Talgo alega causas de fuerza mayor en los retrasos en la entrega de trenes Avril a Renfe

La llegada del AVE a las principales ciudades gallegas, más allá de Ourense, se está convirtiendo en una verdadera odisea. Si ya parecía misión difícil por la orografía del terreno, otra serie de factores se han confabulado para impedir que la mal llamada ‘periferia’ peninsular se una con el centro del país, lo que abriría múltiples oportunidades tanto en el plano turístico como en el profesional y educativo (son muchos los estudiantes y trabajadores que cada día eligen el tren como medio de desplazamiento).

En concreto, y después de que este miércoles Renfe advirtiera públicamente de que está analizando la posibilidad de imponer una penalización a Talgo por retrasarse en la entrega de los trenes Avril, que tendrían que estar ya en servicio, pues habían prometido su funcionamiento en verano, Talgo respondió este jueves atribuyendo a causas “de fuerza mayor” y “exógenas” a la compañía los retrasos en la fabricación.

Talgo está fabricando para Renfe 30 trenes Avril de muy alta velocidad (quince de ellos de ancho variable, lo que permite circular por vía convencional y estándar) por valor de 786,5 millones de euros y “en el transcurso del proyecto ha notificado determinados retrasos en los plazos de entrega generados principalmente por causas de fuerza mayor”, según explicó hoy el propio fabricante ferroviario.

Entre esas causas, cita expresamente “caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por el covid y otros eventos geopolíticos –en este punto entraría la guerra de Ucrania–, y añade que también se han producido “causas exógenas a Talgo”.

Así, en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y firmado por el propio consejero delegado de la empresa, Gonzalo Urquijo, Talgo asegura, a pesar de todo, que “el proyecto se encuentra actualmente en proceso de pruebas dinámicas y homologación, y se espera poder terminarlas próximamente”.

Cabe recordar que la entrega de las primeras unidades estaba prevista para enero de 2021, según informó Renfe, que fue quien adjudicó a Talgo la fabricación de los 30 trenes de alta velocidad, con una inversión prevista de 786,5 millones de euros.

Además, Renfe argumentó el miércoles que los nuevos trenes hubieran permitido mejorar considerablemente su oferta en todo el ámbito AVE-Larga Distancia, como, por ejemplo, es el caso de los servicios entre Madrid y Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo; así como aumentar el número de frecuencias, ofertas más plazas y reducir los tiempos de viaje en algunos recorridos.

Y es que aunque la flota de Renfe no ha aumentado en los últimos años, sí lo han hecho las líneas de alta velocidad. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre llegó a Ourense el AVE. Es momento de que aumente ya también la flota disponible. Por el momento, tal y como reconocen desde Renfe, la empresa constructora de los trenes Avril aún no ha fijado una nueva fecha para su entrega definitiva.