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mujeres en la ruta jacobea (III)

Alicia de Harcourt, peregrina y ermitaña

La peregrina Alicia de Harcourt habría desarrollado su vida asceta en Santiaguiño do Monte

Alicia de Harcourt, también citada como Alicia de Arcumio, es una ilustre aristócrata francesa que peregrinó a Compostela en el año 1430. Aunque no tenemos muchos datos, el viaje lo realizó acompañada de su capellán y director espiritual, de nombre Fray Pedro. También contaba con un amplio séquito, tal y como era costumbre en aquel tiempo.

La peregrinación de Alicia de Harcourt forma parte de una lista de féminas pertenecientes a la realeza y a la nobleza que realizaron el Camino de Santiago desde varios lugares de Europa. El historiador Félix Cariñanos apunta que "una de las peculiaridades de estas mujeres va a ser, que desde el poder, intervendrían decisivamente en la creación y mantenimiento de infraestructuras para los peregrinos".

El grupo social más numeroso era el de las mujeres del pueblo, humildes, trabajadoras y muy devotas. Para ellas el Camino era sufrimiento y peligro, pero a la vez beatitud. Y aunque trataban de viajar en grupo, en numerosos casos eran violadas y asesinadas. El riojano Gonzalo de Berceo, en el siglo XIII, escribe en su poema Romero de Santiago: "[La mujer] es tentación para los peregrinos varones, tanto que un sabio como el demonio toma su apariencia".

Eremita en Padrón. Después de su estancia en Compostela, Alicia Harcourt peregrina a Padrón. Ésta era una costumbre muy arraigada en tiempos pasados: tras visitar en la Catedral los restos del apóstol Santiago, se continuaba el viaje hasta la villa del Sar para conocer los lugares sagrados de la tradición jacobea. Padrón tenía consideración de segunda meta al igual que Fisterra y Muxía.

Pero lo curioso de esta peregrina es que no regresa a su país tras realizar la Ruta Jacobea. Decide quedarse como ermitaña en una pequeña capilla en las cercanías de Padrón. Autores como el sacerdote e historiador compostelano López Ferreiro citan este templo, aunque sin especificarlo. Todo parece indicar que se trata del Santiaguiño do Monte, que fue lugar de vida eremita, y del que luego hablaremos.

Otros ermitaños. El primer ermitaño del Santiaguiño fue Gregorio, apelativo con el que se conocía antiguamente este monte. Parece que acabó allí sus días entregado a la oración y el sacrificio. Sus restos podrían estar enterrados en una tumba que hay en el interior de la capilla. También se tiene constancia de otra ermitaña, Teresa Martiz. Se sabe que era natural de Santiago, viuda de García Rodríguez, y que llegó a Padrón hacia 1477.

SANTIAGUIÑO DO MONTE. Como hemos dicho, la peregrina Alicia de Harcourt habría desarrollado su vida asceta en el simbólico Santiaguiño do Monte. Dista unos 600 metros de la villa de Padrón. La tradición lo sitúa como un enclave fundamental en la predicación de Santiago en la Península Ibérica.

Sus elementos principales lo forman una ermita, un promontorio rocoso, la fuente y una zona de bosque. Desde la segunda mitad del siglo XIX, los peregrinos y visitantes ascienden a este lugar a través de 130 escaleras de piedra que forman un vía crucis.

1-Una ermita misteriosa

La actual ermita del monte es una pequeña y sencilla edificación pétrea de 40 metros cuadrados. Las referencias a su existencia se remontan al siglo XV, justo cuando Alicía llegaría a Padrón. Fue reconstruida en el siglo XIX y reformada en los años sesenta del XX. Responde a postulados de la arquitectura historicista.

En el exterior del templo se conserva el escudo del arzobispo compostelano Rodrigo de Luna (1449-1460) y un altorrelieve que representa el bautismo de la reina Lupa, personaje vinculado a la leyenda jacobea, por el Apóstol. En el interior acoge una imagen sedente de Santiago que tiene los dedos de las manos desgastados debido al continuo roce de los peregrinos a lo largo de los siglos. Hoy en día esta costumbre se limita al día del Santiaguiño, el 25 de julio.

2-Las rocas, recuerdo de la predicación

El promontorio rocoso del Santiaguiño está formado por diez grandes piedras colocadas en un estudiado desorden. Es un yacimiento arqueológico que la tradición jacobea reinterpreta como el lugar exacto donde estuvo predicando el Apóstol. En el centro se encuentra una imagen de Santiago en ademán de predicar. Detrás hay una cruz antigua de la que no se conoce su origen. Antiguamente los peregrinos se llevaban trozos de las rocas como reliquias. Quizá la francesa Alicia de Harcourt estuviese entre las practicantes medievales de esta costumbre.

*Historiador y peregrino

06 ago 2019 / 22:02
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