El año más negro del comercio

Las peores pesadillas del sector del pequeño comercio en Galicia se han convertido en realidad en el segundo semestre de 2019, con cifras dramáticas de cierres que dejan en evidencia la crudeza del impacto de la reconversión del sector. Se contabilizan más de seis cierres diarios de establecimientos, que alcanzan hasta a las firmas decanas capaces de superar la peor sacudida de la crisis de 2012 tanto en las grandes ciudades como en las poblaciones más pequeñas.

A esto se añade una caída drástica del valor inmobiliario de los locales, con precios al alza que solo se mantienen en exclusivas calles del centro de las grandes urbes, porque en el resto se ofrecen prácticamente por el precio de quien quiera alquilarlos o comprarlos. Además, se da una mínima tasa de reposición de las iniciativas emprendedoras, como queda en evidencia en calles donde se suceden durante meses hileras de tiendas vacías y sin ninguna nueva demanda.

A punto de cerrar ejercicio, los datos apuntalan que en el segundo semestre de 2019 ya se contabilizó un aluvión de cierres de pequeños establecimientos. Se superarán los datos registrados en los peores años de la crisis económica en Galicia, 2012 y 2013, según diagnostica Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Empresa Inmobiliarias (Fegein), al afirmar que la situación es especialmente dramática en decenas de municipios del rural que se quedan hasta sin farmacia.

En este suma y sigue, en Galicia se han perdido entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019 un total de 1.178 empresarios por cuenta propia del comercio, cifra que representa una caída del 2,3 por ciento con respecto a 2018, al pasar de 50.589 emprendedores a 49.411, según los datos del pasado noviembre de la Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA. Solo entre octubre y noviembre el sector dejó en el camino a 147 autónomos.

Por provincias, el mayor impacto se ha registrado en A Coruña, con la pérdida de 435 trabajadores por cuenta propia, sumando entre octubre y noviembre la mayor caída con 50 empleos destruidos. En Pontevedra, el impacto de la crisis ha dejado sin actividad desde diciembre de 2018 a 367 profesionales, y de éstos, 59 en los dos últimos meses. La tercera provincia en caída es Ourense porque en once meses han desaparecido 210 puestos, de los que 19 se corresponden a los últimos 60 días. Por último, en Lugo el impacto negativo alcanzó a 166 personas, de las que 18 han sido en los últimos dos meses.

Si en las grandes ciudades es perceptible la huella de los cambios en el consumo por el impacto de las ventas por internet y la agresiva competencia de Amazon -que ha dado la puntilla al sector, incluso desplegando en Pontevedra un centro logístico con una febril actividad de reparto-, el comercio está al pie de los caballos con decenas de municipios gallegos sin una sola tienda y hasta sin farmacia. A pesar del contexto de descenso de apertura de comercios y de aumento de cierres, el precio medio de los alquileres, según el estudio de Fegein hasta agosto de este año, ha crecido en A Coruña, Ferrol y Pontevedra, con 11,5 y 9 euros por metro cuadrado respectivamente; y descendido en Santiago, Lugo, Ourense y Vigo, con 9,7 y 7 euros por metros. Las urbes con mayor número de espacios a arrendar dentro de los circuitos comerciales son A Coruña y Vigo, con 1.100 respectivamente; seguidas de Ourense con 800; Santiago con 350; Lugo con 225; y Ferrol y Pontevedra con 200 cada una.

Fegein recalca que numerosos propietarios de espacios comerciales vacíos todavía no han entendido el cambio que se ha dado en el sector, con baja demanda, y se resisten a abaratar el precio de los alquileres.