Agresión vandálica en el petroglifo de Conxo
Aprobada la expropiación de la parcela del castillo de A Rocha para proteger el patrimonio
Un grupo de gamberros ha hecho de las suyas con el petroglifo del Castriño de Conxo, que fue objeto de un acto vandálico hace unos días. Según denunció ayer el Ayuntamiento de Santiago, el resto arqueológico apareció dañado, aparentemente por un objeto punzante.
El Departamento de Espazos Ciudadáns ya solicitó a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia y a la Policía Autonómica su colaboración para esclarecer los hechos.
Desde el Concello compostelano explicaron ayer que el petroglifo del Castriño de Conxo fue alterado con, aparentemente, un instrumento cortante que eliminó la capa de líquenes que lo cubría y que remarcó algunos de sus surcos.
El concejal de Espazos Cidadáns, Jorge Duarte, se desplazó ayer hasta la zona en la compañía de la arqueóloga municipal, Dolores Cerqueiro, y del presidente del colectivo A Rula, Luis Lecrere. Según pudieron comprobar, en el ámbito de protección de la roca grabada se procedió también al desbroce de vegetación y tala de varios árboles, "nunha acción que podería ter como obxectivo facilitar o acceso ao petroglifo", indicaron. Jorge Duarte condenó la agresión a éste "cuns gravados que están incluídos no inventario de xacementos arqueolóxicos da Xunta de Galicia e no Catálogo de Bens Culturais, que merecen a mesma protección que calquera outro elemento patrimonial de Compostela", señaló.
El edil hizo un llamamiento a la protección y conservación de estos elementos, que "queremos poñer en valor a través de iniciativas como o parque Compostela Rupestre".
ROCHA FORTE. Por otro lado, el Gobierno local acaba de aprobar definitivamente el expediente de expropiación de los terrenos adscritos al castillo de Rocha Forte, que ascenderá finalmente a un importe de algo más de 195.000 euros.
Así lo confirmo ayer el regidor del Concello de Santiago, Martiño Noriega. De este modo se da luz verde al expediente de expropiación para la ejecución del Plan Especial de Protección y Acondicionamiento del Parque Arqueológico de A Rocha, con el que "quedará solventada" una vieja demanda de los vecinos de la zona. Se trata de "un largo proyecto", recordó ayer Noriega, que contó con una aprobación inicial en el año 2016, pero que tuvo que quedar en espera mientras se resolvía el proceso de alegaciones.
En concreto, los terrenos pertenecían a la familia Baltar, que solicitaba que la finca fuese expropiada en su totalidad y no de "forma parcial", como se recogía en la propuesta inicial. Finalmente, se resolvieron las alegaciones.