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Vigo es la ciudad más cara de España para morir: un entierro cuesta 6.200 euros

El coste del municipio olívico supera un 40 % la media nacional, situada en 3.700 euros para una inhumación // A Coruña y Lugo se quedan más cerca del resto del país

En la vida nada es gratis. Todo tiene su precio. Pero en la muerte también. Y es que en el mundo que corre hasta morirse resulta caro. Eso sí, en algunos sitios más que en otros. Féretro, cementerio, flores, coche fúnebre, ceremonia... Toda una serie de elementos que encarecen el precio de un entierro más allá de la propia inhumación o incineración, pero que, por tradición, deben estar y están presentes en el fallecimiento de todos los gallegos.

En España, en estos momentos, el precio medio de un entierro convencional, por inhumación, es de 3.789 euros; y por incineración, de poco menos, 3.617 euros. Son datos obtenidos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras solicitar el presupuesto a 113 funerarias de 29 ciudades distintas, entre ellas, tres gallegas: Vigo, A Coruña y Lugo. Para todas, la premisa era un entierro sin lujos ni extras, pero digno, similar a lo que suele gastarse en la ciudad e incluyendo el alquiler de un nicho durante un periodo mínimo de cinco años.

En Vigo, las funerarias visitadas para solicitar anónimamente presupuesto fueron Emorvisa y Grupo Memorial, calificadas como ‘muy caras’ por la OCU tanto en inhumación como en incineración; en A Coruña, Albia (con precio ‘elevado’ para la incineración), Funeraria Génesis y Servisa (con coste medio) y Pompas fúnebres de La Coruña (precio ‘barato’ en cremación). Y en Lugo, Funeraria Fernández, Funerarias Lugo y Serfusa, todas con un precio ‘estándar’.

en GENERAL, LA INCINERACIÓN ES MÁS BARATA. La media española es un precio ‘razonable’, fijado en esos 3.600/3.700 euros, pero varía mucho entre unas zonas y otras, siendo Vigo la ciudad más cara de las encuestadas en España, casi doblando la media para la inhumación: 6.165 euros (un 40 % más). Por detrás, la segunda más cara sería Alicante, muy lejos, con 5.455 euros de coste, es decir, más de 700 euros de diferencia. Y, el tercer puesto sería para Santander, con 5.205 euros por un entierro con inhumación.

La ciudad de A Coruña ocuparía la décima posición de la tabla, con un coste de 3.898 euros (en la media nacional), superada por arriba por Madrid y Pamplona, que rondan los 5.000; y por Valladolid, San Sebastián y Bilbao, que se quedan en el entorno de los 4.000. Por debajo estarían, por encima de 3.500: Barcelona, Granada, Oviedo, Sevilla, León y Palma de Mallorca. Y, ya en décimo séptima posición, Lugo, con un precio de la inhumación de 3.596 euros (algo más barato que la media).

Para la incineración, las posiciones cambian, pero Vigo, cobrando 5.760 euros (un 33 % más que la media), sigue siendo la primera de la tabla, por delante de sus sucesoras: Alicante, en 5.533 (unos doscientos euros menos); y Santander, en 5.081 (unos 700). A Coruña, en este caso, bajaría dos puestos, hasta el décimo segundo lugar, porque, aunque la incineración suele ser más barata que la inhumación, hay tres ciudades que no cumplen esta tendencia y sobrepasan el coste de A Coruña: Barcelona, donde un entierro con inhumación cuesta 3.863 euros y con incineración 4.052; la vecina Oviedo, con 3.789 frente a 3.931; y Sevilla, con 3.768 frente a 3.804.

Lo mismo le sucede a Lugo, que baja hasta el vigésimo lugar, con un precio por cremación de 3.166 euros; viéndose adelantado por Valencia, donde un entierro por inhumación cuesta 3.368 euros y por incineración 3.583; y por Murcia, con 3.051 frente a 3.454.

DIFERENCIAS DE HASTA DOS MIL EUROS ENTRE ZONAS DE UN MISMO MUNICIPIO. Eso sí, aunque estos son precios medios, desde la OCU recomiendan que, a la hora de pedir presupuesto, se consulten al menos dos sitios distintos, pues las propias funerarias tienen rangos de precios muy diferentes según la zona de la ciudad donde estén ubicadas. Un ejemplo son las grandes metrópolis de Madrid o Barcelona, donde los precios van desde los 4.426 euros a los 6.384, en el caso de la primera; o desde los 2.378 hasta los 5.100, en la segunda. Unas diferencias que pueden suponer un ahorro del 28 por ciento.

