Tercer grado a Marcial Dorado con cinco años pendientes de condena

Santiago. El Ministerio del Interior, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, aprobó la propuesta de la junta de tratamiento de la cárcel de Teixeiro para progresar al tercer grado a Marcial Dorado, condenado por narcotráfico.

Dorado fue progresado para conseguir la semilibertad en una decisión adoptada el pasado lunes por la institución dependiente del Ministerio del Interior, según confirmaron en fuentes penitenciarias. Se encontraba hasta ahora en segundo grado o régimen ordinario, y ya había disfrutado sin incidentes de seis permisos de salida ordinaria de la cárcel.

Es una decisión que sorprende ya que nunca antes se había adoptado con los otros grandes nombres del narcotráfico gallego. Ni José Ramón Prado Bugallo, ni Laureano Oubiña, ni ninguno de los Charlines o Alfredo Cordero, por citar a aquellos que nunca colaboraron con la Justicia, obtuvieron este tipo de beneficios de los que ya contaba Marcial: él fue el único que pudo cumplir parte de su condena en un penal gallego.

Recordar que, por ejemplo, tanto a Oubiña como Sito Miñanco cuando alcanzaron el tercer grado, en la práctica se les desterró ya que no podían cumplir esa parte en Galicia.

Argumenta Instituciones Penitenciarias que Marcial Dorado presenta buena conducta y cumplirá las tres cuartas partes de su condena en octubre, todavía le restan cinco años de pena que cumplirá en semilibertad en virtud del tercer grado que disfrutará en régimen abierto, aunque con la aplicación del artículo 82 del Reglamento Penitenciario, el más restrictivo para empezar a graduar el ritmo de salidas, según el plan que se fije al depender ahora del Centro de Inserción Social (CIS) de A Coruña.

Marcia Dorado cumple una condena de diez años de cárcel impuesta en 2009 por su vinculación a una organización de narcotraficantes, a la que hay que añadir otros seis años por blanqueo de capitales. Tiene pendiente, además, el abono de buen parte de la multa de 21,6 millones que se le impuso en la Audiencia Nacional toda vez que no se pudieron embargar los bienes incautados, que según la sentencia proceden del tráfico de drogas, debido a los pleitos que mantienen con el Estado algunos de sus familiares y testaferros. r.m.a.