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Fueron penados el 26 de noviembre con una incapacitación especial para ejercer la actividad del marisqueo durante tres años y medio // También a seis meses de multa // Conocían varias rutas de escape y no habían sido pillados previamente hasta ser interceptados por sorpresa con 22 kilos de percebe

Pescando al furtivo: Así fue la operación del Acuario Coruña

Completamente in fraganti fueron interceptados cuatro furtivos con las manos en la masa (22 kilos de percebe gallego) durante un operativo desarrollado hace dos años. Estos “piratas atlánticos” faenaban entre las proximidades del Acuario Coruña, bajo el bravo oleaje que caracteriza nuestra costa, mientras el Equipo de Respuesta Policial (Erpol) preparaba todo lo necesario para pescarlos.

Unos comunicados de la Cofradía herculina alertaron a Orca, apelativo que recibe esta Unidad Adscrita al Gobierno autonómico de la Policía Nacional, aquel febrero. Habían visto, cerca del vivero brigantino, como varios individuos estaban extrayendo clandestinamente escaramujos en diferentes peñascos.

Los agentes, que entonces se localizaban entre estas instalaciones y la playa de San Amaro realizando una patrulla rutinaria, solicitaron permiso para acudir al punto conflictivo, conociendo previamente la existencia de algunos grupos organizados y dedicados a tal actividad ilegal.

Tras la confirmación del mando, las autoridades se dirigieron al escenario, con el objetivo de buscar a estas personas, observando conforme arribaron cómo cuatro hombres nadaban hacia unas rocas próximas al Acuario, mientras sujetaban las bolsas que almacenaban todo el percebe recolectado ilícitamente.

Verificaron este suceso, tomando distintos vídeos y fotografías donde se demuestra claramente sus actividades furtivas. Y después, esperaron con mucha calma, presenciando cómo estos involucrados, salvaguardados del frío bajo sus respectivos neoprenos, todavía llevaban consigo los sacos una vez pisaron tierra.

Para abandonar dicho espacio, caminaron hasta el exterior del vivero. Allí optaron por fraccionarse en dos parejas, tal y como habían realizado su particular acción ilegal. Mientras la primera se dirigió al aparcamiento del recinto, con la intención de coger su automóvil (un Ford Fusión de color negro) y huir, la segunda cruzaba estas inmediaciones, campo a través, con todo el crustáceo.

Quienes subieron al vehículo dejaron el estacionamiento, manejando el coche hasta la calle Finisterre, donde tras dar un par de vueltas por sus avenidas adyacentes recogieron al dúo restante, que ya se hallaba ‘haciendo tiempo’ por allí.

Estos colocaron la captura dentro del portaequipaje y accedieron al carro. Tras pocos segundos fueron interceptados por el Erpol: habían estado controlados siempre. El Servicio de Guardacostas de Galicia, que colaboró en esta operación, decomisó 22 kilos de percebes, así como varias rapas y el vehículo implicado.

Sin ninguna incidencia al respecto, el dispositivo ejecutado concluyó exitosamente con un abanico de llamadas a sus familias, después de reflejar la acusación correspondiente, para que estas pudieran ir a buscarlos y llevarles ropa seca. El buzo empapado trasladaba ahora más frío y menos calor, paradójicamente.

MÁS DE UNA HUÍDA. “Estas personas son conocedoras de todos y cada uno de los atajos, sendas y pasos disponibles tanto en las proximidades de su residencia, como de los accesos a Adormideras”, mantiene la Instrucción en su escrito, indicando la dificultad de que estos puedan ser “localizados o interceptados”.

Por esta causa, aunque los individuos fueron reconocidos en múltiples ocasiones ejerciendo el furtivismo en varias zonas coruñesas, nunca fue posible abordarlos e identificarlos, puesto que al ver a alguien de la Cofradía, Guardacostas o los agentes del Erpol, estos emprendían una huida “a la carrera” con el marisco.

En este sentido, la táctica que suelen emplear radica en ocultar los sacos donde amontonan dicha especie por las rocas, recuperándolos al caer la noche o con las futuras mareas.

un paisaje protegido. El área donde actuaron permanecía vedada y cerrada para garantizar la correcta reproducción del percebe, logrando así asegurar su continua explotación por aquellos profesionales que poseen la licencia necesaria para desarrollar esta arriesgada actividad.

EL perjuicio indefinible. “Esta zona se ve arrasada por diferentes grupos de personas, las cuales esquilman las rocas de cualquier tipo de percebe, sin importar el tamaño, o la fase de crecimiento, impidiendo con ello la regeneración del crustáceo”, apunta además el Erpol.

Asimismo, un informe del biólogo de la Cofradía de A Coruña advierte que “las larvas de percebe que se encuentra en la costa coruñesa, viajan por las corrientes marinas desde otra piña de percebes adultos sitos en alguna piedra a kilómetros de distancia”, siendo determinante que existan en este litoral grandes ejemplares para que las crías “puedan fijarse” a ellos, descendiendo hasta su base y asentándose en los peñascos.

Por ello, la gravedad no está en los 22 kilos retenidos (cotizados entonces a 460,7 euros) sino por el perjuicio que suponen estas acciones durante el desarrollo del marisco, interrumpiendo este ciclo reproductivo y generando problemáticas vinculadas a su futura explotación.

daños ECONÓMICOs. Aunque las cantidades que extraen a priori pueden parecer menores, la suma de todas ellas arrojaría una cuantía considerable, puesto que su actividad es completamente frecuente. Del mismo modo, esta ganancia económica que obtienen, mediante su posterior venta, promueve el mercado negro tras nacer al margen de la legalidad.

“Otro aspecto importante que no debe ser obviado, es el sustento económico, presente y futuro del pósito coruñés, y por ende, el perjuicio que genera a los socios de la cofradía y sus familias”, destaca la Instrucción, explicando además que “el daño que producen el sustraer furtivamente el percebe en estas épocas del año repercute directamente en los mariscadores con licencia”.

SANCIONES. Ante la claridad de las evidencias presentadas por el Erpol en el Juzgado de Instrucción número dos de A Coruña, los involucrados acordaron un pacto amistoso, siendo condenados con sentencia firme el pasado jueves 26 de noviembre.

Tras un bienio de espera llegaban las penas que deberán acatar los implicados: tres años y medio de inhabilitación especial para ejercer la actividad de marisqueo y una multa de seis euros diarios, durante seis meses, por un delito contra la fauna.

El perfil de los cuatro implicados

··· Las Diligencias Policiales presentadas en el Juzgado de Instrucción número dos de A Coruña evidenciaron las actividades de este grupo de habitantes, residentes en el barrio de O Portiño, quienes se dedican de manera “sistemática y habitual” al furtivismo.

··· Dichos sujetos “son furtivos habituales, los cuales ya fueron encartados, investigados o fotografiados”, mantienen las autoridades.

··· Todos estos involucrados carecían de la correspondiente licencia o permiso para su recogida, hecho que ya había trasladado la Cofradía herculina a los agentes del Erpol.

··· Además, estos implicados acumulan un total de 25 propuestas de sanción relacionadas con diferentes actividades furtivas: ocho para J.B.C, siete D.B.J, seis A.B.B y cuatro J.J.B. Todos ellos (por sus apellidos) posibles familiares.

07 dic 2020 / 00:00
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