Último adiós a un servidor de Galicia
Galicia despidió como se merece a uno de sus grandes servidores públicos, especialmente cuando en estos últimos años ejerció, al más alto nivel en la Administración autonómica, como conselleiro de Facenda. Hablamos de Valeriano Martínez, fallecido el pasado día 6 de forma repentina cuando trabajaba, a buen seguro, en dar los últimos retoques a los presupuestos para 2022, que este lunes vieron luz verde en un Consello extraordinario.
La Catedral compostelana, un escenario a la altura de las circunstancias, acogió por la tarde una misa funeral presidida por el Arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en la que su familia estuvo arropada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, junto a todo su equipo. El acto contó además con la presencia de diferentes cargos institucionales y representantes de la sociedad civil, así como compañeros y amigos de quien fuera el gran arquitecto de las cuentas públicas gallegas durante los últimos años. Los asistentes, que dieron muestra de respeto y cariño, dejaron pequeño el Templo
Una imagen que revela el gran impacto de la figura de Valeriano Martínez tanto a nivel personal como profesional, cuya sorpresiva muerte deja un gran vacío tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento do Hórreo. La Xunta pierde a un profesional solvente y eficaz, con una contrastada capacidad de esfuerzo y la Cámara a un orador que combinaba como pocos el rigor con la retranca. Con todo, el mayor hueco lo dejará sin duda entre sus familiares, especialmente entre su esposa y su hijo, que siguieron la ceremonia visiblemente emocionados desde los primeros bancos.
Natural de la parroquia de Aldán, en Cangas (Pontevedra), Valeriano Martínez fue ensalzado por monseñor Barrio como una persona honrada y de bien. Un homenaje a su trayectoria que se suma al ya recibido por parte de sus compañeros en la Xunta, cuando se concentraron por centenares en la explanada de acceso al edificio central para guardar un largo minuto de silencio culminado con un cerrado aplauso y que tendrá su colofón en pocos días, como anunció Feijóo, con un último tributo en San Caetano.
La Catedral se quedó pequeña. Desde políticos hasta economistas, pasando por empresarios o financieros. Nadie quiso perderse ayer el último adiós a Valeriano Martínez en la Catedral de Santiago. Allí llegaron su mujer y su hijo acompañados por el presidente Feijóo y su pareja Eva Cárdenas para recibir el apoyo de decenas de amigos y allegados. A nivel institucional, además del actual Ejecutivo de la Xunta en pleno, destacó la presencia del presidente del Parlamento do Hórreo, Miguel Santalices, del alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, del delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones y del expresidente Emilio Pérez Touriño. Junto a ellos también se sentó, el exministro y presidente de honor del PPdeG, José Manuel Romay Beccaría o el portavoz parlamentario de los del charrán, Pedro Puy. A la misa funeral se acercaron, entre otros, los rectores de las tres universidades gallegas Antonio López (USC), Manuel Reigosa (Uvigo) y Julio Abalde (UdC). Cerca se pudo ver al fiscal superior de Galicia, Fernando Suances. Tampoco faltaron las regidoras de Lugo, Lara Méndez, o A Coruña, Inés Rey. La exalcaldesa de Vigo, al frente ahora del PP en la ciudad, Corina Porro, ocupó otro de los asientos, al igual que los exconselleiros Jesús Vázquez Almuiña o Javier Guerra. El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet y el consejero delegado de la entidad, Francisco Botas, se personaron en Santiago para despedir a Martínez, así como el director del Foro Económico de Galicia, Santiago Lago Peñas o empresarios como Emilio Pérez Nieto.