Paro casi total en A Mariña, que clama a una voz por su futuro
Hasta los colegios de Cervo, Burela, Barreiros y Xove quedaron casi sin alumnos. La comarca lucense de A Mariña iniciaba a las 00.00 del miércoles –dos horas antes en Alcoa San Cibrao– una huelga general de 24 horas que se saldó con una respuesta masiva en todos los sectores, con un seguimiento que los sindicatos convocantes, Comisións Obreiras, CIG y UGT, estimaron sobre el 90 %.
Con este paro se buscaba reclamar “medidas inmediatas” por parte de la Administración, que sirvan para frenar “la pobreza, la desertización industrial y el despoblamiento”, a causa de circunstancias como la situación de Vestas y Alcoa. La huelga consiguió paralizar prácticamente todo el norte de Lugo, con un seguimiento que fue muy elevado.
Constató in situ Efe que la actividad era mínima en los polígonos industriales de las diferentes localidades mariñanas, donde viven alrededor de 75.000 personas, y supermercados, comercios y hostelería permanecieron cerrados para reclamar esas soluciones que permitan garantizar el empleo industrial en la comarca y que no acaban de llegar, después de año y medio de lucha de los trabajadores de Alcoa y de que Vestas anunciase el cierre de su fábrica en Viveiro para final de año.
La convocatoria también tuvo un amplio respaldo por parte del sector público, pues los ayuntamientos mariñanos apoyaron la huelga general y decretaron servicios mínimos para que sus trabajadores pudiesen secundar el paro.
El seguimiento también fue muy amplio en el ámbito de la educación pública, a pesar de los servicios mínimos decretados por la Xunta de Galicia, dado que la afluencia de alumnos fue muy baja y a algunos centros apenas acudió la cuarta parte del alumnado matriculado.
Aunque la convocatoria tiene su origen en la difícil situación en la que se encuentran las dos esenciales industrias antes citadas, los sindicatos convocantes también incidían en la pérdida de servicios y en la carencia de infraestructuras en A Mariña, dos circunstancias que contribuyen a “lastrar su futuro”. Se sumó a la protesta la plataforma en defensa de la sanidad pública.
La huelga incluyó una manifestación, bajo el lema ‘Futuro para A Mariña’, que partió a mediodía del Hospital da Costa, en Burela, y terminó en la Praza do Concello de esa localidad, con los convocados entonando el himno de Galicia. Alrededor de unas 8.000 personas, según la información facilitada por la Policía Local, participaron en una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerda en la comarca y en la que volvieron a verse pancartas con lemas como “A Mariña, nin industria nin futuro”, además de escuchar consignas que se han convertido en los últimos meses en auténticos gritos de esperanza, como “A Mariña, sálvase, loitando”.
En esa protesta participaron representantes de todos los partidos políticos, como la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón; el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado, o el secretario xeral electo de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso, a quienes los manifestantes les pidieron que apoyasen la intervención pública de Alcoa.
Precisamente, la huelga general adelantaba su hora de inicio en el complejo aluminero en San Cibrao, a las 22:00 horas, al coincidir con la entrada de los trabajadores del turno de noche, cuando los piquetes prendieron fuego a barricadas.
El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, decía a primera hora del miércoles que la comarca sabía “lo que se jugaba” con la huelga general convocada para este miércoles en A Mariña... y las cifras del amplio seguimiento certificaron que el mensaje fue entendido. En declaraciones a Efe informó entonces de que el seguimiento de la huelga por parte de la plantilla de la multinacional era “masivo”, del “cien por cien”.
“Nosotros ya estábamos en huelga indefinida”, dijo Zan, quien, en todo caso, “lamentó que se haya tenido que llegar a esta huelga general”, en la que se han visto implicados otros sectores de la economía mariñana, “como el comercio y la hostelería”, que también “lo están pasando muy mal a causa de la recesión” que vienen padeciendo.
“Lamentamos que se haya tenido que convocar esta huelga. Lamentamos estar nosotros mismos en huelga, y todo porque el Partido Socialista ha incumplido varias veces su palabra”, dijo Zan, sobre la participación d SEPI en la “triangulación” para la venta de la fábrica de aluminio primario de San Cibrao.
“La ministra de Industria nos dijo que no nos iba a abandonar nunca, pero ahora es alucinante su sumisión a Alcoa. Si no fuese tan grave, podríamos pensar que estamos ante el argumento de una película de ciencia ficción”, se quejó. Desde su punto de vista, “es algo increíble lo que está sucediendo con la clase política de este país”, porque “una democracia no es plena si no se cumple lo que se vota”, aseguró.
