Una viveirense, entre las 26 víctimas mortales de la explosión del Saratoga

Una joven de Viveiro (Lugo), Cristina López-Cerón Ugarte, nacida en 1993, es la turista española fallecida por la explosión que provocó el pasado viernes, casi en la madrugada del sábado, graves destrozos en el hotel Saratoga de La Habana. Además, según pudo saber este periódico, permanece en estado grave su pareja, César Román Santalla, joven nacido en 1991 y vecino de As Pontes (A Coruña), localidad en la que, según confirmó el propio regidor de la dicha localidad y también presidente de la Deputación de A Coruña, Valentín González Formoso, residían.

Los dos estaban de vacaciones en la zona. Las autoridades cubanas contabilizaban al cierre de esta edición 26 víctimas mortales causada por la deflagración, atribuida inicialmente a una fuga de gas y que provocó daños en toda la zona, adyacente al casco antiguo de la capital cubana. Los servicios de emergencia trabajaron durante toda la noche en el lugar, en busca de nuevos cadáveres e incluso de posibles supervivientes, recogían los medios oficiales.

Según pudo saber El CORREO GALLEGO, Cristina López-Cerón Ugarte trabajaba en la oficina de Abanca en Ortigueira, entidad en la que era gestora especialista digital, contando con más de cinco años de experiencia en el banco. Había estudiado Ciencias Económicas en la USC.

El jueves se fue a Cuba de vacaciones con su compañero, César Román Santalla, trabajador en Leroy Merlín. A algunos amigos les dijo que en La Habana se quedaba en un apartamento y que luego en Varadero se hospedaba en un hotel. El caso es que se encontraban paseando en las inmediaciones del hotel, en proceso de reapertura –prevista para el próximo día 10, tras permanecer cerrado toda la pandemia– cuando la fuga en una manguera de un camión que surtía de gas natural licuado al Saratoga cuando se produjo la deflagración. Les golpeó entonces con violencia la onda expansiva. Nada se pudo hacer por Cristina, mientras que César sigue hospitalizado de gravedad.

Aunque dentro del edificio hotelero tan sólo se encontraba un equipo reducido de trabajadores, éste se encuentra en pleno Paseo del Prado, una de las principales avenidas de la Habana Vieja, en el centro histórico, siempre concurrida. Por ello además de las 26 muertes contabilizadas en el último balance de víctimas actualizado, había que lamentar otras 64 personas heridas, entre ellas 14 menores.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, alabó la labor de los “héroes” que, en estas “horas terribles”, siguieron trabajando durante toda la noche en busca de posibles cuerpos o supervivientes atrapados entre los escombros. “Es muy lamentable lo ocurrido, la destrucción, sobre todo las pérdidas de vidas, y también las personas lesionadas, pero una vez más quiero destacar la rapidez con que se movilizaron la población y las instituciones. Ha primado la solidaridad”, destacó en Twitter. La explosión, que hizo que colapsase una sección de esta construcción de 7 plantas, provocó asimismo una gran columna de humo, visible desde toda la capital.