Abadía: del fútbol a los quesos en su tienda de Logroño

Lo primero que llama la atención al ver la foto que el propio Agustín Abadía nos manda de su aspecto actual es el gran parecido con un conocido actor gallego, el desaparecido Ernesto Chao, o ¿no les parece a ustedes? Anécdotas aparte, es el mismo jugador el que bromea con que ya no es aquel hombre flaco que recordamos en los terrenos de juego. Ya no hace mucho deporte, y es que su ocupación actual y las rodillas tocadas ya no se lo permiten.

Hace unos 4 o 5 años que abandonó el mundo del fútbol definitivamente para dedicarse de lleno a su negocio, una tienda donde vende quesos y otros productos gourmet en la ciudad de Logroño, su segunda casa (él nació en Binéfar, Huesca). Su “Casa de los quesos” es muy conocida y de hecho dice que mucha gente pasa por allí a saludarlo porque lo recuerda de su época de futbolista, incluso algún que otro santiagués que visita la capital riojana.

Decidió emprender este camino de la mano de su mujer después de dejar su cargo como director deportivo del Logroñés. “Fue una etapa muy dura, estaba agotado y quería hacer algo distinto, así que mi mujer y yo montamos la tienda. Ella es muy sociable, yo soy más tranquilo y tengo mucho que aprender aún en esto”, comenta. Aún así, el fútbol le tiró durante mucho tiempo, sacándose el carnet de entrenador y ejerciendo de técnico en Girona y Logroño.

Asegura que todavía se informa de como le va al Compos, “es invevitable”. Además, volvió a Santiago en bici hace unos años, haciendo el Camino, cuando se hizo con el título de entrenador. Esta ciudad estará siempre en su recuerdo porque “fue mucha ilusión la que se generó allí. Recuerdo la vuelta de Oviedo con la gente de Santiago por la carretera y la Plaza del Obradoiro a tope para celebrar el logro”.