Planta de baterías para evitar el ‘off’ del motor gallego

Sin no consigue la fábrica de baterías y de otros componentes esenciales para el coche eléctrico, la automoción gallega se enfrenta a un futuro “bastante negro”. Así lo trasladó CIG-Industria al grupo parlamentario del BNG –alegan que PP y PSOE no contestaron a su solicitud de reunión–, al que entregaron su propio plan para el sector. Su portavoz, Xoan Xosé Bouzas, demandó una “apuesta decidida” de la Administración en el encuentro con los diputados nacionalistas Ramón Fernández Alfonzo y Carmela González. Alerta Bouzas de que “nadie escuchó a PSA –actual Stellantis– decir si va a pelear” por que la planta de baterías que planea el Gobierno tenga implantación en Galicia.

Centrado en la ley de cambio climático y “muchos cambios” que se avecinan en el ámbito de la movilidad, el portavoz de CIG-Industria reclamó una “apuesta” de la Xunta por los coches híbridos y eléctricos, así como por la infraestructura necesaria para estos vehículos, como los puntos de suministro.

La propuesta que hicieron llegar a los parlamentarios es una versión actualizada de otra que ya entregaron en 2018 a todos los grupos, tras lo que “no se hizo absolutamente nada”, según Bouzas. Por eso, lamentó que “no hay propuestas concretas” en la comunidad y en concreto “ningún proyecto” conocido y de gran alcance en relación con los fondos europeos para la reconstrucción frente a la crisis de la COVID.

En este sentido, el texto subraya que es preciso “algo más que los actos publicitarios del presidente de la Zona Franca o del alcalde de Vigo para la captación de fondos europeos de recuperación Next Generation aprovechando una necesidad real de la implantación de una fábrica de estos componentes al lado de la planta que más vehículos fabrica en el estado español”.

Asimismo, demanda el “impulso de las tecnologías de almacenamiento de energía en las proximidades de las centrales térmicas que están cerrando, aprovechando su capacidad de evacuación eléctrica”. Al respecto, pide la instalación de una estación de servicio de hidrógeno en Galicia. Junto a la “necesaria promoción de la movilidad de personas y mercancías sin emisiones”, la CIG aboga por un “plan de rejuvenecimiento” de las plantillas.

Por su parte, el BNG, que recogió estas propuestas, coincide en advertir “el reto del vehículo del futuro” para pedir “compromiso” a la Xunta y que lidere “un plan que garantice los puestos de trabajo y el futuro del sector”. Al respecto, a través de una nota de prensa, Carmela González incide en la necesidad de implantar una tarifa eléctrica “gallega” que favorezca la competitividad de la automoción. El Bloque anunció que registrará una batería de iniciativas para “abrir el debate” en el Parlamento gallego sobre las propuestas presentadas por la CIG.