Una semana de lluvia sin tregua deja tras sí más de 200 litros de agua acumulada por cada metro cuadrado

Galicia había olvidado lo que era llover de verdad hasta esta semana. Después de un verano que nos hacía pensar que nunca más volveríamos a ver la lluvia tal y como la conocíamos, el otoño ha llegado con más crudeza que en los años anteriores. Prueba de ello es la cantidad de agua acumulada tras los diluvios de estas jornadas: un total de 201,6 litros por metro cuadrado desde que el pasado domingo empezó la vorágine.

De hecho, el pasado miércoles 19 de octubre, en la comunidad gallega llegaron a registrarse, según los datos aportados por MeteoGalicia, 46,6 litros por metro cuadrado. Se convirtió así en el sexto día más lluvioso en un mes de octubre gallego de los últimos cinco años.

En concreto, esta cuantía se vió superada el 2 de octubre de 2021, cuando cayeron 87,8 litros por metro cuadrado; por el 8 de octubre de ese mismo año, cuando lo hicieron 62,2 litros; por el 24 de octubre de 2020, jornada en la que se alcanzaron los 74,2 litros; por el 16 de octubre de 2019, cuando cayeron 89,6 litros por metro cuadrado; y por el 13 de octubre, con un acumulado de 47,2 litros. Lo sucedido el miércoles puede ser un indicativo, quizá, de que las precipitaciones se están concentrando en menos días, pero más abundantes en pocas horas.

Para comprobarlo, cabe destacar que en los 20 primeros días de este mes de octubre ha habido un total de siete jornadas sin precipitaciones, lo que supone poco menos del 50 %, algo totalmente inusual para esta época del año. Pero los días que ha llovida esta semana, ¡vaya lluvias! Más allá de los 46,6 litros registrados el pasado miércoles, tampoco hay que desdeñar los 21,6 registrados el pasado domingo y también el martes; los 10,2 del lunes; los 26 del jueves; los 39,6 del viernes o; sin ir más lejos, los 36,2 de ayer sábado.

RACHAS DE VIENTO DE HASTA 100 KM/H EN EL LITORAL. Y por si la lluvia no fuese suficiente, habría que tener en cuenta que este carrusel de borrascas aún no ha llegado a su fin. Y que este fin de semana sigue pasado por agua, por fuertes rachas de viento que tumban todo a su paso y que dejan árboles tirados en medio de las carreteras, y por una cuantiosa humedad acumulada. Todo que envidiar, por tanto, a aquellos que disfrutan de una tarde de invierno de manta, sofá y televisión sin exponerse a los 100 kilómetros por hora de viento que se registran en el litoral.

La influencia de la borrasca Armand sigue con nosotros y, aún sin terminar de recuperarnos del todo de ella, llega Béatrice. A lo largo de la jornada de ayer, como también ocurrirá hoy, chaparrones puntuales muy fuertes dejarán en algunas zonas de la comunidad más de 200 milímetros de agua por segundo, corriendo más riesgo la provincia de A Coruña. De hecho, el acumulado de zonas como Santa Comba llegó el sábado a los 60 litros por metro cuadrado, mientras Boiro subió de 45.

Con respecto a las temperaturas, que a lo largo de la semana se mantuvieron agradables e incluso calurosas para esta época del año, debido a que el manto de nubes no dejó escapar el calor acumulado en la superficie procedente de las últimas jornadas de sol, el aire frío que arrastra esta borrasca ya está haciendo mella poco a poco, y este domingo las mínimas bajarán considerablemente de los 20 grados grados.

En concreto, a lo largo de la jornada de hoy la máxima vendrá marcada, según las previsiones de MeteoGalicia, por los 22 grados que se podrían llegar a registrar en Vigo; mientras que Ferrol, Lugo y Santiago no serán capaces de superar los 20. Por su parte, la mínima se dará en Lugo, cuyos termómetros caerán hasta los 11 grados, y no se superarán en ninguna de las siete grandes ciudades gallegas los 16 grados de mínima que habrá en Vigo.

PROTEGERSE DE LOS ‘ÁBREGOS’: CATARROS, CEFALEAS Y DEPRESIONES ANíMicas . Las fuertes lluvias de este fin de semana vienen provocadas, además de por ese carrusel de borrascas, por un fenómeno conocido como ‘ábregos’. ¿Qué son los ‘ábregos’? Vientos propios de nuestra Península llegados del suroeste, templados, relativamente húmedos y portadores de lluvias. Se los considera vientos típicamente españoles, más propio de la zona de la Meseta y de Andalucía, pero que, con la inestabilidad climática, han llegado a Galicia, proveniente del Atlántico, de la zona entre las Islas Canarias y Azores.

El ‘ábrego’ es un viento que tiene mala fama en toda la región Cantábrica –que no hay que olvidar que también llega a Galicia–, ya que suele estar asociado a catarros, cefaleas y estados depresivos. ¿Te has notado más desanimado de lo normal en el inicio de la semana? ¿No tienes ganas de hacer nada durante este fin de semana? Los ‘ábregos’ podrían tener la respuesta al porqué.

Pero algunos esperaban estos vientos, tan típicos del otoño, como agua de mayo, pues los agricultores ya no aguantaban más la situación de prolongada sequía.