Solo Folgoso do Courel y Carballeda de Valdeorras juntos ya suman 21.600 ha

Santiago. Otra dura jornada de sufrimiento, impotencia y rabia fue la que vivieron este miércoles los vecinos de los municipios lucenses de Folgoso do Courel y A Pobra de Brollón, muchos de los cuáles aún siguen lejos de sus casas, viendo como el fuego crece sin poder hacer nada. Según los últimos datos de Medio Rural, fueron más de 1.400 las personas desalojadas en 60 núcleos.

El incendio que atraviesa las dos localidades –y que parte de la unión de cuatro focos en las parroquias de Vilamor y Saa– creció durante la madrugada desde las 5.500 hectáreas que había calcinado en la noche del martes hasta las 7.500 comunicadas en la mañana de ayer y al final del día eran ya 10.000. La preocupación está en la cercanía a los núcleos de Parada dos Montes y Carballal (Folgoso) y de Busto (A Pobra).

Todavía en situación dos de alerta, trabajan para su extinción 16 técnicos, 146 agentes, 230 brigadas, 131 motobombas, tres palas, una unidad técnica de apoyo, 20 aviones, 26 helicópteros y la Unidad Militar de Emergencias (UME). A él hay que sumar otras 1.100 hectáreas arrasadas en el incendio de la parroquia de Seceda, también en Folgoso e igualmente en situación dos de alerta por proximidad a las viviendas del núcleo de Gamiz.

Y, a pesar de que es en Folgoso donde se han dado los desalojos más numerosos, sin duda el gran incendio en estos momentos en la comunidad es el de la parroquia de Riodolas, en el municipio ourensano de Carballeda de Valdeorras, que llevaba consumidas hasta el cierre de esta edición unas 10.500 hectáreas (tras crecer en otras 4.500 a lo largo del miércoles). Allí también continúa decretada la situación dos de alerta por proximidad de las llamas al núcleo de Candeda.

Además, este fuego alcanza ya la vecina provincia de León, donde el martes hubo que proceder a desalojar las poblaciones de Salas de Ribera, aunque ya han podido regresar a sus casas, y San Pedro de Trones, en el municipio de Puente de Domingo Flórez.

Finalmente, aunque lejos de las viviendas, el gran incendio declarado en la parroquia de Pradoalbar, en el municipio de Vilariño de Conso, que afecta al Parque Natural do Invernadoiro, siguió desbocado ayer, llevándose por delante otras 500 hectáreas durante la noche, al pasar de las 3.000 notificadas a última hora del martes a las 3.500 de la mañana del miércoles y otras 500 a lo largo del día, hasta las 4.000.

SE COMPLICA LA SITUACIÓN EN OÍMBRA. Más al sur de la provincia de Ourense, en el municipio de Oímbra, la situación también se complicó a lo largo de la jornada de ayer. La reactivación del foco de Videferre, que se encontraba estabilizado, se suma al incremento de las hectáreas afectadas por el fuego de la aldea de Rabal, que creció hasta las 1.800. De tal modo que en Oímbra continuaban activos hasta el cierre de esta edición tres incendios, procedentes de Portugal: el de Rabal, con 1.800 hectáreas; el de San Cibrao, con 400; y el de Videferre, con 350. Más de 2.500 hectáreas entre los tres.

DOS fuegos más Y dos EXTINtOs. Asimismo, hubo que lamentar durante la madrugada del miércoles la activación de dos nuevos incendios. Uno ya conocido, en la parroquia de O Castro, en el municipio de Cervantes, que había quedado estabilizado el domingo pero que volvió a descontrolarse, con 20 hectáreas quemadas. Por suerte no duró mucho, y una brigada y una motobomba fueron suficientes para estabilizarlo de nuevo.

Y, en la provincia de Pontevedra, en la parroquia de O Piñeiro, en el ayuntamiento de Covelo, se originó e igualmente quedó estabilizado ya de madrugada otro incendio, que afectó a 20 hectáreas. A las cinco de la tarde del miércoles cuatro agentes, 17 brigadas, 11 motobombas y un helicóptero lograron extinguirlo, tras calcinar 37 hectáreas en total. Y también extinguido quedó el incendio de la aldea de Noceda, en el municipio de Cervantes, tras calcinar 182 hectáreas. Fueron necesarios un técnico, 13 agentes, 14 brigadas, 17 motobombas, un avion y un helicóptero. ecg