Por ello, después de que el Parlamento gallego y el Congreso le diesen luz verde a la intervención pública temporal de la fábrica, si eso no se produce, “alguien debe dimitir, o los parlamentarios y diputados, o bien la ministra de Industria”, dijo, por no cumplir el mandato de ambas cámaras. “Esto es alucinante”.
La multitudinaria manifestación que partía a mediodía en Burela servía de “culminación” a “esta resposta masiva” de los vecinos de A Mariña, en palabras del responsable de la CIG en la comarca, Xorxe Caldeiro, quien llamó la atención sobre un “absoluto éxito”, con “todos os polígonos pechados, o comercio, hostelería e servizos todos tamén pechados e un seguemento moi importante nos centros educativos, especialmente nos de secundaria a pesar dos servizos mínimos abusivos decretados pola Xunta a última hora”. “Esperamos que os gobernos fagan caso das nosas reivindicacións porque queremos traballar na nosa comarca e non emigrar”, remarcaba este portavoz sindical.
RTVE recogía las declaraciones de dos jóvenes mariñanas. “Necesitamos industria para poder traballar todos. Sen industria non hai comercio, non hai hostalaría, non podemos traballar”, asegura una de ellas; “están faltando traballos: pecha Vestas, pecha Alcoa e quedamos sen vida aquí“. “Porque estamos moi abandonados e moi olvidados aquí na Mariña Lucense, non temos nin carreteras, a sanidade quérennos quitar case todo... aparte dos traballos”, dijo la otra.
Que A Mariña es una pateta caliente para el mundo político queda claro si atendemos a los partícpes de este mundo en la manifestación en Burela, y los que desde la Xunta enviaron, entre otros, el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, que interpretó el paro como “una llamada de atención a todo el mundo”, si bien centró sus demandas en el Gobierno central, por los efectos de la transición energética y el elevado precio de la electricidad.
A la marcha acudió la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que reclamó al presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, que lidere una solución para la crisis industrial de esta zona. “Basta de fotos y de promesas incumplidas, la comarca precisa medidas concretas en el DOG y en el BOE, que para Alcoa pasan por la intervención pública con implicación del Gobierno central y de la Xunta porque hay 1.100 empleos directos en juego”, advertía la líder de los nacionalistas.
También acudió el secretario xeral electo del PSdeG, Valentín González Formoso, quien incidía en que la comarca está reclamando “carga de trabajo” y “garantía laboral e industrial”. También reclamaba un “impulso claro” por parte de la Xunta, del Gobierno central y de la propia Alcoa, que “acaba de llevar un varapalo judicial”, para que se materialice la venta del complejo.
Mientras, el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado, recorría Burela en la protesta y desde allí instó a PSOE y Bloque a “dejar de lado los intereses partidistas” y “unirse” a los populares en la demanda al Ejecutivo central de soluciones para Alcoa.
En esta línea, echando en falta en la protesta la presencia de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aseguraba que el Gobierno central “fue el que provocó esta situación” y “el único que puede resolver este conflicto”. “Tras diecisiete meses de espera, aún no contamos con un precio competitivo de la electricidad que evitaría que la empresa abandonase el país”, afirmaba Tellado.
Junto a él estaba la presidenta del PP provincial, Elena Candia, que instó al Estado a “tomar decisiones que no ataquen de una manera tan perjudicial a la comarca”. Los alcaldes de Xove y Cervo, Demetrio Salgueiro y Alfonso Villares, recordaron el peso de la planta de Alcoa para A Mariña y urgieron al Gobierno de Pedro Sánchez a cumplir con sus compromisos.
La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, recordó que Vestas, ubicada en su concello, que también secundó el paro, “está pendiente de un hilo” por el ERE del que “no recula” la empresa y aguarda soluciones.
Mientras, desde la distancia y a preguntas de los periodistas Rueda apuntaba que “la postura de la Xunta quedó clara desde el principio. Creo que los sindicatos y los trabajadores de las empresas afectadas saben perfectamente dónde está cada uno”. Así, constató que A Mariña tiene “un potencial industrial enorme y tiene que seguir teniendo un futuro y ahora está en peligro”. “Las razones están claras y hay que mover ficha y actuar, cada uno con sus responsabilidades”, abundó, responsabilizando a la “transición energética” y al precio de la electricidad.
También en declaraciones a los periodistas, el vicepresidente económico, Francisco Conde, calificó de “insostenible” la situación y la vinculó a la actuación del Gobierno central, al que exigió una “respuesta inmediata” con una política energética que reduzca el precio eléctrico, lastre para las empresas.