Nueva Pescanova reduce un 14 % las ventas aunque logra amortiguar pérdidas
La pandemia y el cierre de la hostelería pasan factura al grupo de alimentación // Mantuvo en 2020 la rentabilidad operacional
Se podría decir que 2020, el año de la pandemia que lo trastocó todo, no fue un año bueno para el Grupo Pescanova, como para la mayoría de las empresas, afectadas por las consecuencias económicas del coronavirus. Pero en los tiempos que corren también se podría interpretar que 2020 no fue un mal ejercicio. Pues pese a la reducción en las ventas, la multinacional logró atenuar las pérdidas –39 millones, dos menos que un año antes– y el resultado de explotación (EBIT) fue de un millón de euros, mientras que el de 2019 fue de -7.
El grupo líder en la captura, cultivo, elaboración y comercialización de productos del mar, celebró ayer en su sede de Chapela (Vigo), su junta ordinaria de socios, en la que se aprobaron las cuentas del ejercicio 2020. Según éstas, la facturación en 2020 cayó un 14% (905 millones de euros frente a 1.057 en 2019) principalmente debido al cierre de la hostelería en los países donde comercializa sus productos.
Nueva Pescanova detalla que las ventas en el canal de mayor o distribución cayeron entre un 25 %-28 %, mientras que las de retail crecieron entre un 4 % y un 28 %, dependiendo del país.
“Al analizar por especie la comercialización en retail, productos como pescados blancos han aumentado algunos meses hasta el 20%, mientras que otros más ligados a momentos de celebración, como los crustáceos, han tenido un menor crecimiento”, explicó ayer la firma para informar de sus resultados.
El Ebitda del Grupo en 2020 se mantuvo en una ratio del 4,5 %, disminuyendo al pasar de 41M€, frente a los €50M de 2019, “principalmente como consecuencia del COVID y su impacto directo en las ventas y en los costes derivados de la realización de tests a empleados, nuevos protocolos de desinfección, EPIS, compensaciones extraordinarias, etc., en los que se han invertido más de 5M€”. El resultado de explotación (EBIT) de la compañía el pasado año fue de 1 millón de euros, mientras que en 2019 había sido de -7.
“La reducción del Ebitda en 2020 no ha deteriorado el resultado neto del Grupo Nueva Pescanova, alcanzando unas pérdidas de 39M€, atenuando así las de 2019 en el que cerró con pérdidas de 41M€”, asegura la compañía. Nueva Pescanova reconoce que el resultado neto ha continuado muy afectado por el elevado coste financiero que tenía la compañía en 2020 por su endeudamiento. Esta situación, apuntó ayer, se ve significativamente modificada tras la celebración de la Junta General Extraordinaria en febrero de 2021, donde se capitalizaron 542M€ de deuda concursal de la antigua Pescanova. Como consecuencia, el coste financiero se reducirá en 2021 en aproximadamente 20M€, mejorando el resultado consolidado,
“Hemos cumplido las estimaciones realizadas de cierre de año según los objetivos marcados por la situación de la pandemia. Ha sido un año duro y de incertidumbre, y lo conseguido es gracias al esfuerzo e involucración de todos y cada uno de nuestros 10.000 empleados en todo el mundo”, resumió el consejero delegado, Ignacio González.
El directivo de Nueva Pescanova también destacó en la junta celebrada en Chapela la gran apuesta por la compañía del nuevo accionista de referencia, Abanca, en cuyas manos está ahora el 97 % del capital de la compañía.
Nueva Pescanova, según destacó en la junta de accionistas Ignacio González, ha adelantado su plan de inversiones a 2020-2021 por una cantidad de 157 millones de euros, que se dedicarán a nuevas construcciones de barcos, sistemas o al Pescanova Biomarine Center. Para dimensionar la cantidad, el directivo recordó que entre 2016 y 2019 las inversiones totales del grupo fueron de 125 millones.
Por otra parte, la multinacional finalizó la construcción de dos nuevos buques para Namibia y uno para Mozambique y llevó a cabo 954 acciones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Destaca, además, que donó 90 toneladas de alimentos en España, se adhirió a los principios para un océano sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, y firmó la declaración de líderes empresariales para la cooperación global de las Naciones Unidas.
Un día antes de la presentación de resultados, Nueva Pescanova anunció que lidera el proyecto ‘Sea2Table 4.0’ para implantar un nuevo modelo de fábrica inteligente, cuyo objetivo es aplicar tecnologías de inteligencia artificial para establecer en el sector alimentario un sistema que promueva la sostenibilidad y eficiencia. La compañía desarrolla esta iniciativa para avanzar en la fábrica ‘Pescanova 4.0’ en colaboración con ASM Soft y el centro tecnológico Gradiant.
Para ello aplicará nuevas tecnologías para conseguir una cadena de suministro digitalizada “que garantice la calidad, seguridad y trazabilidad del proceso”.