Últimas instalaciones en la línea de alta velocidad
Las obras de instalaciones en el último tramo de la línea de alta velocidad entre Pedralba de la Pradería y Ourense están a punto de concluir. Finalizada la colocación de la catenaria en todo el trazado de 119,1 km de la vía derecha, y donde se vaya a utilizar en la izquierda (hay 32 km que deberán esperar a la adaptación del actual túnel de Padornelo), próximamente entrará en tensión. Ahora los diversos equipos de trabajo se centran en terminar las conexiones del cableado de seguridad, circulación y comunicaciones.
Así, al no circular este pasado fin de semana los trenes de Galicia a Madrid y viceversa –los usuarios de Renfe viajaron en autobús entre Ourense y Zamora–, se aprovechan tres días –desde el sábado hasta hoy– para conectar todas las señalizaciones que permitan implementar el tránsito de los nuevos trenes veloces por el tramo adaptado desde Taboadela.
Está previsto para ello, las modificaciones de los enclavamientos electrónicos de Taboadela y de Ourense para el control automático del bloqueo del tercer carril, desde el cambiador de anchos en los 1,9 km del ramal de conexión entre la línea de alta velocidad y la vía convencional, y la adaptación de ésta en sus 14,5 km hasta Ourense, donde se actualizará el control de Tráfico Centralizado, desde el que se telemandan todas estas instalaciones.
Además, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) aprovecha para realizar una reordenación de vías en estaciones y apeaderos de la línea convencional hasta la estación de Vilar de Barrio. Así se contempla la sustitución del actual enclavamiento eléctrico por uno electrónico en Baños de Molgas, y se optimizan los bloqueos automáticos del resto del trazado.
Por otra parte, el plan de trabajo para estos días incluye la conexión de las vías 1 y 4 y la eliminación de las que en los últimos años ya no se utilizan en la estación de Baños de Molgas, en la que se encuentra el museo del humorista Moncho Borrajo. Y se levanta la vía 2 de la estación cercana de Paderne Cantoña.
HOMOLOGACIÓN. Con estas actuaciones, se retomarán las pruebas técnicas en el trazado de la nueva infraestructura. Así, tras las de resistencia en los viaductos, que habían comenzado a mediados de abril, con trenes diésel de carga sobre los viaductos de Requejo y Pedregales, en la comarca zamorana de Sanabria, ahora, atravesado el túnel de Padornelo, le tocará el turno a los restantes, la mayor parte dobles al ir la vía separada en casi 75 de los 119,1 kilómetros del trazado. En este mes se realizarán en los de Leira y Pedro.
Está previsto que las pruebas de carga se finalicen antes de que acabe el invierno, pero también el Adif anunció que antes de terminar el presente año el tren laboratorio BT-02 realizará la auscultación geométrica de las vías, lo que servirá para determinar si el amolado de los carriles es perfecto o precisa una nueva actuación para eliminar impurezas. Hay que recordar que el 72 % de este tramo (en la zona más montañosa) se instaló con traviesas integradas en la placa de hormigón, no sobre balasto. Ello permite un mantenimiento menos costoso, pero su instalación debe ser muy precisa.
La siguiente actuación a realizar será la ya citada puesta en tensión. Para ello, además de la colocación de la catenaria, está condicionada a la conclusión de los nueve centros de autotransformación previstos en el trazado. La obra civil está ejecutada en todos y en este mes se espera acabar con sus equipamientos, que recibirán la energía de las subestaciones de tracción de Arbillera (Otero de Sanabria) y Amoedo (al norte de Ourense), mientras no se construye la de As Portas en Vilariño de Conso, aún pendiente de adjudicación.
También antes de la conclusión del año se espera que los contratos de protección civil terminen los detalles de las galerías intermedias de los túneles. Y además, en el tramo que ya entró en servicio entre Zamora y el cambiador de anchos de Lobeznos (Pedralba de la Pradería) deben finalizarse la estación de Sanabria y su conexión mediante una glorieta a la N-525, cerca de la salida de la autovía de la Rías Baixas A-52, para que los viajeros, no solo de esta comarca de Castilla y León sino de la vecina portuguesa de Bragança, la puedan utilizar.
Se están realizando diversas pruebas de laboratorio en todos los enclavamientos de la línea, que incluyen el trazado adaptado de la entrada a Ourense, así como las comprobaciones del funcionamiento de los sistemas de gestión de tráfico y seguridad instalados bajo el control del ERTMS de segundo nivel.
VERIFICACIÓN FINAL. La intención es que el otro tren laboratorio, conocido como Séneca, realice en la primavera las pasadas para la auscultación geométrica de la catenaria como paso previo a las que comprobarán el funcionamiento del ERTMS mediante trenes comerciales de alta velocidad en el mes de abril. Como en esa época aún no estarán homologados los nuevos Talgo Avril, se utilizarán previsiblemente los más parecidos, los S-112 de Talgo, los populares “patos”.
A partir de ahí, y tras el análisis de datos aún quedarán por delante los recorridos de fiabilidad con trenes vacíos, que deberán al menos completar unos 15.000 km –más de 126 pasadas al trayecto completo–, como paso previo a la homologación de los maquinistas. Después tocará esperar el tiempo que necesite la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para verificar toda la infraestructura, y permitir que los trenes de alta velocidad lleguen a Ourense.
Que lo hagan al resto de ciudades gallegas dependerá, como se ha informado en este periódico varias veces, de que los nuevos Talgo Avril de rodadura desplazable se homologuen para su circulación por la línea de Ourense a Santiago de Compostela. Desde aquí continuarán por la bifurcación del Eje Atlántico hacia A Coruña al norte, y hacia Vilagarcía de Arousa, Pontevedra y Vigo al sur. Tanto Ferrol como Lugo no dispondrán de ese servicio hasta que no se electrifiquen sus líneas férreas.