La abogacía gallega, en pie de guerra ante el 'copago judicial'

"Con las nuevas tasas, la justicia es menos justa y beneficia claramente a los que tienen mayor poderío económico". Quien se manifiesta con esta rotundidad contra la reforma emprendida por el ministro Alberto Ruiz-Gallardón es el decano del Colegio de Abogados de Santiago de Compostela, Evaristo Nogueira. Pero no se trata tan solo de una opinión personal: los siete colegios gallegos, que agrupan a más de tres mil abogados que ejercen en la comunidad gallega, suscriben en su totalidad la dura frase del decano compostelano.

El enfado de los letrados por las subidas de entre 50 y 750 euros tanto para los juicios en primera instancia como para poder recurrir es mayor, si cabe, al sentirse ninguneados por el ministro, que en una primera reunión que habían mantenido con él los decanos de los 87 colegios españoles les había prometido consensuar esta reforma, pero que a la hora de la verdad tomó las decisiones de manera unilateral y sin consultarlos. La indignación es unánime y patente en toda la abogacía española, cuyo Consejo General emitió una durísima crítica a la imposición de una tasa para acceder a la Justicia y al encarecimiento de las apelaciones.

"Lo que debe quedar claro es que los abogados rechazamos estas nuevas tasas por el bien de los ciudadanos, no por nosotros", explica Evaristo Nogueira, para quien la subida aprobada por Ruiz Gallardón "vulnera la tutela judicial efectiva que establece la Constitución Española. A partir de ahora, habrá ciudadanos, sobre todo en estos momentos de crisis, que no podrán acceder a la Justicia". El decano del Colegio de Santiago también criticó el límite de renta exigido para tener derecho a la Justicia gratuita. "Está en 14.900 euros al año computados por unidad familiar, si trabajan dos es casi imposible no pasarlo, incluso los mileuristas ya rozan esa cifra. Estamos ante un copago judicial, mucho más alto que el de la sanidad, del que tanto se habla ahora", se lamenta. Además, Nogueira también se muestra contrariado porque tanto la "inesperada" subida en primera instancia como la impuesta para los recursos "sea igual para todos", de manera que paga lo mismo quien gana 20.000 euros que quien gana 100.000. "Los nuevos impuestos son rechazables, pero en todo caso, ya de aplicarlos, deberían ser progresivos, teniendo en cuenta el nivel de renta de cada ciudadano. De esta manera, por lo menos serían más justos".

Más información en su edición de Orbyt de El Correo Gallego