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“Parientes de los conejos dominaron las islas baleares y posiblemente las gallegas”

Al tratarse de zonas alejadas del continente, evolucionaron de forma diferente, con especies que pesaron hasta 10 kilos

En las islas pasaron cosas evolutivamente sorprendentes hace millones de años. Así lo asegura Blanca Moncunill. Esta investigadora, experta en pequeños mamíferos del pasado, estudia los lagomorfos (conejos, liebres y picas) de aquel entonces. “La gracia está en que en las islas los animales cambian mucho de peso”, nos cuenta a EL CORREO, de hecho, asegura que se encontraron “conejos gigantes que pesaban hasta diez kilos” y “elefantes enanos cuya altura adulta daba poco más arriba de la rodilla de una persona”. ¿La explicación? “En las islas actúan presiones de selección distintas a las del continente sobre ellos, lo que hace que se produzcan cambios morfológicos abruptos”, indica la experta.

Moncunill ha tratado durante sus investigaciones sobre los lagomorfos desde conejos y liebres convencionales (conocidos como lepóridos), hasta los ocotónidos, que son las picas, extinguidas aquí actualmente, pero aún existentes en América del Norte, caracterizadas porque “pesan my poco, son pequeñitas, redonditas y silbadoras, con comportamientos sociales como por ejemplo silbarse unas a otras en señal de peligro cuando avistan un ave rapaz”.

En la actualidad, la investigadora se centra en el estudio paleobiológico de estos lagomorfos, es decir, en conocer cuánto pesaban, cuánto tiempo vivían, sus paleopatologías e incluso estudios geoquímicos, que analizan la composición de dientes y huesos para saber cuáles eran por aquel entonces las condiciones ambientales.

Llegados a este punto, surge una pregunta: ¿Hubo en las islas gallegas, en nuestras Cíes, por ejemplo, pequeños animales de este tipo? “Más o menos todas las islas se comportan igual”, explica Moncunill, que dice que “el hecho de que estén aisladas del continente hace que entre los animales que en ellas habitan no encontremos depredadores terrestres”. Y es que a veces las islas se convierten en espacios demasiado pequeños para grandes depredadores como los leones, por ejemplo, que para desarrollarse “necesitan un espacio que dominar que en las islas no tienen, por lo que no puede darse suficiente población viable”. Así, los únicos depredadores que pueden sobrevivir son las aves rapaces, porque vuelan y no tienen problemas para llegar, así como los carnívoros marinos, como las morsas, aunque estas normalmente ya se alimentan de animales marinos.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de analizar una isla es “su distancia del continente”, ya que, si están muy cerca del mismo, “puede haber mucho flujo de especies de un lado a otro”. Así, “el estudio de las islas mediterráneas españolas resulta muy útil, porque hubo épocas en que estas islas estuvieron unidas al continente, después se cerró ese paso, quedaron aisladas y los animales que habían cruzado desde el continente se desarrollaron con características específicas”, indica la experta. Sin embargo, en el caso de Hawái, “como se trata de islas oceánicas, no continentales, no se ha encontrado ningún mamífero terrestre, solo reptiles y aves”, apunta.

Conejos y roedores, en un principio, se consideraban de la misma familia, por ser bastante parecidos, pero, con el tiempo, se vió que tienen un conjunto de características morfológicas diferentes, como los incisivos superiores: los roedores solo tienen dos y los conejos tienen cuatro, dos delante y otros dos atrás. Así que, aunque tienen antecesores comunes, los primeros conejos aparecieron hace aproximadamente 50 millones de años, hace 35 millones empezaron a especializarse, originándose las dos familias actuales: los conejos y liebres y las picas o liebres silbadoras.

Entre sus descubrimientos, Moncunill nos desvela que se vió sorprendida al trabajar con los restos del conejo más grande que existió, nuralagus rex, que vivía en Menorca en el Plioceno y que llegó a pesar entre 8 y 10 kilos. “Se llama rex porque era el rey de la isla, no había ningún otro mamífero más grande que él”. Tenía una locomoción más lenta porque no tenía depredadores de los que escapar, pero terminó por extinguirse cuando la isla se unió a Mallorca y entraron otros hervíboros competidores.

15 ago 2022 / 01:00
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