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Otro susto en As Catedrais: se derrumba un arco en la playa

El desprendimiento de las piedras deja un boquete de seis metros de ancho y doce de alto

La erosión provocada por las olas, los temporales de los últimos días (esa zona de la costa estuvo hace unos días en alerta amarilla) y, como no, el paso del tiempo devolvió en este último día de noviembre a la playa de As Catedrais a la actualidad informativa más relacionada con los sucesos que con el turismo aunque, afortunadamente, en esta ocasión sin consecuencias graves para las personas.

Y lo hizo por que uno de los arcos de piedra del monumento natural en el municipio de Ribadeo (Lugo), se derrumbó a una hora indeterminada entre la noche del domingo y este lunes.

Fue una especie de boquete de unos seis metros de ancho y una docena de alto, dejando a la altura de la playa numerosas piedras y a la vista una hendidura que provocó la visita de curiosos de la zona. Las restricciones por la pandemia provocó que no se acercaran más a contemplar otro de los efexctos (y misterios) de la Naturaleza.

Según la Consellería de Medio Ambiente a Europa Press, técnicos del servicio de Patrimonio Natural de Lugo fueron de los primeros en realizar una visita a la zona en la mañana de este lunes para elaborar un informe sobre lo sucedido y estudiar posibles medidas de cara al futuro.

La Xunta apunta que este tipo de derrumbamientos “es habitual” en la playa de As Catedrais, al igual que en toda la cornisa cantábrica, por la singularidad del terreno y la influencia del mar, aunque reconoce que el desprendimiento “fue de un tamaño un tanto considerable”.

En función de lo que traslade este informe, se valorará “si hay que hacer algún tipo de trabajo o intervención”, aseguran desde el departamento de la Xunta. Mientras, se prevé que la marea se lleve de forma natural las piedras más pequeñas caídas.

Pese a todo, Medio Ambiente explica que “no son novedosos” estos derrumbamientos, ya que se producen “de forma frecuente”, aunque este “llama más la atención” por su tamaño. Con todo, todavía no existen datos del volumen de piedra que se ha desprendido en la zona, aunque la hendidura en la pared rocosa es visible.

Afortunadamente en esta ocasión no había nadie en el lugar. No hay que olvidar que una joven de 25 años natural de Valladolid falleció en marzo de 2018 al caerle una piedra en la cabeza cuando se encontraba en el interior de una de las cuevas del arenal.

Después de este suceso, la Xunta activó una web de reservas para acudir con aforo limitado en los periodos de alta afluencia de visitantes como verano y Semana Santa.

Entre otras figuras de protección, este espacio es una Zona de Especial Protección de los Valores Naturales. Con una superficie de casi 29 hectáreas, está situada en el extremo nordeste de la provincia de Lugo, en la línea litoral entre los municipios de Ribadeo y Foz. El monumento natural cuenta la presencia de pequeños acantilados marinos y playas de arena, intercaladas entre promontorios e islotes de gran interés geomorfológico y paisajístico.

Este enclave se formó debido a la erosión marina de la edad paleozoica, que afectó a la serie de pizarras y cuarcitas allí presentes.

01 dic 2020 / 00:01
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