aspectos que caracterizaba nuestra actividad era la transferencia de conocimiento a la industria y al sector productivo”, explica.

Sería ya en el 2013 cuando se crearía el Instituto Tecnolóxico de Matemática Industrial (ITMATI), también por consorcio interuniversitario, del que fue directora la catedrática de Matemática Aplicada y Premio Wonenburger Peregrina Quintela. “Y, ahora, tenemos en mente ampliar un poco esa iniciativa, porque el Itmati queda integrado dentro del CITMAga como oficina de transferencia de resultados de investigación”.

Convertirse en centro de referencia estatal no será tarea fácil, pues tienen duros competidores: el ICMAT de Madrid o el BCAM del País Vasco, los dos centros Severo Ochoa; o el Consorci Centre de Recerca Matemàtica de Cataluña o el Instituto de Matemáticas de Granada, ambos unidades María de Maeztu.

Entonces, ¿qué distinguirá a este centro de los otros? Para Crujeiras hay dos factores diferenciales fundamentales: por un lado, “nuestra agenda científica, que es una parte muy relevante en la generación de conocimiento, dividida en cuatro áreas, una de ciencia y conocimiento y otras tres muy orientadas a los retos globales que marca el Programa marco Horizonte Europa: vida y sostenibilidad, humanidades digitales y competitividad industrial; por tanto, no se trata de una agenda clásica de las áreas de conocimiento, aunque, sin duda, estas también están presentes”; y, por otro, “se trabaja en proyectos con empresas de distintos sectores”. En total el CITMAga está compuesto por 153 personas: 94 investigadores vinculados, 35 en formación y 24 miembros del personal propio que desarrollan tareas de investigación y apoyo a proyectos y tareas de administración.

empresas y sociedad. “Las matemátcias tienen mucho que aportar en muchos ámbitos del saber”, asegura la directora del CITMAga. Por ello, mantienen colaboración con centros tan diversos como el CiMUS, el CiQUS, el CiTIUS, el CINBIO o el CiTIC, incluso el Instituto da Lingua Galega. “Tenemos que llegar a muchas áreas de la sociedad, ayudando no solo a empresas, sino a todos, y ese es un papel que sí nos gustaría asumir”, asevera.

Por la parte de las empresas, más en concreto, explica que ya asumen contratos con muchas: “Con Reganosa se lleva mucho tiempo trabajando en el diseño óptimo de las redes de gas; con Repsol, en varios proyectos; otros con empresas brasileñas del ámbito del naval; también con empresas del sector del metal... Todas nos plantean problemas que les surgen para los que muchas veces necesitan del modelado matemático, de la simulación numérica, del análisis de datos...”. Aquí entra en juego el Big Data, y es que en el mundo actual, “hay muchos datos, pero no todos aportan información, ahí la estadística debe seleccionar y ser capaz de extraer la información más relevante de ellos”.

Por la parte de la sociedad, las matemáticas se están aplicando ahora a determinar cosas cómo “por qué funcionan los algoritmos, para que estos sean justos”. También participan de la “ciberseguridad”, pues al fin y al cabo “detrás de ella está el álgebra”.