Un contrato modificado confirma que la pandemia retrasa el tren de alta velocidad en Galicia a 2022

RETRASo. La publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea de una nueva modificación contractual de una asistencia técnica de control de los trabajos del último tramo, entre Pedralba de la Pradería y Ourense, de la línea de alta velocidad ferroviaria Madrid-Galicia, confirma que la pandemia hizo mella, y la fecha de entrada en servicio se irá a 2022.

El contrato corresponde al seguimiento de las obras del proyecto de construcción montaje vía del tramo: Campobecerros-Taboadela y del proyecto de construcción de protección acústica Pedralba-Ourense. La dilación fue de 5 meses. Y los trabajos previstos aún finalizaron hace cinco semanas.

Dos meses atrás el perfilado de la vía, tras pasar por ella los trenes laboratorio, se alargó a finales de abril de 2021. Y el pasado 22 de marzo se encargó al Ineco la realización de las pruebas de carga e inspecciones de puentes durante un plazo de 24 meses. A este respecto se hicieron a mediados de abril las correspondientes a los viaductos de Requejo y Pedregales. Pero no pudieron seguir al estar aún instalándose la vía en placa entre los túneles.

En el tramo Zamora-Pedralba, que es posible que entre en servicio en el tercer fin de semana de este mes, las pruebas de carga comenzaron a finales de febrero de 2019 un mes después de la primera pasada técnica, y los recientes recorridos de fiabilidad en junio fueron las últimas pruebas. Hoy ya van más de 20 meses, período que es necesario para que circule un tren comercial.

Por ello, si se precisa el mismo tiempo, la apertura total del tramo Pedralba-Ourense nos lleva a 2022. Faltan aún las pruebas de carga de 19 viaductos, bastantes de ellos dobles, la puesta en tensión y las pasadas técnicas de los trenes laboratorio, entre otras cosas. Todo ello tras la conclusión de las instalaciones técnicas de electrificación, seguridad, circulación y comunicaciones, en las que ahora se trabaja. a.m.