Vigo pide apoyo a la UE para acoger una planta de baterías de automóvil
El vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic, encargado de las relaciones con la Alianza Europea de Baterías, tuvo un encuentro con las autoridades viguesas que le pidieron “apoyo y asesoramiento” para conseguir el ansiado sueño de instalar una planta de baterías de automóvil en Vigo. A la reunión por videoconferencia asistieron además de Sefcovic el eurodiputado socialista Nicolás González Casares, impulsor de la misma; el alcalde de Vigo, Abel Caballero; la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva; y el delegado de la Zona Franca de Vigo, David Regades.
González Casares aseguró que la propuesta fue “bien recibida” y que el vicepresidente de la Comisión les confirmó que “hay espacio para más fábricas de baterías en Europa”. Ahora toca aprovechar los recursos públicos para atraer a la iniciativa privada. Como anzuelo se expuso el hecho de que, en 2019, las diferentes plantas de España produjeron 2.772.523 vehículos de los que 500.000 salieron de la planta de Vigo del Grupo PSA y que, para cambiar esa producción hacia los coches eléctricos, será necesario renovar tanto las líneas de producción como producir componentes específicos, entre los que destacan las baterías.
El consorcio vigués que encabeza Regades propugna una estrategia similar a la que en su día diseñó en España tres zonas francas, una en el arco mediterráneo, otra en el Atlántico y otra en el Sur. De este modo, la distribución idónea para este siglo XXI es que una planta de baterías se instale en Barcelona, tal y como ya se ha anunciado en las instalaciones de la antigua Nissan; otra en Extremadura, para aprovechar la sinergia de la extracción de litio en sus tierras y otra en Vigo, por ser el centro de producción de automóviles del noroeste peninsular y contar con las ventajas de su posición en la fachada atlántica para el transporte marítimo de componentes. Cada una de estas plantas tendría una producción aproximada de 200.000 baterías de ion-litio con las que conseguir la plena autonomía Ibérica que se estima en 600.000 unidades para la siguiente década.
Durante el encuentro, el eslovaco Maros Sfecovic habló de como la fabricación de baterías es un factor clave para abastecer la creciente demanda de vehículos eléctricos y de la necesidad urgente de que Europa produzca baterías sostenibles respetando la normativa medioambiental y reduzca su dependencia de Asia. Avalando ese planteamiento, los dirigentes vigueses insistieron en la necesidad de un diseño que no solo tenga en cuenta a Francia, Alemania, países nórdicos y a Hungría ya que esa es una tendencia que está dejando de lado al sur de Europa a pesar de los grandes recursos estratégicos que se encuentran en países como España y Portugal. “Y dentro de la península, añadió Regades, el equilibrio que aportarán las tres plantas entre las que se encuentra la de Vigo, es fundamental para la electrificación de la movilidad y la transición energética hacia un mundo sin emisiones de CO2 a la atmósfera”, dijo.
En un comunicado, Zona Franca detalla que la UE aspira a disponer a partir de 2025 de un mercado de baterías de 250.000 millones de euros para lo que será necesario instalar de 10 a 20 gigafábricas entre 2023 y 2025, según los cálculos del Ejecutivo comunitario, que en diciembre del pasado año ya aprobó un paquete de ayudas de Estado de 3.200 millones de euros. Este año, España se ha puesto como prioridad no quedar en segundo puesto en este desafío global y Vigo está dentro de esa “estrategia país” tal y como dijo Dacvid Regades.
Apoyo municipal a nuevas industrias
El regidor olívico, por su parte, trasladó este miércoles su apoyo a la empresa TC Fil Non Tex, con cuyos responsables tuvo una reunión, para que puedan implantarse en la ciudad olívica. En una rueda de prensa, Abel Caballero señaló que esta empresa, con más de 30 años de experiencia en el sector y con clientes como Inditex o PSA Peugeot Citroën, distribuye un producto llamado Tejido No Tejido (TNT), que actualmente producen en Asia y envían a más de una treintena de países.
Este producto se ha vuelto imprescindible y ha cobrado importancia estratégica en el contexto de la pandemia de covid, puesto que se emplea para la fabricación de EPIs (mascarillas, batas, gorros, etc.), además de tener aplicaciones industriales, higiénicas o agrícolas.
El alcalde comprometió el apoyo municipal para que la compañía pueda asentarse en Vigo, y avanzó que contactará con los ministerios de Industria y Sanidad por la importancia que una fábrica de estas características puede tener en el abastecimiento de materiales de industrias clave.