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EMBOSCADA. El ataque a traición a dos municipales de Poio pasa factura: tras la primera decena de detenidos ayer se entregaron otros siete implicados // Quedan en libertad por participar en el asalto desde “la segunda línea”

O Vao no aguanta la presión policial y el aviso del patriarca

Fue una emboscada coordinada de una marabunta de individuos dispuestos a provocar el mayor daño posible. El poblado chabolista de O Vao, entre Pontevedra y Poio, acostumbra a ser territorio sin ley y las normas del confinamiento no iban con una buena parte de sus moradores, de los más violentos.

El problema se desencadenó tras una intervención de una patrulla de la Guardia Civil que intentaba detener a un residente del poblado por infringir el estado de alarma y resistencia a la autoridad, lo que provocó los primeros incidentes y la agresión a cuatro agentes del instituto armado. En su ayuda acudieron dos miembros de la Policía local de Poio que sufrieron la peor parte al verse acorralados por una marabunta que la emprendió a golpes con el vehículo y posteriormente con los propios agentes, quienes tuvieron que ser rescatados por la benemérita y Policía Nacional.

Una situación calificada como muy grave que desencadenó una contundente acción policial que, con medios antidisturbios y los cuerpos especiales, entraron en O Vao para apresar a los que habían provocado la emboscada. Las imágenes que algunos grabaron, y difundieron en redes sociales, eran la mejor prueba contra los violentos alborotadores. Diez fueron apresados por las fuerzas de seguridad que tuvieron que emplearse con contundencia. Y todos ellos fueron enviados a prisión por el juez acusados de los delitos de atentados contra agentes y daños.

Como quiera que la presión policial no cesaba, el patriarca del poblado, con la ayuda de un pastor evangelista de la comunidad, se vio obligado a intervenir para anunciar que iban a tomar medidas “a nuestra manera para averiguar quién agredió a los agentes para castigarles” y añadiendo que “es peor el castigo nuestro que el de la justicia”.

Entre la amenaza de actuar los cuerpos policiales y la advertencia del patriarca (que, además, pedía que no se cortaran las ayudas sociales que reciben) hubo una reacción inmediata y, a penas doce horas después del mensaje de la máxima autoridad del poblado, siete de sus moradores comparecían en el Cuartel de la Guardia Civil y se entregaban a las autoridades.

Estas últimas siete personas, entre ellos dos menores de edad, según confirmaron fuentes oficiales, participaron en el ataque pero no estaban en primera línea. Tras ser identificados, fueron citados para que comparecieran en la comandancia y, una vez allí, se les notificó su condición de detenidos.

En las últimas horas, acompañados de sus abogados, prestaron declaración en Pontevedra y quedaron en libertad aunque, al igual que a los diez detenidos que ya se encuentran en prisión provisional, se les acusa de delitos de atentado contra agentes de la autoridad y daños.

Con estas siete detenciones, la Guardia Civil da por finalizado el operativo de investigación de este ataque en grupo, que ha sido calificado por las autoridades como una “emboscada coordinada” contra los agentes de la Policía Local, quienes, según informó el Ayuntamiento de Poio, permanecen de baja médica, recuperándose de sus lesiones, entre ellas diversas contusiones, magulladuras y cortes, en sus respectivos domicilios.

¿Y qué va a pasar con el castigo que les impondrá el patriarca? Habida cuenta de la situación que se vive en el poblado de O Vao, donde impera la ley del más fuerte, habrá que esperar a que salgan de prisión los más violentos que, en el peor de los casos, se verán obligados a abandonar temporalmente el lugar si son desterrados.

12 may 2020 / 22:05
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