En Vigo, por ejemplo, entre las dos instalaciones visitadas, la diferencia era de aproximadamente 500 euros, estando la inhumación en un rango de 5.998 hasta 6.332; y la incineración, desde 5.508 hasta 6.012 euros. En A Coruña, entre las cuatro funerarias, la diferencia por inhumar era de unos 900 euros entre la más barata (3.344) y la más cara (4.206); pero es que para la incineración la diferencia era abismal, de unos 2.000 euros entre el menor coste (2.757) y el mayor (4.731).

En Lugo, los tres centros se movían en un rango similar, de 200 euros de diferencia, desde los 3.425 hasta los 3.686 para inhumar; y un poco más de distancia para la cremación, con unos 600 euros arriba/abajo, desde los 2.760 hasta los 3.463 euros.

la cifra
6,2 %

fue la subida media de los precios en los últimos ocho años. El incremento ha sido moderado en el sector, permaneciendo los costes relativamente estables. La inhumación subió un 5,5 %, mientras que la incineración lo hizo un 6,8 %. Mientras tanto, el incremento acumulado del IPC en ese mismo periodo de ocho años (2013-2021), fue similar, situándose en el 5,8 %.

Velas: de los cementerios a la decoración de interiores
Pocas cererías con obradoiro quedan ya en Galicia, la mayoría de tiendas importan

Santiago. En Galicia pocos obradoiros quedan que fabriquen velas en la actualidad. La mayoría de las que se pueden adquirir en las tiendas vienen importadas de fuera y los pocos que sobreviven han hecho cambios en su modelo de negocio para adaptarse a una nueva realidad. Con la llegada de Todos los Santos están siendo días de duro trabajo para estos negocios, pues la gente busca la calidad y confianza del comercio tradicional. “Pueden entrar unos 50 clientes al día en estas fechas para comprar velas” que luego adornen los cementerios en los que descansan sus seres queridos, según cuenta a EL CORREO Mariana González, propietaria de Cerería Cinco Calles, en Santiago. El modelo que más compra la gente “es el clásico: la típica vela con la funda de plástico en rojo, la de toda la vida, la gente no busca nada estridente para estas fechas”.

Fundado en 1940, su obradoiro fabrica miles de velas al día, “el domingo pasado unas 15.000”, según indica Mariana. Con todo, su negocio en estos momentos “ya casi tira más hacia la vela perfumada y personalizada que hacia la vela de iglesia”. Eso es lo que ahora demanda la gente. De ser empleada como herramienta para dar luz cuando la electricidad era todavía algo lejano en Galicia y para velar a los difuntos, ahora se ha extendido al ámbito doméstico. “La gente cada vez usa más velas, para decorar, adornar mesas, perfumar el ambiente...”, cuenta Mariana. Á.P.

Desglose de elementos

Partiendo de que la media nacional de un entierro está en 3.739 euros, es interesante conocer el desglose de la factura final. El féretro es el concepto que más pesa, seguido del cementerio y el tanatorio. Además, desde la OCU alertan de que una de cada tres funerarias no ofrece los conceptos desglosados.

1 Féretro - 1.198 €: Un modelo común, sin lujos especiales, cuesta entre 600 y 1.300 euros.

2 Inhumación y cementerio - 646 €: El precio del cementerio marca diferencias, por la tasa de alquiler de los nichos según la zona: elegir fila, cambiar la unidad de enterramiento (sepultura o panteón), si la familia ya tiene una propiedad y es necesario actuar sobre restos allí existentes, si se quiere ampliar el periodo de alquiler al máximo (de 75 a 99 años)... En la mayor parte de España los cementerios son de responsabilidad municipal y el servicio incluye dos conceptos en el precio: servicio de inhumación o cremación y coste de la unidad de enterramiento, pero algunos ayuntamientos exigen el pago de tasas adicionales relacionadas con el mantenimiento.

3 Tanatorio - 546 €: Por 24 horas de servicio, con sala abierta a familiares y visitantes.

4 Esquelas - 319 €: Todo el material impreso que se tiene que distribuir por los barrios y pueblos que elijan los familiares por parte de la imprenta.

5 Personal y servicios - 291 €: Tanto el personal de la propia funeraria encargado de portar el féretro como el del tanatorio durante el velatorio.

