Último paso de la USC hacia la presencialidad total en las aulas

La nueva normalidad impera en toda Galicia, tras pasar lo más duro de la pandemia y las sucesivas olas contagios, con aforos en hostelería y comercios al 100 % aunque con la mascarilla y la distancia interpersonal como compañeros inseparables, al menos por unos meses. Con esta buena situación epidemiológica, la Universidade de Santiago (USC) ha decidido adecuar sus protocolos a la realidad de la sociedad y dar un último paso hacia la presencialidad total en la actividad docente, es decir en sus aulas.

Así, el pasado viernes, 29 de octubre, la USC publicó una resolución rectoral por la que informa de que el Comité de Xestión COVID de la institución académica acordó “el uso de la capacidad total de las aulas en la actividad docente”, una vez que la situación de emergencia finalizó en Galicia. De todas formas, la autoridades de la USC recuerdan que el resto de medidas de prevención se mantendrán, como es el uso de la máscara y de gel desinfectante o la ventilación frecuente de espacios cerrados.

De hecho, en algunos centros, como por ejemplo la facultad de Filosofía, ya la semana pasada se unieron aulas desdobladas en dos y se comenzó a cerrar ventanas en algunos momentos de la jornada académica. En otros, sin embargo, las clases siguen desdobladas.

Preguntada la institución desde este diario sobre las diferencias entre centros para la adaptación al nuevo protocolo COvid, fuentes de la USC indicaron este miércoles que “estase traballando para recuperar progresivamente a normalidade na organización académica dos centros salvagardando a calidade do proceso docente e evitando menoscabo en grupos de traballo e de alumnado”.

Esta vuelta a la normalidad en la universidad implica la supresión de medidas hasta ahora vigentes en el campo de la docencia para garantizar la máxima presencialidad siempre que la reorganización de las actividades programadas no suponga un perjuicio para la calidad docente. De esta forma, se podrá emplear la capacidad total de las aulas manteniendo el resto de medidas de prevención, indica la resolución rectoral.

AULAS, BIBLIOTECAS, RESIDENCIAS Y DEMÁS ACTIVIDADES Y no será este el único cambio que se dará en la universidad compostelana con la nueva normalidad postpandemia, sino que se acordó, también volver a la máxima normalidad posible en la gestión de las bibliotecas, del servicio universitario de residencias y del resto de actividades que desarrolla la universidad.

De esta forma, los centros docentes actualizarán el protocolo de aplicación de las medidas generales de prevención y control sanitario y las relativas a la docencia. Además, todos los edificios deberán seguir contando, por lo menos, con un espacio adecuado para aislar casos sospechosos de padecer la enfermedad que se puedan producir, que estará claramente identificado y del que se informará debidamente al personal propio y ajeno, al alumnado y a las personas usuarias, de ser el caso, que accedan a las instalaciones.

En una carta dirigida a toda la comunidad universitaria, el rector de la USC, Antonio López, explicó que “na USC tomamos a decisión, logo de realizar as consultas necesarias ás consellarías de Sanidade e de Cultura, Educación e Universidade, de recuperar a presencialidade total na actividade docente”, añadiendo que “tal e como lles foi adiantado aos decanatos e direccións das facultades e centros nos últimos días, a actividade docente debe recuperar progresivamente e por completo a condición de presencial”. Además, recordó en su misiva el agradecimiento al trabajo de todos pero de manera muy especial al alumnado, que “co seu cumprimento exemplar dos protocolos, ten contribuído a que se poida tomar esta decisión”.

DISTANCIA DE SEGURIDAD INTERPERSONAL EN LAS AULAS En la nueva normalidad y en los niveles de riesgo medio-bajo y medio, de conformidad con las disposiciones de las autoridades sanitarias, con carácter general se empleará la capacidad total de las aulas y se guardará la máxima distancia de seguridad interpersonal posible. Pero podrá mantenerse una capacidad más reducida en caso de que la reorganización implique una alteración que perjudique la organización académica aprobada para el primer semestre del curso actual, el 2021/2022. Y si la comunidad sube a los niveles de riesgo alto y máximo, se pondrán las capacidades y condiciones que dispongan las autoridades sanitarias.

TRES ESCENARIOS La USC contempla tres escenarios. El escenario 1, de normalidad adaptada, se prevé la convivencia con algunas medidas de autoprotección de la población, como las máscaras faciales o el uso de geles desinfectantes, entre otras. y se espera el mantenimiento de algunas restricciones que afecten a eventos de cierta afluencia y que podrían tener incidencia en determinadas actividades universitarias, como pueden ser los actos de graduación del alumnado, indica la resolución rectoral. Las actuaciones en este escenario se orientarán a la consolidación de una cultura de prevención en relación con las enfermedades infecciosas.

En el escenario 2, de distanciamiento, habría medidas de protección activas obligatorias, como el distanciamiento de seguridad, el uso de máscaras faciales y medidas organizativas como el control de accesos y aforos o barreras de separación entre las personas, entre otras medidas. Aquí la prevención de los contagios es clave para la contención de la enfermedad, por lo que se contemplan restricciones en el uso de los espacios, la desinfección y limpieza reforzada y, incluso, la posibilidad de cierre parcial de las instalaciones en el caso de tener conocimiento de brotes que afecten a instalaciones localizadas.

Finalmente, en el escenario 3, de cierre de las instalaciones, la USC la define en términos similares a la fase de hibernación que tuvo lugar entre el 30 de marzo y el 9 de abril de 2020. En atención a las medidas que dispongan las autoridades sanitarias, se prevé un nuevo confinamiento de la población, el cierre de las instalaciones de la USC y la determinación de las funciones esenciales que deberán

mantenerse.

VOLUNTARIADO Y AYUDAS La USC mantendrá el Programa de voluntariado frente a la Covid, destinado a la colaboración del alumnado en el cumplimiento y observancia de las medidas dispuestas en relación con la docencia, con la convivencia en residencias y colegios mayores y con el comportamiento adecuada en otras actividades que desarrolle la Universidad.

Finalmente, con el objeto de garantizar y facilitar el acceso al desarrollo de la docencia, la universidad compostelana mantiene las líneas de ayudas iniciadas en el curso 2019-2020 relativas a bonos de comedor, ayudas para el desarrollo de la docencia virtual y préstamelo de material de informático, según informa en una nota.