El alcalde se reafirma: solo cerveza y en casos puntuales

El alcalde de Santiago no quiere que los conciertos en la zona vieja sean de "guitarras y baterías, como si estuviéramos en el estadio de Wembley" y tampoco autorizará la venta de alcohol. "Solo en casos puntuales y de baja graduación", reiteraba ayer, en relación con la polémica generada en torno al Festival Feito a Man que ayer adelantó EL CORREO GALLEGO.

Para autorizar la instalación de barras en este tipo de actividades lúdicas "buscaremos un entendimiento con la asociación de Hostelería". Con los organizadores del festival Feito a Man el alcalde también confía en poder "ponernos de acuerdo para años futuros", si bien sus premisas coinciden con las que ayer adelantaba en las páginas de este diario la concejala Paula Prado, en la línea de buscar música "más acorde" con la zona vieja. En el concierto del miércoles, para Conde Roa, "el volumen era insoportable".

Desde la asociación Cidade Vella, que se encontró por sorpresa con que la Policía Local impedía la venta de alcohol en la barra, que contaba con todos los permisos, la intención es seguir adelante con esta actividad de animación cultural de la zona vieja que llevan realizando de forma continuada desde 2003. Su presidente, Andrés Viñas, considera que las quejas sobre la programación son infundadas: "case todo é jazz e bossa nova".

En torno a la polémica por la venta de alcohol, explica que "é a nosa fonte de ingresos", ya que "a subvención do concello non da nin para pagar a cuarta parte do festival". El argumento de que se fomentan las conductas adictivas lo consideran "ata hipócrita", e insisten en que su público "non é adolescente, senón bastante maduro, e nunca tivemos ningún problema" relacionado con el consumo de alcohol.

En el medio de la polémica se encontraron el miércoles un grupo compostelano, Matto Grosso, y los argentinos Super Ratón. El líder de esta última banda, Person, hacía ayer un llamamiento a la cordura para "mantener este tipo de acciones culturales" que dan vida a la zona vieja. Señala que, mientras se prohibía la venta de alcohol en un puesto instalado "al parecer con todo en regla", en la plaza "yo mismo vi que había botellón en la plaza, gente con bolsas y botellas".

Sobre las críticas del PP en torno al tipo de música ironiza diciendo que "acabaremos poniendo un mimo" y recuerda que las actuaciones acaban antes de las doce de la noche.

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