6 Coche fúnebre - 211 €: Cada modelo también tiene un coste, que incluye desplazamiento desde la iglesia hasta el cementerio.

7 Tramitación y gestiones - 205 €: Aquí se incluyen diferentes conceptos como testamentos, arreglos de pensiones de orfandad o viudedad, cancelaciones de cuentas...

8 Flores - 186 €: El coste de las coronas principales de flores que llevará el difunto hasta la sepultura, que estarán sobre el féretro y a los lados, generalmente de sus familiares más cercanos.

9 Otros (responso, misas de acompañamiento...) - 137 €: La mayoría de misas se pagan a voluntad.

La pandemia sigue causando retrasos en la llegada de las flores para crear los centros
Floristerías con 600 encargos para Difuntos se muestran preocupadas por el desabastecimiento de algunas especies

ángela precedo

Santiago

Uno de los sectores que más trabaja en estas fechas, próximas al Día de Difuntos, es el de las floristerías. Tras haber sobrellevado año y medio de pandemia –el pasado año Todos los Santos se vió coartado por las restricciones en el acceso a los cementerios–, ya se empieza a notar la mejoría. “Las ventas han subido mucho”, asegura Raquel Bargo, desde Alecry Diseño Floral, tienda ubicada en Cacheiras, que destaca que “incluso hay más trabajo ahora que antes de la pandemia”. Lo mismo dicen en Celtiflor, en Santiago, que ya empiezan a ver “el mismo movimiento que otros años”.

Margaritas, pompones, crisantemos, rosas, lirios... Siguen siendo las flores más demandadas por estas fechas y, algunas de ellas, por ser locales, son fáciles de adquirir, pues son distribuidas por repartidores y empresas nacionales, pero las exóticas son más difíciles de conseguir. Esto hace que las listas para solicitar encargos tengan que cerrarse con cierta antelación, para asegurar a los clientes que van a tener sus centros con las especies que quieren.

“Nuestras listas de pedidos se abrieron el pasado 4 de octubre y se cerraron el 24”, explica a EL CORREO Raquel Bargo, de Alecry, que incide en que “hasta esa fecha podían venir los clientes y elegir lo que querían, las flores que querían y nosotros hacíamos lo que nos pedían”. Sin embargo, “a partir del 24, ya no, y no por capricho nuestro, sino porque los proveedores no nos garantizan que vaya a llegar la flor a tiempo”. Todo por la pandemia.

Dedicados también a la preparación de centros para fallecimientos, no solo para el Día de Difuntos, aseguran que “hace meses” que se viene dejando sentir este desabastecimiento. “No está llegando la flor que se pide, por ejemplo, ahora piden rosas amarillas, y no hay”, explica. Para Todos los Santos, según indica Raquel, “el primer pedido gordo se hace el día 12 de octubre, aún con muchos pendientes (un poco a ciegas), por lo que es un riesgo, pero es que a partir del 24 no se puede pedir flor del exterior”. Las alternativas son las flores autóctonas, como el lirio o la margarita.

La mayoría de las flores exóticas vienen de Holanda y de Ecuador u otros países latinoamericanos, y aunque de Holanda “te lo garantizan mejor”, de Ecuador “puedes pedir con quince días de antelación y que no te llegue”. “El problema es que no embarcan la flor que deberían, se queda en Colombia o en Ecuador y no viene a destino”, expone. Y lo mismo asegura Anxo Iglesias, de Celtiflor, quien explica que “antes había más vuelos y muchas de las flores vienen en avión, por lo que al haber ahora espacios aéreos cerrados no hay tantos vuelos y en los aviones no hay sitio para traer toda la mercancía”.

Por lo menos, ahora se encuentra más aliviado porque sabe que este año la gente comprará los centros que ha encargado, no como el anterior, en el que “nos cortaron las alas un día”, con las restricciones, “y mucha gente que había reservado centros no vino a buscarlos y nos quedaron todos en la tienda”. Con todo, evidencia que “están llegando las flores a cuentagotas y, aunque tenemos todo pedido (siendo previsores) desde hace un mes, no te dicen nada fiable, por lo que si tenías previsto que las flores llegasen el lunes, a lo mejor te llegan el viernes, está la cosa un poco extraña”.

Con unos 600 encargos cada una de estas floristerías, con tres y cuatro empleados, respectivamente, tratarán de sacar adelante un producto “de calidad” y cuidado con cariño y esmero para los clientes.

28 oct 2021 / 01:00
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