Apuesta por considerar el bosque como uno de los potenciales más grandes y no como problema
Tildan de negocio la lacra que calcina año tras año la riqueza ecológica gallega
Pontevedra. El presidente de la Comunidade de Montes de Baroña (Porto do Son), Ovidio Queiruga, calificó los incendios forestales como un negocio y, entre las maneras de combatirlo, apuntó que los vecinos tomen conciencia de que el monte es importante y puede tener muchos usos.
Así, esta organización puso en marcha iniciativas relacionadas con la plantación de especies frondosas, pinos y solo algo de eucalipto, aprovechamientos resineros, silvopastoreo y visitas guiadas al patrimonio arqueológico de la zona para darle otra vida al monte y que la gente sienta que es de ellos.
El presidente de la Comunidade de Montes de Meira (Moaña), Javier Fernández, animó a ver el monte como un potencial, uno de los más grandes a nivel europeo, precisó, en vez de tenerlo como un problema o un gasto. También lamentó que pese a tener una gran producción de madera, esta es de bajísima calidad, por lo que con esta forma de funcionar no vamos a ninguna parte.
En este sentido, Fernández resaltó la necesidad de tener un bosque productivo, pero ordenado y que se rija a través de un plan forestal que funcione.
Incidió en la relevancia de la producción maderera porque mueve dinero y puestos de trabajo como fuente de ingresos complementaria, si bien procurando que sea madera de primera calidad, no de tercera, como hasta ahora.
Fernández coincidió con su homólogo de Baroña en la importancia de los aprovechamientos ganaderos, argumentando que si la Administración apostase por esta actividad donde sea viable, se evitarían muchos problemas, el suelo ganaría en calidad y se ahorrarían costes en extinción de incendios.
Además, criticó el incumplimiento por parte de los ayuntamientos y ante la indiferencia de la Xunta, de la normativa en materia de separación de las superficies arboladas con respecto a las casas aisladas y los núcleos de población. Todo el mundo tiene derecho a denunciar si una propiedad colindante está en malas condiciones.
Custodia. También intervino el tesorero de la Comunidade de Montes de Teis (Vigo), Alfonso Pazos, constituida hace 20 años con el objetivo de regenerar y recuperar el monte autóctono. Actualmente lograron eliminar la presencia de la acacia en la mitad de las 50 hectáreas que conforman la comunidad, no solo a través del tratamiento del terreno, primero con herbicidas y en los últimos tiempos con métodos más ecológicos, sino también comprando terrenos y llegando a acuerdos con propietarios de parcelas colindantes para limpiarles las fincas y plantar castaños y otras especies frondosas, evitando así que los terrenos descuidados e invadidos de especies foráneas perjudicasen el trabajo de recuperación realizado.
Se trata de una comunidad de montes integrada en la Plataforma de Custodia del Territorio, una entidad con 10 años de experiencia que les da cobertura jurídica y asesoramiento.
Pazos apostó por eliminar la presencia de especies pirófilas, sustituyéndolas por frondosas que funcionan como cortafuegos y que, a la larga, contribuyen a la lucha contra el cambio climático a través de la regeneración con especies que favorecen un bosque de calidad.