“Si las empresas levantaran la mano a tiempo, muchas de ellas podrían salvarse”

Ángel Martín fue uno de los tres administradores concursales designados en Martinsa Fadesa, el mayor concurso de acreedores de España con unos activos valorados en unos diez mil millones de euros y una deuda que se disparaba sobre los siete mil millones de euros. Una labor ingente que cimentó el que pasase a ser el responsable de Restructuring –reestructuraciones– de KPMG en Europa, Oriente Medio y África. Nos cuenta lo que supuso el proceso.

¿Por qué KPMG convenció para estar entre los administradores?

El tener un equipo multidisciplinar con presencia en los países donde Martinsa Fadesa tenía filiales, con amplio conocimiento en reestructuraciones financieras de deuda, inmobiliario, forénsico, en gestión de tesorería, en concursal, laboral y mercantil, permitió que la CNMV confiara en KPMG como administrador concursal.

Años después llegó el de Pescanova... Galicia en lo alto del ranquin de concursos de España y Europa.

Efectivamente, Pescanova fue otro gran concurso en el que KPMG asesoró a los acreedores financieros para su toma de control, evitando la liquidación de la Sociedad y permitiendo que la misma siga siendo una gran empresa en el sector pesquero y alimentario español.

Usted que lo vivió de cerca... ¿Por qué falló el convenio de acreedores, por qué se llegó a la liquidación?

La crisis que comenzó 2008 con las hipotecas suprime en Estados Unidos desembocó en España, afectando a los préstamos al sector inmobiliario y al sector financiero español en su conjunto. Esto generó una crisis de liquidez que se fue agudizando en España, una paralización del mercado inmobiliario, y la aparición de un volumen masivo de activos de suelo procedentes de préstamos fallidos de entidades financieras, lo que impidió facilitar las ventas y los planes de desarrollo de suelo previstos por Martinsa Fadesa para la fase de convenio.

¿Hemos aprendido algo desde entonces? Hablo de empresas y también administraciones. Nuevas normas si, pero... ¿Útiles?

Se ha aprendido mucho, y se han llevado a cabo muchas modificaciones de la Ley 22/2003 que entonces nos tocó aplicar y sin duda muchas de ellas han sido muy útiles. Sin embargo, aún quedan temas abiertos y modificaciones pendientes de la legislación en vigor, en las que se está trabajando. La crisis de 2008 fue una crisis de liquidez y de confianza en los mercados financieros. La crisis actual es una crisis sanitaria, que comienza con un problema de oferta que inmediatamente afecta a la demanda, debido a los confinamientos requeridos para evitar la propagación de la enfermedad. La gestión de esta crisis por parte de los gobiernos, ha sido absolutamente distinta que la anterior, con una reacción inmediata de estímulos para mantener el empleo y la liquidez en el sistema de forma inmediata.

¿Se sigue concursando tarde y mal en Galicia, de la uci al tanatorio?

Es algo que pasa no solo en Galicia, sino también en el resto del territorio español. Quizás en ese ámbito algo se avanzó, pero probablemente haya mucho más que aprender. Si las compañías levantaran la mano a tiempo antes de que la situación sea absolutamente irreversible, aplicaran los instrumentos de refinanciación con los que actualmente contamos, trabajaran en medidas de ahorros de coste y de ajuste de su oferta a la demanda, considerando la potencial entrada en su capital de nuevos accionistas que aporten valor a las sociedades con problemas de solvencia pero negocio sostenible, muchas podrían salvarse.