Aerolíneas muy poco serias

LA SERIEDAD de las aerolíneas que operan en Lavacolla ha vuelto a quedar en entredicho con el anuncio de Vueling de abandonar el vuelo que mantenía con Roma desde hace cinco años, descuelgue que se suma a las rutas que también dejarán de cubrir Ryanair y Easy Jet entre Santiago y Milán. Son pésimas noticias para el aeropuerto de Santiago, que sigue padeciendo vaivenes de todo tipo cada vez que comienza una nueva temporada y ve alterada su programación con mucha más frecuencia de la deseada. Lógicamente, las compañía privadas están en su perfecto derecho de ajustar su oferta como mejor entiendan según las leyes del mercado, pero las que están tomando con respecto a la terminal compostelana tienen todo el aspecto de ser ventoleras sin base alguna. Con un Xacobeo a las puertas, que atraerá la atención de cientos de miles de turistas de medio mundo, parece bastante absurdo que las aerolíneas, en vez de incrementar su oferta internacional con la consolidación de los enlaces importantes ya existentes -es el caso de Roma y de Milán- y la puesta en marcha de nuevas rutas con vistas a reforzarlas durante 2021, estén haciendo todo lo contrario. Solo cabe pensar, al respecto, que aprovecharán 2020 para tantear bien el mercado y coger fuerzas con el fin de atacar durante el Xacobeo con toda su artillería. Y luego, al año siguiente, replegarán velas con la excusa de que ya no llenan tantos aviones como quisieran. Se trata, en suma, de hacer caja fácil en los momentos buenos y de abandonar el barco cuando las mayores ganancias se vislumbran en otros parajes y en otros cielos. El mercado manda, nadie lo duda, pero muchas veces el oportunismo comercial y los vaivenes constantes se acaban pagando muy caros por quienes siempre valoran más las ganancias puntuales que la fidelidad y el respeto de los usuarios, sin duda el mejor patrimonio de las empresas serias.